Hace 10 años fue la última vez que "nos visitaron" los Vulturi…Hace 3 años deje de crecer…
Hace 2 años que no veo a Jacob Black…
Hace un año que soy novia de Nahuel y…
Hace 2 años que no veo a Jacob Black…
Hace un año que soy novia de Nahuel y…
Dentro de 2 semanas me caso con él…y aunque lo amo, hay algo que no me deja estar tranquila… algo que me corta la respiración y no me deja dormir… ¿Me estaré equivocando?
Renesmee
*Todos los personajes y nombres le pertenecen a Stephenie Meyer.
SUEÑOS PROFÉTICOS
Renesmee POV
Me encuentro en Salem, frente a frente con papá y mamá, encerrados en la
biblioteca, apunto de empezar nuestra seria conversación.
Claro, antes de eso, la familia entera me había llenado de besos y abrazos.
Cada uno reaccionó diferente. Mis abuelos me recibieron con un abrazo dulce. Tía
Rose con sus excesivos besos y halagos. La más inquietante sonrisa de tía Alice
y su reclamó por mis "fachas". La cara de angustia del tío Jasper (Supuse que
mis sentimientos lo estaban afectando mucho) Traté de tranquilizarme. Suficiente
tenía conmigo sintiéndome como basura como para que le pasara la bolita a un
miembro de mi familia. Eso sí, ningún recibimiento como el del Tío Emmett, que
con su ya famoso "abrazo del oso", casi me había roto una costilla.
—Te gustaría empezar…— dijo mi padre, ubicándome a la situación.
—La verdad es que no tengo muchas ganas de hablar de eso— contesté
desanimada, bloqueando mis pensamientos, tarareando una canción.
Mamá se acercó con cuidado a mí. Me pareció un poco atrevido de su parte. No
me encontraba en la mejor situación, ni con el mejor ánimo y aun así se coloco
enfrente de mí.
—Te extrañe tanto— susurró.
Sus palabras me llegaron dentro de lo más profundo de mí ser. Por un momento
quise abrazarla y decirle que yo también, pero me contuve a hacerlo y
simplemente le dediqué una sonrisa sincera. Ella acarició mi cabello y a mi no
me molestó en absoluto.
—¿Te sientes lista para platicarnos? ¿O quieres que te dejemos sola?—
preguntó mamá.
—La verdad es que no lo se— respondí apenada.
Últimamente no sabía nada y esa se había convertido en mi nueva frase
favorita "no lo se". Mamá me sonrió dulcemente y se dio la vuelta.
—Dejémosla sola Edward. Ella sabrá si nos quiere contar— Le dijo a papá que
la miraba con ojos incrédulos al igual que yo.
—Pero Bella…
—Vamos, ya habrá tiempo.— Lo interrumpió mamá.
Papá asintió y vi como se disponían a salir de la biblioteca.
—¡NO!— grité tomando del brazo a mamá con lágrimas en los ojos.
—Quiero decírselos. Quiero su consejo. Yo… te quiero mamá.
¡Lo dije!
Después de 2 años podía volver a decirlo. La quería, no… la
amaba.
Papá sonrío ampliamente y mamá… bueno pues ella simplemente abrió sus ojos
como dos platos y se abalanzó a abrazarme.
—No sabes lo feliz que me haces Nessie…— dijo suspirando fuertemente.
—Es bueno saber que por lo menos hago feliz a alguien— dije un poco
desanimada.
Mamá se separó de mí y me vio con rostro preocupado.
—¿Te sientes preparada para contárnoslo?— preguntó.
Yo solo asentí con la cabeza. No tenía ganas de contarlo con palabras, así
que lo haría a mi manera. Tomé el rostro de mi madre y empecé a mostrarle los
recuerdos de la semana pasada empezando con la noche que llegué a la casa de
Jake y vi a Leah corriendo semidesnuda, pasando dolorosamente por el recuerdo de
cuando Jake y yo habíamos hecho el amor —No sentí pena en mostrárselo a mamá y
aunque escuché un pequeño gruñido por parte de papá. No me importó. Claro que
solo mostré lo más importante de ese momento, no quería mostrarle los detalles—,
hasta la mañana del día de hoy cuando acordamos Nahuel y yo casarnos el fin de
semana. No me comí nada, no me cohibí con nada. No estaba muy orgullosa de todo
lo que les había mostrado, pero era necesario, lo necesitaba mi alma. Era como
quitarme un peso de enzima.
—WOW…— susurró mi madre, como si no encontrara las palabras correctas.
—Nessie has pasado por momentos muy difíciles.
Papá no decía nada, solo tenía los puños apretados. Supuse que seria difícil
para el ver que "su niña" de niña ya no tenía un pelo y no solo eso, sino que no
era suya, sino que era de Jake.
—Pues se podría decir que sí— respondió mi padre con voz ronca
¡Rayos! Me había escuchado.
—¿Me pierdo de algo?— preguntó mamá.
—Nada… solo que papá está de celoso…— respondí con una sonrisa. Era tierno
que papá me celara.
—Edward no es momento para eso.— recriminó mamá a papá.
—Lo siento… — Respondió entredientes apenado.
—Dime Nessie, ¿Qué es lo que realmente quieres hacer?— preguntó mamá borrando
cualquier rastro de sonrisa que hubiera en mi rostro.
—Olvídalo madre, ya no tiene importancia.
—Sí la tiene, porque gracias a eso que sucedió el fin de semana, estarás
casándote con el hombre equivocado.
¡Demonios! Esas palabras ya las había oído antes, en mi sueño. No en la misma
situación pero eran casi las mismas. Me asusté mucho.
—Ya es muy tarde para eso madre— respondí sin pensar.
—Nunca es demasiado tarde. Bueno… no hasta que te cases. Nahuel es muy bueno
y no se merece esto.
—Por lo mismo no se merece que lo plante el día de su boda— dije abriendo los
ojos y tapando mi boca sorprendida. Esta era la conversación de mi sueño…
—¿Qué pasa?— susurró asustada mamá.
—Es solo que soñó con esta conversación.— respondió papá.
—¿Tu pesadilla del día de la boda?— preguntó mamá.
—Sí— susurré.
Le había mostrado acerca de una pesadilla del día de la boda donde botaba a
Nahuel para irme con Jake, más no todo el contenido de esta. Si se los hubiera
mostrado, de seguro estarían tan impresionados como yo lo estaba.
—Tal vez hay alguna manera de que tú y Jake puedan estar juntos. No necesitas
sacrificar a Jake, a Nahuel y sobre todo a ti…— dijo esta vez papá.
—No papá… no la hay— respondí con lágrimas en los ojos.
—Pero Nessie, ¿qué tal si todo termina como en tu sueño?— preguntó mamá.
—Yo me encargare de que no sea así. Ya no hay vuelta para atrás. Me casare
con Nahuel.
—Espero que no te arrepientas Renesmee de la decisión que tomaste— dijo
resignada.
—Yo también mamá, yo también.
¡Déjà vu!
¿Qué? ¿Ahora tengo sueños proféticos o qué?
¡Maldito Déjà vu!
-----------------------------------------------------------------
El resto de la semana me la pasé encerrada en el cuarto esperando por el
sábado, el día de mi boda. Ya era viernes y ya estaba prácticamente todo listo.
Gracias al cielo que los moretones, rasgaduras, mordidas y demás habían
prácticamente desaparecido. Por primera vez agradecí mi condición de vampiresa y
mi habilidad de sanar rápido.
Nahuel está en Salem y llegara con Huilen mañana en la mañana. Se había
cancelado lo de la boda en la ridícula iglesia. La ceremonia se celebraría aquí
en casa. Era lo suficientemente espaciosa para la poca gente que vendría. No
quería nada grande y nada ostentoso. Al parecer tía Alice lo comprendió y no
puso peros.
El tío Emmet quería que fuéramos hoy de caza para que estuviera en plena
forma el día de mañana, pero rechacé su invitación. La verdad yo no tenía ni una
pizca de sed. Ninguna. No después de haber succionado la mejor sangre de todas,
la sangre de Jake. De hecho todavía la sentía ardiendo en mi garganta.
Jake…
¡Maldita sea! Mi nuevo propósito de vida era tan complicado. ¿Olvidarme de
Jacob Black? ¿Cómo carajos iba hacer eso si todas las noches soñaba con él? Cada
cosa que hacia me lo recordaba. Sus besos eran adictivos y mis labios querían
más de él… y qué decir de mi cuerpo que pedía a gritos el suyo. Los sueños con
Jacob Black no eran como los que solía tener antes de haber pasado esa semana a
su lado. No, nada de que ver. Ahora soñaba con su cuerpo desnudo, su sudor, sus
manos recorriéndome, mordiéndome, besándome, penetrándome… suave, lento, duro,
fuerte. Él y yo haciendo el amor… una y otra y otra y otra vez.
¿Olvidar a Jacob Black? Misión imposible. Tal vez… pero
debía intentarlo.
Ya era de noche y necesitaba descansar, mañana sería un largo día. Cerré los
ojos y los abrí en seguida al escuchar un ruido proveniente de mi ventana.
—¿Jake?
Jake entraba por mi ventana y yo lo miraba con ojos incrédulos.
—¿Qué estás haciendo aquí?— pregunté incrédula.
¡Cómo me iba a olvidar de él si lo tenía aquí frente a mí! Y para acabarla de
fregar, venía usando solo su pantalón —rasgado—, exponiéndome su perfecto
abdomen.
—Vengo a evitar que hagas una estupidez…— dijo acercándose lentamente a
mí.
—¡Vete antes de que alguien te huela y se dé cuenta que estas aquí!— grité
angustiada.
—Nadie vendrá porque aunque se den cuenta de que estoy aquí, nadie intentaría
detenernos— musitó seguro de si mismo.
—¿Y qué te hace pensar eso?— pregunté con curiosidad.
—Porque saben que estás a punto de cometer una locura. Saben que te amo y
sobre todo… saben que nos amamos…— dijo acercándose a mi cuerpo
peligrosamente
¡No! ¡No! ¡No! Si se acercaba un paso más, iba a caer en sus redes… iba a
caer en sus brazos.
—¡Aléjate!— grité asustada.
Pero a él no le importó y siguió acercándose a mí.
—¡Qué no te das cuenta de que ya no te quiero! ¡Por eso me caso con Nahuel!—
mentí con el corazón en la mano para que me creyera y se fuera. Me moría por sus
caricias y por sus besos. Pero solo me dejarían mas vacía cuando le tuviera que
decir adiós.
Se detuvo de golpe. Su frente se arrugó y apretó los puños.
—¡Mientes! Y no volveré a caer en tus mentiras…— dijo con voz ronca.
—Yo no miento— musité intentando aparentar seguridad.
—¡Oh! ¡Si que lo haces! Crees que soy lo suficientemente tonto como para no
haberme dado cuenta de como te me entregaste la vez pasada y no ver lo mucho que
me amas— Se acercó y tomó mis brazos con fuerza—. Seth me contó de su platica y
déjame te digo que ya averiguamos acerca de nuestra situación y no hay ningún
problema para que vivamos juntos en La Push, tu condición de mitad y mitad no
nos afecta.
¿Pero cómo era eso posible? ¿Cómo estaban seguros? Noté que Jake me miraba
con ojos desesperados.
—¡YA NO TIENES PRETEXTOS… RECONOCE QUE ME AMAS!— gritó sacudiéndome y
pegándome a su cuerpo. —¡DILO!— Volvió a gritar
Mis ojos se llenaron de lágrimas. Él lo sabía. Él sabía que lo amaba. Era
inevitable. ¿Ya que más daba negarlo?
—Te amo— susurré cerca de sus labios.
Sonrío triunfalmente, mostrándome su hermosa dentadura blanca. Sus labios
perdieron por un momento la sonrisa y su mirada estaba enardecida y clavada en
mis ojos. Los centímetros se fueron perdiendo entre nosotros. Y su cálido
aliento hizo que mordiera mi labio inferior. Me estaba saboreando sus
labios.
—Lo sabia…— susurró roncamente.
Y así sin más aplastó sus labios con los míos. ¡Dios! había soñado toda la
semana con esto. Sus besos eran la medicina que necesitaba, fuertes y profundos.
Nuestras lenguas danzaban al unísono, mientras que sus manos comenzaban a
recorrerme desesperadamente. Yo brinqué enredando mis piernas a su cadera como
la vez pasada. Mis manos se metieron entre nosotros dos y acaricié su abdomen.
Sus besos pasaban a mi cuello.
O.K. ¿Era mi imaginación o hacia un espantoso calor en la
habitación?
La ropa estorbaba.
Y como por arte de magia, Jake se separó de mí y me cargó tiernamente
colocándome en la cama. Parecía que había leído mi mente y me quitó la bata de
dormir dejándome solo en mis pantaletas, ya que no usaba sostén para dormir.
Me sonrojé de cuerpo completo, no pude evitarlo. Yo sabía que él ya me había
visto y de hecho ya me había poseído, aun así me da pena que me mirara de esa
manera, pero no podía negar que me encantaba.
Él se quitó su pantalón y su boxer quedando completamente desnudo ante mis
curiosos ojos que lo miraban con lujuria.
—Te deseo.
Yo misma me sorprendí de mis palabras. Pero no era nada más que la
verdad.
—Y yo a ti…— dijo acomodándose aun lado de mí en la cama.
Nos miramos intensamente a los ojos.
—Hermosa, te amo— dijo sin bajar la vista.
—Yo también te amo. Siempre te he amado. Desde que nací te amo…— susurré
cerca de su oído.
Lo sentí estremecerse. Su gran y cálida mano empezó a recorrerme tiernamente
por todo el cuerpo, haciendo círculos en mis pechos, zigzagueando en mi vientre,
y otra clase de movimientos que deberían de ser ilegales.
—Que te costaba reconocerlo— dijo con una sonrisa mientras besaba el lóbulo
de mi oreja.
—Solo cállate y hazme el amor…— susurré sensualmente.
—Tus deseos son ordenes— musitó pasando su lengua por mi cuello y siguiendo
su camino hasta mis pantaletas. Las bajó con los dientes y después se concentró
en mi "punto débil".
¡Dios! Sus caricias constantes, su lengua actuando sin detenerse, me estaban
volviendo loca. Lo necesitaba en mi. Lo necesitaba dentro de mí ser. Lo
necesitaba… y lo necesitaba ya.
—Por favor…— rogué entre gemidos —no me tortures más.
Sonrío con malicia.
—Me encanta ver lo loca que te puedo poner…— susurró acercándose a mis
labios.
Sopló en mi rostro. Haciendo que me ardiera la cara más de lo que ya hacía.
Su lengua mojó mis labios, yo la capturé con los míos y volvimos a besarnos. Sin
duda los besos eran más fuertes e intoxicantes que nunca.
¿Acaso era posible que todo fuera tan fácil? Algo no estaba bien. Pero no me
detuve a pensarlo. Solo quería ser suya. Él parecía haber leído mi pensamiento
otra vez, porque tiernamente abrió mis piernas para darse paso entre ellas.
—Nessie…— gimió fuerte cuando lo sentí completamente dentro de mi ser.
—¡Jacob!— grité —no tengas compasión de mi. Castígame por las tonterías que
he hecho últimamente— terminé entre gemidos.
A él lo volvieron loco mis palabras y empezó a embestirme fuerte y
profundo.
—Bueno…— gimió… —tendré que castigar a la niña mala— contestó terminando la
frase en mi oído.
A mi también me excitaron tanto sus palabras. Enrollé mis piernas en su
cadera para poder balancearme con él.
Lo amaba. Lo quería. Lo deseaba. Lo
adoraba. Jacob Black era mi mundo.
Lo besaba con angustia, con desesperación. No quería que el momento terminara
nunca. Solo quería estar a su lado.
—Te amo tanto Jake— susurré a punto del éxtasis.
—Si es así entonces… ¿Por qué me dejaste?— preguntó Jake sentado delante de
mi cama, mirándome con lágrimas en los ojos y la frente fruncida.
¿Qué? ¿Qué demonios? Pero si él y yo estábamos haciendo el amor… ¿entonces
quién estaba conmigo en la cama?
Volteé con pánico hacia el rostro del hombre que estaba arriba de mí, para
ver la extasiada cara de Nahuel penetrándome sin detenerse.
—¿¡Qué!— grité en pánico.
—Por fin Ren… hasta que me dejaste poseerte— susurró Nahuel.
Quise apartarlo de mí, pero no podía. Su cuerpo pesaba demasiado.
—¡GOLFA! ¡TE ACUESTAS CON EL DELANTE DE MI!— gritó Jake con furia en sus
ojos.
—Ojo por ojo… diente por diente— le dijo Nahuel con una sonrisa burlona.
En eso escuché que tocaban la puerta de mi cuarto y escuché a mi madre
gritando mi nombre. Jake se puso de pie y se dio la vuelta para salir por la
ventana.
—Te odio— susurró volteando a verme con su mirada más oscura de lo
normal.
—¡NO! ¡JACOB! ¡JACOB!
—¡Nessie! ¡Nessie!— escuché la voz de mi mamá, pero yo solo luchaba por
quitarme de encima a Nahuel y detener a Jacob.
—¡JACOB!— grité desesperada.
—Nessie despierta por favor.
¿Despierta?
Abrí los ojos y vi a mi madre que me sacudía gritando mi nombre.
¡Un sueño! ¡No! ¡Una pesadilla! ¡Una maldita pesadilla!
—Tranquila hija… ya pasó— dijo mi madre abrazándome fuertemente.
Yo estaba temblando, empapada de sudor y completamente asustada.
—Soñaste con Jacob.
—¿Cómo lo sabes?— pregunté tratando de normalizar mi respiración.
—No se, quizás porque gritabas: ¡Jacob! ¡Jacob!— dijo mi mamá con una tierna
sonrisa.
Yo me sonrojé y escondí un poco mi rostro.
—No te apenes Nessie. Lo extrañas, es comprensible— dijo acariciando mi
rostro y quitando las lagrimas que habían por ahí.
—Oh mamá, es que lo amo tanto. No sé como podré olvidarlo.
—Pues no lo olvides. Deja a un lado lo de la boda. Ya hallaremos alguna forma
de que ustedes puedan estar juntos.
—¿Para qué? Para dañarnos más amándonos como lo hacemos y saber que nunca
podremos estar juntos. No, gracias— dije cruzándome de brazos.
Mamá se puso de pie, me dio un beso en la frente y se dirigió a la
puerta.
—Nessie…— musitó desde el marco de la puerta.
—¿Si?— pregunté intrigada.
—Te quiero hija.
—Yo también mamá— respondí sonriéndole.
Ya estando sola, me tumbé en la cama cerrando los ojos, recordando mi sueño…
Jake y yo haciendo el amor. Que delicioso seria que sucediera otra vez.
¿Sueños proféticos? Esperaba que no, aunque me hubiera encantado que se
cumpliera la primera parte. Por lo menos la primera parte.
Me dediqué a tratar de volver a dormir. Mañana era "el gran día"
Necesitaba descansar…
Déjà vu: es un término francés que significa "ya
visto". El concepto describe la experiencia de sentir que ya se ha sido testigo
o se ha experimentado previamente una situación nueva.
¿Qué les pareció el sueño loco de Nessie? ¿Qué? ¿Los volví a engañar?
Hahahaha ¡espero que no me quieran matar! Y el próximo capítulo estará cardíaco.
Nos acercamos al final de esta historia… Por cierto mil besos todos ustedes que se siguen y me apoyan^^
Mil gracias^^
Kokoro
8 comentarios:
HAHAHAA!! Kokoro yo si que me la creí jajajaja...Hasta estaba preocupara porque llegara Edward o los tios jajajaja Me sentía tan feliz por estos dos, es una lindura Nessi, pero que horror tener un papa lector de mentes, hubiera nacido con un poco de inmunidad como su madre jajaja, que viera solo algunas cosas y borrosas jajajaja porque enserio que vergüenza que tu padre te vea en esa situación jajjaja
Hay Kokoro no le veo pies ni cabeza =S como vamos a poder saber si la condición de híbrida de Nessi no afecta a la manada =S y si Jacob tampoco se puede ir, que es lo que vamos hacer... dios mio que gran dilema =(
Son una pareja tan hermosa, nacieron hechos en uno para el otro, son dos mitades perfectas...
Hay tanto amor, que me duele el pecho...
Que sienta es esa canción de Adele, Aveces el amor dura, pero aveces simplemente duele....
No me la puedo quitar del pensamiento...
Gracias por hacernos soñar despiertas Kokoro... Y sobre todo por ese sueño de Nessi en particular.... Es tan grrrr Jacob por dios jajajaja que hombre.. creo que si yo hubiera sido vela jajjaja la historia hubiera sido diferente JA! no hubiera llegado pura al matrimonio con Edward jjajaja
Un fuerte abrazo! Excelente capi Kokoro!
Nancy Q.
Kokoro,
AAArrrggg! Me engañaste, uuuufff!!! que susto me pegaste jajaja felicidades por un nuevo capitulo, aaaahhhh porque diantres esta Nessy es tan cabezota??
Que parte de AMA A JACOB! no entiende... y Nahuel, pobrecito pero tambien tan masoquista jajaja si yo se que la persona que yo amo, ama a alguien mas no la dejaria hacer eso en fin... espero impaciente el proximo capitulo...
Un fuerte abrazo!
que intenso!! creo que eso define el capitulo tan bueno!! no nos abandones tanto, se que crear algo asi toma su tiempo pero por favor no nos dejes en suspenso mucho tiempo felicidades me encanta como escribes
hola el capitulo estuvo buenísimo ya me imaginaba que era un sueño ya que nadie los escucho y mucho menos edward pero estuvo excelente no se porque pero creo que bella va ser algo para hablar con jacob mmm me dejaste intrigada.........
gracias por publicarlo ya extrañaba tus capítulos besos y abraso
jajajaja Sarita tiene razon, tenia que ser un sueño... la verdad si me estaba preguntando porque Edward no llegaba a detener a Jacob de "poseer" a su hijita pero estaba tan emocionada que ignore el pensamiento...
Aaaarrrggggg! Porque yo no puedo tener sueños tan vividoooos con Edward jajajaja
Besos,
Oh Kokorro que malvada eh yo estaba ya toda emocionada pensando que Jake habia hecho lo correcto en buscar a Nessie.....ahora nos toca esperar a que Nessie recapacite ya que esta a punto de hecha a perder su vida al casarse sin amor mas después de tremendo sueño es una prueba de que jamas podrá olvidarlo....
Coincido con May May yo también quiero un sueño así de vivido y candente con Edward jajaja
Gracias Kokorro por el capitulo y a esperar el próximo que se acerca el final....Besitos
"¿Olvidar a Jacob Black? Misión imposible" me encanto esta frase y ese sueño...ayyyyy que hermoso fue.Adoro esta historia y a ese "sol"...un besazo a todas.
uyyy se me olvido firmar.Maria del Mar desde España.bss
Publicar un comentario