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viernes, 17 de mayo de 2013

DETRAS DE ESOS OJOS AZULES: PROLOGO Y CAPITULO1


Descubrir que la muerte gusta de ti, siempre será peligroso. Aceptar ser su confidente, puede ser peor. Porque la verdad de las novelas, usualmente, no es como se cuenta en el papel.
Elise, enamorada de la vida y deslumbrada por quien menos debía, descubrirá su propia historia en los ojos transparentes que la encontraron sin buscarla.
Oportunidades y elecciones. Recuerdos y miedos. Ambos, Muerte y Elise, revivirán lo que no creyeron pudiera darse. El cambio de las decisiones, no quiere decir que todo saldrá bien esta vez.

No hay finales felices, sólo finales, que a veces… Pueden continuar eternamente.


PROLOGO




Hay un cuento que narra que un día, la Muerte, abrumada por su soledad y melancolía, decidió convertirse en humano por un breve tiempo. Quería comprender la naturaleza del ser y descubrir por qué le temían. Sin embargo, lo que descubrió fue el amor en la forma de una joven, que amaba la vida, con la misma fuerza con la que se enamoró de él en su identidad humana.


Muerte, lleno de pasión y amor por esa hermosa creatura, deseaba no tener que separarse de ella nunca, pero eso significaba quitarle la existencia a su tierna amada. Finalmente, en un gran sacrificio, se develó a sí mismo ante ella para explicarle el motivo por el cual no podían estar juntos.


La joven, no le rechazó al conocer su verdadera naturaleza, tal era la realidad del amor de ellos; sin embargo, tuvo que aceptar su partida y los deseos de él de que viviera a plenitud el tiempo que tenía por delante.


Y así fue que los enamorados se separaron con enorme tristeza. Esperando con sosiego, el momento de su siguiente cita, a la cual, ninguno de los dos faltaría; para no alejarse ya nunca jamás.


Esa fue la historia que él le narró a Elise, justo antes de que ella descubriera la última verdad sobre sí misma.




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CAPI 1: MÚSICA


Original de Sissy



La luz del día había cambiado ya a una densa sombra púrpura que avanzaba rápidamente cobijando los edificios y calles en la ciudad; sólo que de a poco a poco, esa oscuridad creciente, sería domesticada por las farolas y atractivas luces de los locales en la zona más turística de la urbe.


Era sólo una noche de fin de semana más. En un par de horas, los clubs y bares estarían repletos de gente joven intentando emborracharse y divertirse a la vez luego de haber terminado una semana de clases o de trabajo.


Elise iría primero por algo de comer en las cafeterías al aire libre que se extendían por toda la calle al cerrar su turno en la agencia del hotel, y quizá después buscaría a su grupo de amigas para salir por ahí. Tenía ropa informal para cambiarse en la oficina y fue feliz de quitarse el uniforme y soltarse el elegante moño francés, para darle vida a su larga cabellera rojiza en un modo bastante desenfadado y sentador.


Ya sentada en una mesa sacó su reproductor y un libro del bolso. Era demasiado temprano para nada más… Entre bocado y sorbo, leía distraída. La imagen de su ex abrazando y riendo feliz con una chica la desconcentraba. Mmm… Quizá sería mejor si ella no formara parte del grupo de juerga en esta ocasión, no estaba segura de estar de ánimo para que Lucca se la presentara si es que coincidían en el mismo lugar. Sí, ya habían pasado tres meses desde su ruptura, y a pesar de haber sido hecha de mutuo acuerdo, le resultaba muy extraño verlo sonriendo feliz, con otra.


Tres meses… La vida seguía, pero por absurdo que pareciera, esperaba que él la llorara un poco. Sobre todo, después de haber sido novios casi toda la universidad y de haberse mudado juntos a una ciudad más grande en busca de oportunidades. Él ahora no era más que un amigo que le resultaba algo incómodo, ¡quizá con el paso del tiempo!, pensó… Pero honestamente, no se le daba la gana volver a encontrárselo con las manos por encima de toda esa… ¡Esa chica!


¡Hum! No le vayas a llorar ahora tú a él, ¡por Dios! No vale la pena, se dijo a sí misma. La vida es demasiado hermosa como para arrepentirse de tontadas… Y remató la aseveración con un sorbo a su cerveza, tratando de reconectarse con la última línea del libro que intentaba leer. ¡Se había perdido completamente! ¿Por qué? De repente una voz femenina y poderosa le contestó cantando en sus audífonos… “Seven Devils all around me… And now all your love will be exorcised… And it’s an even sum… It’s a final cry…” *


Era una melodía llena de ira y tragedia, muy adecuada para el sentimiento que quería ignorar. Quizá más tarde y a solas en su recámara, le haría caso, sólo para sacárselo de encima bailando en su pijama; e imaginando el cuadro, rió por lo bajo. La lectura estaba una vez más perdida, y el panini, completamente engullido para entonces.


Sacudió su largo y ondulado cabello –su más adorada joya- y éste cayó como pesada capa sobre su espalda y su delgada blusa de color marino. Su melena, de un tono rojizo era algo extraño en la familia ya que se había saltado tres generaciones en reaparecer. Ella había nacido con un cabello pálido y delgado como pelusa, pero luego de que lo había perdido totalmente a los dos años, había vuelto a crecer en ese llamativo color. Más tarde, a los ocho, cuando ya estaba más consciente de la vanidad, sufrió mucho cuando se vio desprovista de él una vez más. Afortunadamente, y tal cuál como su madre se lo había prometido, había vuelto a crecer con un nuevo y mejorado cambio. El color seguía siendo igual de extraordinario, pero ahora era un pelo grueso y ondulado, más similar al de la familia materna, que al que ella solía tener. De ahí en adelante, le cuidó con esmero y se convirtió en su orgullo, a sabiendas de lo atractiva y peculiar que éste la hacía.


Elise torció los labios en un gesto elocuente y condescendiente. Si Lucca estaba rehaciendo su vida, ella lo intentaría también. La ciudad era pequeña, -millón y medio de habitantes-, pero no tanto como para no poder conocer a alguien nuevo. Además, volvió a repetirse, no valía la pena deprimirse cuando la vida era tan buena para vivirla. Le sonrió al libro y buscó por tercera vez el renglón en que se había quedado. La canción por fin había terminado y la siguiente melodía era muy distinta en ánimo y le pareció genial, hasta su reproductor parecía coincidir con ella en que era hora de darle vuelta a la página de su vida y… de su libro también. El viento había jugado con él y era por eso que no encontraba la línea perdida. Luego de escanear rápidamente las palabras, dio con lo que buscaba y se sujetó a la lectura más tranquila.




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Él la observó calladamente desde lejos, era la única mesa en que se encontraba sentada sólo una persona y eso la hacía resaltar de entre los demás. ¿Estaría esperando a alguien? Miró con mayor detenimiento y al notar la botella consumida más que a medias y el plato lleno de migajas, decidió que no. Estaba ahí por su cuenta.


Concentró su atención en ella y trató de sentirla de nuevo. La expresión de la chica había pasado de incomodidad, a inmutable tranquilidad; y dado que su vista se había alejado de las páginas de su libro, seguramente no tenía nada que ver con lo que leía. Luego reflexionó sobre la música que escuchaba… Era agradable, melancólica… Adecuada. Finalmente, inspiró el aire profundamente e intentó aislar algo en particular en él que le era familiar… La curiosidad aumentó al darse cuenta de qué se trataba y elevó las cejas sorprendido. ¡Luego de tanto…! ¿Sería posible? Volvió a mirar a la joven y se decidió por fin. Tenía tiempo para ello, tenía todo el tiempo que él le quisiera dedicar; y sonrió torcidamente con un dejo de sarcasmo, rápidamente superado.


Con paso que simulaba duda, caminó en su dirección y se situó frente a ella.


-Hola.


La chica elevó la vista al escuchar la voz por encima del susurro de su música y se sorprendió al mirar a la persona de quien provenía. Era un joven demasiado atractivo, dueño de unos ojos impactantes y casi desprovistos de color por la claridad de la aguamarina mirada. Alto, pálido y de hombros anchos sin ser corpulento, resultaba llamativo a más no poder.


-¿Hola?


Contestó ella extrañada. Estaba segura de que era extranjero. Alguien así no pasaba desapercibido, no importaba el círculo social en que se moviera. El cabello del extraño era magnífico; abundante, rebelde y en un color castaño claro algo broncíneo coronando desenfadadamente el maravilloso rostro. Como él le sonreía amablemente, ella optó por zafarse uno de los mini-audífonos para atenderle mejor.


-Disculpa que te interrumpa, pero… -La sonrisa apareció en el rostro masculino y juvenil y casi hizo que se le cayera la mandíbula a Elise al mirarlo. ¿Cómo era posible que un hombre fuese así de hermoso?-.


-¿Sí? –Sonrió ella a su vez, impresionada por primera vez en su vida ante un joven tan perfecto como éste.- ¿Se te ofrece algo?


La mirada de él brilló por un momento, juguetona, pero ese reflejo desapreció tan rápido como se había asomado a los ojos y se recompuso en amabilidad.


-Es que… Quería preguntarte si te importaría compartir la mesa conmigo. No parece que alguna se vaya a desocupar pronto y tengo un rato esperando…


Él le volvió a sonreír con lo que pareció un dejo de coquetería y Elise, aunque algo desconcertada al no ser esa costumbre muy practicada aún en la ciudad, se animó a romper el esquema y lo invitó a sentarse con un gesto de la cabeza; de cualquier forma, estaba ella a punto de marcharse.


-Sí, supongo que sí… Ya iba a pedir la cuenta de todas maneras.


Él le sonrió y Elise sintió que la mente se le paralizaba con ese gesto mientras que él se inclinaba para arrastrar la silla opuesta y sentarse frente a ella. -A… Edward. –Corrigió él prontamente, y le pareció a ella que sólo había sido un ruido nervioso al presentarse.-


-Elise.


Al estrechar la mano que él le tendió se sintió algo incómoda con el escalofrío que le recorrió la espina al notarla muy fría. ¡Sí que había estado largo tiempo al aire libre! Su temperatura distaba mucho de ser agradable al tacto.


-Gracias por esto, Elise. ¿Te interrumpo? Si quieres regresar a tu lectura e ignorarme, no hay problema, ¿de acuerdo?


Ella sonrió, cordial. Eso era un buen gesto de su parte. Evaluó la propuesta un instante y luego tomó su separador de páginas y lo puso sobre la hoja antes de que fuese a perder la marca de nuevo.


-¿Vas a leer también?


Él sonrió sin mostrar los dientes, inclinando el rostro en complicidad.


-Podría hacerlo, si gustas…


Elise rió alegremente, y su risa tan limpia tomó por sorpresa al desconocido, quién le escudriñó el rostro buscando algo más en ella.


-Nah… Ya mucho esfuerzo hiciste al atreverte a hablarme, así que… No eres de por aquí, ¿verdad Edward?


Él sonrió guardando la risa en la garganta. También era amable la chica, bien; pensó con agrado.


-No. Estoy de paso, me gusta viajar.


¡Un trotamundos! Quizá eso explicaba el aire espectacular que se traía encima él.


-¿Estas lejos de casa?


-Bastante. Nací en Chicago, pero hace mucho tiempo que lo dejé atrás. Creo que para hoy, no tengo en realidad lo que se dice un lugar fijo de residencia.


¡Wow! Aquello sí que era interesante. En el hotel había conocido de todo en el año en que llevaba trabajando ahí, pero nunca a alguien con esa práctica de vida.


-Y… ¿Qué te trajo por acá Edward?


-Al parecer, los recuerdos…


Elise elevó las cejas extrañada, ¡vaya si era críptica la respuesta!


-¿Ya habías estado antes en la ciudad?


-No. En realidad no, pero seguí mi olfato y creo que no me falló.


Elise rió con la analogía y lo miró divertida.


-Pues celebro que te guste.


-¡Oh, yo no estaría tan seguro de ello! Pero ya habrá tiempo para averiguar todo.


-¿Siempre hablas así de extraño?


Ahora fue el turno de él de hacer un gesto de admiración y soltar luego una risa.


-Sí, a veces… Lo siento…


Mmm… Usualmente la belleza está sobrevaluada por el cerebro, y al parecer es el caso, pensó Elise; pero supongo que con una cara así, puede salirse con la suya aún siendo un completo raro; concluyó ella en su silenciosa reflexión.


-¿Te marchas ya Elise?


Inquirió él cuando el mesero se acercó con la cuenta que hacía unos instantes ella había pedido.


-Sí… Me están esperando… -No supo porqué la mentira, pero algo la increpó a decirla.-


-Oh… Bueno… -Y le lanzó una mirada de desconsuelo, que barrió en un instante el deseo de marcharse de ahí de ella.- Disculpa Elise, pero eres la primera persona que conozco en la ciudad y supongo que me gustaría preguntarte algunas cosas, si no te importa…


No supo bien como, pero se quedó, y pronto se vio envuelta en una agradable conversación con el extraño que pasó, de buenos lugares para comer o escuchar música, hasta la confesión de divertidas anécdotas tanto del trabajo de ella, como de aventuras de él.


-…Debes haber empezado a viajar muy chico Edward. –Él la miró evaluativo, pero no habló- Tienes muchas interesantes correrías en tu historial…


-Mmm… Lo de joven es muy subjetivo Elise, pero se podría decir que si… Aunque a veces, supongo, he deseado haber podido llevar una vida completamente normal.


-¿Y por qué no vuelves a casa?


La suave sonrisa de él se tornó nostálgica y calló por un momento, evidentemente recordando algo querido.


-Eso, ya no es una opción Elise.


Automáticamente, ella se sintió mal al oírlo, ¿qué le habría sucedido?


-¿Ni siquiera por un tiempo?


-No… Ya no pertenezco ahí. Además, mi padre… -e hizo énfasis en ésa palabra con una pausa hasta en su pensamiento- Él está bien con su pareja… Ella es, adecuada para él… Ambos entienden que yo necesito vivir mi vida así, lejos…


-¿Hace mucho que los viste por última vez?


-Podría decirse, pero todo es relativo… No te preocupes por mí Elise, ¿sí? -añadió él, casi leyéndole el pensamiento- Quizá algún día… Por ahora, esto, está bien.


Ella no quiso indagar más y aceptó sus palabras. Mucho había confiado Edward en ella ya, el respetar su silencio era lo más correcto en esos momentos, así que cambió el rumbo de la conversación sin dudar.


-¿Oye, y cómo lo haces? Es decir…


-¿Para sobrevivir?


Ella rió de nuevo, de un modo tan encantador, que fue contagioso y al hallarse a sí mismo haciendo eco de la traviesa risa de ella, pensó en lo agradable que eso se sentía. ¿Acaso….? Cortó el rumbo de sus pensamientos y se concentró en la respuesta.


-Bueno, cuando me quedo en un lugar busco un empleo sin importar el giro… -Se encogió de hombros con un guiño.- Si aceptas lo que usualmente nadie quiere, siempre encuentras… Para hoy, puedo bañar a diez perros y acicalarlos en menos de dos horas, o preparar una cena para cincuenta sin gran dificultad…


Ella rió con más ganas al oírle.


En un instante la comezón estuvo de nuevo ahí, recordándole el sueño de empacar una maleta mínima y vivir así, sin ataduras de ningún tipo… Aún le faltaba un poco más por ahorrar para poder intentarlo; pero por mientras, tener a un ejemplo en persona, resultaba fascinante. ¡Sólo que aquella información no sonaba tan glamorosa como lo había imaginado!


Aunque… Volvió a evaluarlo con la mirada y decidió que con esa apariencia tan perfecta, era difícil imaginarlo en algo que no fuese adecuado para su aspecto. Luego de ese pensamiento, se rió para sí misma y desechó la imagen de él modelando ropa interior en un espectacular a veinte metros sobre el suelo.


-¿Un centavo por tus pensamientos, Elise?


-No lo creo… Lo siento Ed. –Y soltó una carcajada alegre mientras que él sonreía brevemente. Los ojos de él no cuadraban con la expresión de sus labios; más bien, denotaban curiosidad.


-Oye Elise, no es por nada, pero… ¿No dijiste hace más de una hora que te esperaban? ¿No crees que se vayan a preocupar por ti?


Ella abrió los ojos ampliamente, agitada por su propia mentira, y se instigó a pensar una excusa rápidamente.


-¡Oh, por Dios! ¡Tienes razón! Discúlpame un momento, déjame enviar un mensaje para explicarme… Seguro entraron al cine sin mí…


-Lo lamento Elise, no quería retenerte tanto…


-No… Fue cosa mía, se me pasó el tiempo simplemente….


El mensaje al destinatario imaginario lo escribió pronto, y del mismo modo, recibió una respuesta gracias a una aplicación que ella tenía en el teléfono para sacarla de citas incómodas. ¡Vaya con las cosas que uno podía encontrar en línea!


-¿Todo bien?


-Si… -Y se mordió los labios nerviosa… Antes de poder contenerse, se escuchó a sí misma soltar una velada invitación- Me esperarán en un bar luego del cine…


-Oh… -Él sonrió un segundo, captando la indirecta.- ¿Vas a ir? ¿Es un buen sitio?


-Pues… No pensaba hacerlo… Estoy algo cansada –esa última parte era verdad-, pero… Sí, bueno, es un club que a mí me gusta. Tiene personalidad y la música es excelente…


-Y… ¿oye, me tomarías por un pesado si me invito a acompañarte un rato?


¿Qué estaba diciendo?, se preguntó Edward. A él no le gustaban mucho los lugares ruidosos, le aturdían tantos estímulos al mismo tiempo y a veces, se alteraba demasiado de un modo poco conveniente para todos los presentes.


Lo mejor era retractarse de inmediato. Siempre podía seguirla y hacerse el encontradizo de nuevo. No iba a dejarla ir tan fácilmente, ella tenía demasiadas cosas que él no entendía a pesar de haberla descifrado casi de inmediato y además… ¡Alto! ¡Mantén el control! No es bueno hacerse expectativas, se dijo en silencio; dale una oportunidad a la niña…


-Pues… -ella se mordía el labio debatiéndose, ¿y si…?-


-¡Oh, Elise! Discúlpame, he sido un pesado. ¿Por qué no me dices el nombre del lugar?, y si volvemos a coincidir, me encantará invitarte algo por arruinarte el cine.


¡Uf! De inmediato se sintió aliviada, pero al mismo tiempo decepcionada… Si por alguna locura, se animaba ella a ir sola allá y fingir un encuentro casual con Edward, sería divertido; pero dudaba que, si se levantaba de ahí en seguida, volviese a cruzar más de un saludo con él.


-Es el “Le Rêve”, no está muy lejos de ésta zona… -Ella replegó los labios aún indecisa, pero ante el evidente escape de él, sólo agregó,- Ojalá sea de tu agrado… Yo, no sé si vaya en realidad. Depende de algunas cosas también.


-De acuerdo, el “Rêve”, bien… Pues gracias por todo Elise, ha sido un placer compartir la mesa contigo. Espero no te arrepientas de haberlo hecho…


Lo extraño de esa última frase, pensó ella, fue que no agregó un “tampoco” para cerrar. Dicho así, parecía que él le daba la opción de alejarse y la desconcertó de nuevo. Lo cierto era que se había sentido muy cómoda a su lado. Los modales de Edward eran perfectos y resultaban extraños en su vida tan desarraigada… Quizá era que él era así simplemente, quizá era que la buena cuna no se podía borrar… Pero el hecho era que el chico le atraía, por encima de lo que el nerviosismo que su toque le provocó de nuevo, al darse las manos una vez más al despedirse.


Cuando se dirigió al estacionamiento para recoger su auto, Elise seguía enganchada con el bello hombre de voz perfecta y aterciopelada expresión, con el que se había topado.


Jamás se dio cuenta que no llegó sola a casa. Y que él, veló su sueño desde afuera, largo tiempo esa noche.




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Aquí está, el primer cap. de la nueva historia. Me ha tomado mucho escribirlo, porque éste, como pueden ver, es un cuento muy distinto. Más tradicional, más oscuro; ya veremos si nos gusta sobre la marcha. Y sí, es otro de mis locos sueños de entonces… Cuando leer Twilight era como una adición. ¿Se acuerdan de esa sensación, chicas? Los ojos de Edward mirándote dormir y deseando poder leer tu mente…

Cariños: Sissy

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MUSICA: FLORENCE + THE MACHINE: “Seven Devils”;

* “Seven Devils all around me… And now all your love will be exorcised… And it’s an even sum… It’s a final cry…” ---- “Hay siete demonios rodeándome… Y todo tu amor será exorcizado… Y es un balance parejo… Es un último llanto…”



8 comentarios:

Wichelitap dijo...

Wiiiii.... primera...jejejejeje
Sissy, déjame decirte que este primer capítulo me dejó con demasiadas ganas de más...
Me encanto....
Espero poder leer pronto el siguiente...
:)
XOXO
nos estamos leyendo

Blanca Estela dijo...

fascinante ya quiero ver que mas sigue Sissy eres una excelente escritora y haces que me imagine todos los detalles de tu historia gracias

althena dijo...

Sissy!!!! excelente me encanto!!! recien comienza y ya kiero mucho mas!!! me imagino toda la escena verlos a ambos sentados genial!!! actualiza prontito!! y resta decir que eres maravillosa escribiendo y narrando cada historia!!!! Kissitos♥♥♥♥♥♥

Sissy dijo...

Ay, Chicas!!
Aquí estoy, con el nervio y la sonrisa, pero agradecida con Coka y con ustedes.
Enfrentar el inicio de éste nuevo cuento es difícil, porque de verdad, estoy más que segura que no va ser del gusto de muchas... Pero ya me dejé convencer por Coka y me animé a contarlo de todas maneras.
A las que están más informadas con ésto el fan fiction, les puedo comentar que es algo así como un "Universo Alternativo"/UA/y de un corte "Angst" light.
Tengo que agradecerle a la Sra. Meyer, por crear a Edward y ayudarme a través de él, a tener tan interesante fantasía una noche, hace mucho.
Y aunque los personajes de la Saga le pertenecen a ella y yo sólo estoy jugando un poco; Elise es toda mía, y está inspirada en una personita muy valiente y alegre que conocí hace unos años.
Un beso a todas y como siempre, miles de cariños a ti, mi Coka.

Cariños: Sissy

maty dijo...

k bueno te kedo el primer capi sissy, pero te deja con ganas de mas jajaja me encanto la historia del prologo, te deja con una gran espectativa para la historia... espero no tarde mucho el segundo capitulo :D

Bell.mary dijo...

Mi querida Sissy como siempre Excelente capitulo, ya me imagino como va a estar la historia si con solo el inicio ya estoy muy intrigada por leer mas, en verdad que me ha gustado mucho el comienzo de esta nueva historia, tiene algo que te atrapa de inmediato, sabes que adoro tu manera de escribir y no creo que no le vaya a gustar a alguien, si tienes una manera de enamorarnos atraves de tus letras, asi que aqui estare esperando por un capitulo mas....
Besos y un fuerte abrazo :D

P.D. que gusto que nuevamente Coka te convencio de contar tu historia

gris dijo...

hola Sissy, Dios mío, ya desde el prólogo me dejaste con las patitas temblando. Estoy absolutamente fascinada,intrigada y atrapada por la historia, también un poco enamorada de este Edward que me recuerda a Joe Black. Alta calidad en tu narración, me sentí presente con ellos allí,muchas gracias por provocarme este sentimiento. Ahora a devorar el segundo cap ;)

Pao dijo...

Hola Sissy, empezando con la historia,Qué manera de empezar!!!! wooowww, es muy adictivo todo lo que escribes,mi imaginación esta super estímulada con todos los detalles que narras, me gusto muchísimo como comenzó todo y lo diferente que Elise parece ser jajaja.
Felicitaciones nuevamente, Besitos

Pao