Seguidores

martes, 11 de septiembre de 2012

Mi Secreto- Capitulo 26


Decisiones… La toma de ellas o la falta de las mismas algunas veces está por encima de nosotros. Pero estar perdidos puede llevar a encontrar lo que menos se espera… Así fue para mí, yo huía por falta de determinación sobre un asunto que tenía más de tres años sin poder cerrar; él, él huía de todo para evitar ser la persona que todos esperaban debía ser. A veces, el azar, puede tomar por nosotros la decisión más inconveniente, pero también la más memorable. Mis recuerdos ya viejos hacían constancia de ello.




HACKERS



POR FAVOR, LEE ESTE CORREO.

________________

PATSY

Para Nina

___________________
Nina, una vez más has tenido la fuerza para hacer lo que yo no he sido capaz pero, ¿por qué no me preguntas qué siento yo al respecto? ¿Acaso no tengo el mismo derecho que tú a sincerarme?

Sí, Nina, en todo este tiempo he asimilado demasiado bien que fui un estúpido al retractarme y echar todo a perder. ¿Recuerdas te dije ignorabas los motivos por los que le di a Kristen el anillo? Fue por ti. Porque aprendí a la mala a no dejar escapar lo que amo. No me atreví a decírtelo antes porque sabía que me merecía todo tu enojo, pero tampoco podía superarte. Al principio no entendía que pasaba conmigo, creí que eran remordimientos, pero mientras más tiempo pasaba; y aún con Kristen a mi lado, me topaba con tu recuerdo cada vez que me hallaba con la guardia baja.

Lamento mucho todo el daño que te he hecho, jamás fue mi intención lastimarte aún más. Es sólo que te he necesitado en mi vida, de cualquier modo que fuese posible. Te creí casada tanto tiempo y cuando supe que seguías libre ya era muy tarde. ¿Sabes?, en mi vanidad te imaginé impoluta, apegada a mí cuando te supe soltera. No tienes idea lo que me dolió entender que me desechabas con cada uno de tus “amigos”.

Me pides sea feliz con Kristen y al parecer no recuerdas cuánto odio me digas lo que tengo que hacer o sentir. En lo que coincido contigo es en que ella me ama y que también la quiero a ella, pero no puedo obviar más que te quiero a ti también.

Nina, yo de verdad deseo volver a verte, esto, escribirte, no es suficiente para todo lo que tengo que decir. Por favor, déjame hablarte. Déjame encontrarte. O al menos, déjame reunirme contigo en Londres. Dime cuándo estarás ahí y yo te alcanzaré. ¡Al diablo con Ethan Nina! El no soy yo.

Robert

 
Era ya septiembre cuando me animé a escuchar la súplica de su encabezado. Y me afectó demasiado. En vez de alegrarme, mi vena masoquista sólo podía entender que él también me había amado pero que ahora estaba con Kristen. ¿Para qué quería que nos encontráramos? ¿Qué iba a cambiar eso? Seguiríamos siendo de mundos diferentes siempre. ¿Por qué no me dejaba ir en paz? ¿Qué caso tenía haberme sincerado con él? Su ruego sólo pedía leyese su mensaje, no que lo contestara. Estúpido consejo de Aarón…

A principios de Octubre se publicó en una revista británica una entrevista con Kristen donde finalmente aceptaba que su novio era inglés y se mostraba molesta por haber dejado escapar esa idea y verla impresa. A mí me dio igual, yo sabía la verdad desde hacía mucho. Lo sobresaliente era que la chica por fin dejara la puerta abierta sobre su vida íntima al público luego de tanto tiempo de especulación.

Ese mismo mes me concentré en otro evento. Moka se casaba y, envuelta como estaba ella en todas las preparaciones de su boda casi no la veía, Yo era la única del grupo que quedaba soltera y al parecer eso iría para largo. Al único que quise a mi lado en ese feliz suceso a pesar de todo fue a Aarón. No me malinterpreten, adoraba la idea de ver tan dichosa a mi mejor amiga pero a la vez sentía el peso de la soledad más que nunca.

Asistimos a toda la ceremonia y sonreímos comportándonos a la altura, bailamos y bebimos y disfrutamos de toda la alegría que rodeaba a mí amiga en su día; y sí, no pudo faltar la discusión de siempre entre nosotros al ser en realidad tan amigos y tan distintos. Ya bien entrada la noche y algo ebrios bailábamos y brincábamos entre risas al ritmo de una canción que nos encantaba a ambos cuando se nos unió la novia. Moka estaba radiante y repartía abrazos y besos a diestra y siniestra entre su familia y amigos mientras bailaba con su flamante esposo también. Era imposible no contagiarse de su efervescencia y sentirse dichoso. Y por un buen rato, olvidé todo sentimiento de abandono que me era tan familiar.

No sé si eso fue lo que le pasó a Aarón también, o que simplemente mi barrera autodefensiva se hallaba alcoholizada, pero el caso es que me sentí total y completamente feliz en los brazos de mi amigo.

Estaba guapísimo esa noche, con un magnífico traje oscuro que marcaba su varonil espalda y su escurrida cadera bajo el saco. El pelo de textura quebradiza y usualmente descuidada, se acomodaba perfectamente con la ayuda de algún producto que debería convertirse en su mejor aliado en mi opinión.

-Aarón, -dije mientras bailaba una lánguida canción americana en sus brazos- te ves muy guapo hoy. Lástima que todas mis amigas ya están casadas… -reí bobamente ante mi comentario mientras él me miraba curioso- Te juro que te considero un buen partido, alguien que sí le presentaría a una amiga.

Él soltó una risa traviesa y se enderezó alegremente en mi abrazo,

-¡Sí que lo soy! Y además canto y bailo muy bien.

Me reí torpemente de su broma.

-Te faltó decir que eres muy inteligente y que sabes hablar de casi cualquier tema.

-Y… -entrecerró los ojos riendo como niño- Además… ¡Ja! Beso excelentemente bien.

Guiñé los ojos tratando de imaginarlo y me reí tanto que el cuerpo se me convulsionó.

-¿Qué? ¿No me crees?

-No es eso… Es que…-reí aún más-, ya te encontré un enorme defecto. No eres nada modesto.

Él se encogió mientras posaba nuestras manos unidas sobre su corazón; fingiendo estar herido de gravedad.

-¡Auch!, pero como eres mi amiga, no se lo vas a decir a nadie, ¿verdad?

Lo miré alegremente.

-Prometido.

De repente la canción llegó a su clímax a través de un solo de guitarra y ambos aullamos emocionados. ¡Qué feliz estaba yo!

Mucho muy después de la media noche y ya con pocos invitados presentes nos despedimos de los novios efusivamente. Les deseamos buen viaje y toda la felicidad del mundo de corazón y salimos del salón; Aarón era mi escolta y quien me llevaría a casa también. Ya en el auto y con la música encendida me propuso ir a seguirla a algún club. Me reí mucho de la imagen mental de nosotros dos arribando al sitio, vestidos tan formales, y me entraron aún más ganas de aceptar.

El sitio de moda fue nuestra meta y aunque logramos entrar, nuestra fiesta se terminó sólo una hora después, cuando era tiempo de cerrar. Resignados y bastante ebrios dimos por terminada la noche y enfilamos hacia mi casa.

Sí, no es sorpresa lo que pasó después; lo que sí me asombró fue mi reacción posterior.

Aarón me acompañó hasta mi puerta, y ahí le agradecí por la magnífica noche que había pasado, aún feliz y dichosa, completa. Él sonreía satisfecho y evidentemente concordante conmigo.

-Nina, no blofeaba hace rato.

-¿Respecto a qué?

-A que beso muy bien.

-No seas cabrón Aarón… -reí coqueta-.

-Sí lo soy Nina, pero procuro portarme decente contigo casi siempre. –Se rió sin vergüenza y acercándose a mí-. Anda… Anímate, te aseguro que sólo puede mejorar la noche aún más.

Lo miré con dulzura, lo quería mucho en ese momento y tuve ganas de complacerlo. Me acerqué a él con la confianza de conocerlo de tanto tiempo y algo emocionada también. Él entendió a mi cuerpo y se adueñó de él con sus labios. Empezó con cuidado para poco a poco abrirse paso con su cálida lengua al interior de mi boca y derretirme por completo. Me sentí desconectada de todo y dichosa entre sus brazos. El cariño que le tenía diferenciaba enormemente aquella unión del sexo casual al que me había acostumbrado y fue agradable, como si por fin estuviera a salvo del dolor.

Cuando nos separamos, Aarón estaba evidentemente más agitado que yo. Sus ojos negros brillaban en la turbiedad del alcohol corriendo en su sangre. Yo en cambio, me sentía en paz.

-Buenas noches Aarón.

-¿Nina?

Me mordí los labios al sentirlo tan cerca de mí, dispuesto a hacerme feliz si yo lo permitía.

-Tienes razón… Besas muy bien.

Él sonrió torcidamente y ahí me quedé seca. Esa mueca me era demasiado familiar para no notarla.

-¿Nina? ¿Qué pasa? ¿Te molestaste?

-No, Aarón, ¡no! Es sólo que… -mi frente se arrugó preocupada-.

-Hum… -arqueó la ceja decepcionado- Sigues sin estar lista…

Se alejó un paso de mí y elevó el rostro separándolo de mí.

-¡Maldito tipo! –Soltó con desdén-

-No digas eso Aarón, no vayas por ahí… Ha sido una noche perfecta, lamento habértela echado a perder.

-No Nina... Es que me diste la impresión equivocada, ahora me siento como un tonto.

-Aarón. Por favor, ya basta, estás malinterpretando las cosas.

Me miró sin comprender.

-Te quiero mucho Aarón, me sentí feliz hoy contigo, pero no quiero confundirte ni arruinar nuestra amistad. He sido muy hueca por mucho tiempo y tú no mereces te trate como a uno más de mis “amigos”.

-Ya Nina, déjalo, no se puede arreglar y fue mi culpa. Mejor me voy, trabajamos juntos y no quiero hacer de ello un infierno por un beso. Voy a pasar de ti Nina, por mi propio bien.

-Como quieras Aarón, y tienes razón, somos compañeros y amigos y fue sólo un beso. Gracias por la noche, te veo el lunes en la oficina.

-Sí Nina… Hasta el lunes.

¡Qué mal me sentí por él! Era una lástima que el recuerdo de Robert me hubiese asaltado tan inoportunamente. Deseé poder enamorarme de alguien como Aarón.

Noviembre llegó y por fin las cosas iban lentas en la oficina. Nunca más hablamos del beso y fingimos que todo era como antes, aunque sí, la verdad; Aarón estaba un poco diferente en su trato conmigo hasta antes de aquello. Lamenté no poder enamorarme de él, porque quererlo, sí que lo hacía.

La fecha de mis dos semanas de vacaciones empezaba en noviembre 20, unos pocos días después del estreno de Breaking Dawn Parte 1, y muy temprano. Llegaría de madrugada a Londres y ya en lunes por la diferencia de horas. Ethan no podría recogerme en el aeropuerto al ser semana laboral y no me preocupé. Tendría que tomar un taxi a mi hotel, que aunque excesivamente caro, sería de los pocos que utilizara en mi estadía.

En mi último fin de semana en casa me negué a ir a ver la película con mis amigas ésta vez, no tenía interés alguno en verlo casarse con Kristen en pantalla gigante. Eso sería demasiado masoquista, ¡aún para mí! Lo que sí hice en privado fue mirar las fotos de las premieres en Londres y en España. ¡Ugh! Kris había roto su costumbre y se había puesto unos hermosos vestidos de gala que la enmarcaban preciosamente; parecía más mujer, más glamorosa y se apretaba a su Rob con orgullo y sin recato ya ante las cámaras. ¡Se veían tan felices y lindos juntos! ¡Qué inconcebible! Sólo un par de meses antes, él me rogaba nos reuniéramos porque no podía olvidarme… ¡Pedazo de idiota!

Mi viaje fue agotador y cuando me hallé en mi cuarto luego de tantas horas, me limité a lo mínimo para poder recuperar el sueño atrasado. Desperté con hambre ya pasada la hora del almuerzo y luego de una ducha en la incómoda regadera prefabricada y encaminarme en busca de alimento me senté con mi i-Pad a revisar el correo buscando saber de mi amigo Inglés; el cuál se reportó listo para vernos pasando la hora de la cena y permitirme adaptarme un poco más al nuevo horario. Supuse querría pasara la noche con él y no se me antojó tan pronto. Habría que ver qué excusa usaba yo para evadirlo.

Me encaminé de vuelta al hotel luego de dar un recorrido por las calles de Londres para estirar las piernas, y mientras lo hacía, decidí comunicarme con Ethan para cambiarle la cita hasta la mañana siguiente. Valía más la pena dormir de nuevo y estar bien despejada para lo que fuese.

El martes compré la lista de eventos del “Time Out” y me quedé de ver en la entrada de mi hotel con Ethan a la hora del almuerzo. Mi galante amigo estaba tan atractivo como siempre cuando lo vi por primera vez luego de tanto tiempo. El cabello negro ligeramente distinto pero igual de hermoso.

Su recepción fue más afrancesada que inglesa, pues me elevó en sus brazos en plena calle y me plantó sendos besos que me hicieron ruborizar de emoción.

-Nina, ¡qué linda estás! El video chat no te hacía justicia. ¡Pero qué mal vives lejos de mí! Estas mucho más delgada que cuando te dejé de ver.

Me reí feliz, de verdad me daba gusto volver a ver a Ethan.

-Y tú estás igual de encantador que siempre.

Él soltó una de sus sonrisas deslumbrantes.

-Y mi té sigue siendo muy bueno también.

Vaya que si me reí ante la alusión

-Ya habrá tiempo para ello, ahora quiero saber de ti y pasear por la ciudad mientras el clima y el sol nos lo permitan.

Nos encaminamos rumbo al tubo, bueno, la estación del subterráneo para irnos de paseo. En mi bolso llevaba lo necesario para pasar la noche con él si es que las circunstancias se daban. No es que estuviera ansiosa por acostarme con él, pero prefería estar preparada.

El sol se ocultó mucho más temprano de lo esperado gracias al mal clima y Ethan optó por invitarme a su departamento para secarnos y cenar algo.

-¿Estás segura que no prefieres dejar tu hotel y quedarte aquí, conmigo? No tengo problema alguno, además, te ahorrarías mucho dinero.

-No Ethan, te lo agradezco de nuevo, pero no quiero molestarte.

-Anda, que no es molestia. Además, te prometo que no estoy pidiéndote otra cosa, eso es asunto tuyo por muy encantado que esté de pensar me dijeras que sí. –Se rió pícaro y yo lo imité-.

-Gracias de nuevo Ethan.

-¿Segura no te quedas hoy? El clima no va a cambiar hasta mañana y te vas a empapar de regreso.

Miré por la ventana. Tenía razón. Los aguaceros de noviembre eran famosos y yo no tenía ganas de correr bajo la lluvia helada.

-Anda, ¿te preparo el sillón? ¿O prefieres la cama, conmigo?

-Aún estoy desorientada Ethan, y cansada de verdad.

-¿Y si te prometo portarme bien, te quedas conmigo?

-No creo que puedas.

-¡Eh! A que sí. Bien sabes que no soy un patán. –su sonrisa era limpia, auténtica y confié en él-.

Mi Ethan fue fabuloso como siempre, no me presionó y dormí calientita a su lado. Cuando me levanté me topé con una nota suya que me invitaba a quedarme todo lo que quisiera y me sintiera en casa, esperando verme más tarde. ¡Después de todo, sí que había dejado un excelente amigo en Londres! Desayuné cereal que me encontré en su alacena y le dejé una contestación diciéndole tenía que volver al hotel a revisar unas cosas. Me preocupaba un poco aceptar su ofrecimiento porque, a pesar de haber sido tan respetuoso la noche anterior, temí sentirme presionada a más si habitaba bajo el mismo techo.

Regresé al hotel meditando aún si valía la pena ahorrarme el dinero del hospedaje, Ethan era muy bueno en la cama, pero no era mi plan comprometerme de ese modo con él. La mañana estaba mejor que el día anterior, pero aún húmeda así que me metí en la ducha y mientras me arreglaba noté unos papelitos en el piso, cerca de la puerta:



*** El Sr. Thomas P. vino a buscarla éste martes a las 17:45. Dice vendrá de nuevo mañana miércoles antes del almuerzo. ***

 
*** El Sr. Thomas P. llamó sin encontrarla a las 20 horas. ***

 
*** El Sr. Thomas P. llamó sin encontrarla a las 22 horas. ***



Sostuve las hojas con demasiada firmeza. ¿Qué? ¡¿Qué?! ¿Cómo? ¡Eso no era posible! ¡No podía ser él! ¡No! ¿Cómo sabía que estaba yo hospedada en ése lugar? ¿Cómo me había encontrado? ¿En verdad era él?

Llamé a recepción para indagar más al respecto, pero no supieron decirme nada nuevo. Me quedé sentada en la cama en mi ropa interior muy quieta luego de colgar. No sabía qué pensar. ¿Acaso me había investigado o me había perdido de algo? ¿Algún correo que no abrí?

Encendí mi i-Pad y me puse a escanear buscando algo suyo. Nada. Lo único que había nuevo era un mensaje de Aarón marcado como imperioso.



URGENTE
________________
AARON

Para Nina
___________________

Nina, primero que nada espero hayas llegado con bien a Londres y segundo, ojalá me perdones por lo que hice.

No me creas un santo o un demonio por mis acciones, porque las hago pensando no sólo en ti, sino en mí. Nunca hablamos de aquél beso pero debimos hacerlo, y ya que a ti se te da lo de los correos, pensé sería un buen modo de comunicarme contigo.

Yo te sentí muy bien en mis brazos esa noche, como si ese fuese tu lugar y me decepcionó mucho darme cuenta de que sigues pensando en ese tipo, por eso, hice lo que hice…

No te enojes demasiado, pero me metí en tu correo (tienes que cambiar la contraseña porque es demasiado fácil); y escaneé entre tus mensajes hasta hallar el que me interesaba. Tu Robert fue muy bueno con las palabras y yo tomé la decisión por ti.

Le envié todos los datos de tu viaje a mí nombre, aclarando mis acciones con él. Si de verdad le interesas cumplirá su palabra de buscarte; sino, por fin tendrás tu respuesta y espero, una clausura. No te preocupes, no le dije nada que tu no hayas dicho antes, bueno sólo agregué el hecho de que te quisiera ver sana y libre porque me interesas. Te dije que soy un comodino y me gusta ganar. Esta es mi apuesta Nina.

Regresa con bien. Te veo en dos semanas.

Aarón


Temblaba al terminar de leerlo. Estaba impactada. ¡Aarón! ¿¡Cómo pudiste hacerme esto!? ¡Dios mío! ¿Qué iba a pasar ahora? ¡Uf! Quizá tendría que ir a esconderme con Ethan por el resto de mi estadía. ¿Pero cómo se había aparecido ahí si estaba en plena promoción del film? De repente le monté el freno a mi mente en seco. Estaba hecho, el muy cabrón de Aarón me había arrinconado y estaba frente a una oportunidad decisiva. ¿Acaso no estaba ahí en busca de cambios? Aarón me quería mucho, pero me las iba a pagar cuando regresara. Apenas si tenía tiempo para prepararme para tenerlo frente a mí luego de tanto tiempo.

Rebusqué en mi equipaje varias veces sintiéndome completamente insegura sobre cada elección de vestuario que hacía. ¿Vestido sexy? ¿Ropa formal para verme madura? ¿Jeans y zapatillas como la chica de antes? ¡Malditos nervios! ¿Y el clima, qué tal si lo que escogía era totalmente inadecuado? Finalmente opté por unos entallados jeans oscuros, una fina y sexy camiseta negra y un saco de excelente corte al cuerpo, acompañado de unas botas marrón de calce alto tipo equitación. Cualquier clima era adaptable a mi vestuario y además era una mezcla de todas mis opciones que dejaba ver lo bien formada que estaba ahora. ¡Maldición! Mi pelo era rubio, ojalá pudiera hacer algo al respecto, pero no… No había nada.

Estaba ansiosa a más no poder. ¿Qué iba a decir? ¿Qué esperaba él de este encuentro? ¿Y yo? Mi celular sonó con un mensaje mientras me revisaba el cabello por enésima ocasión. Era Ethan.

-¡Hola preciosa!

-Hola, Ethan, gracias por anoche y por el desayuno.

-Mi casa es tu casa. ¿Qué, te vienes conmigo?

-Ahora no puedo, creo que tengo una entrevista dentro de poco.

-¿Entrevista? ¿Trabajo?

-No, es un mensaje que me dejaron en el hotel. No sé si esa persona llegue.

-¿Ocupas ayuda?

-¡Oh! No lo creo, pero gracias.

-Hum… ¿Y crees que te desocupes pronto?

Pestañé sorprendida.

-No lo sé.

-Ok, te veo hoy al rato, ¿no?

-Sí, claro

Eso me aseguraba tener un pretexto para deshacerme de Robert si todo era terrible y no estar sola si me sentía triste.

-Perfecto. Besos, preciosa. Te busco más tarde entonces.

-De acuerdo.

Cuando dejé el celular, me tumbé sobre la cama, demasiado nerviosa. Estaba totalmente bloqueada, sabía que iba a verlo por fin, pero de verdad mi mente se había quedado en blanco.

Apenas poco después de la una recibí una llamada de recepción para avisarme que el señor Thomas quería saber si podía subir a mi cuarto. Mascullé un “sí” y colgué. Me enderecé en el borde con las manos plantadas sobre mis muslos y esperé. El toque en la puerta tardó menos de dos minutos.

Me puse de pie con calma, me ajusté el saco y pasé la mano por el pelo intentando amoldarlo un poco. Finalmente, me acerqué a la entrada y tomando el pomo con firmeza, abrí la puerta.

Ahí estaba él, con una expresión ansiosa en su rostro de ligera barba y gorra de baseball azul.

Ambos nos miramos en silencio con demasiada expectación. Observando todo en milésimas de segundo.

Estaba un poco subido de peso en comparación a la última vez que nos habíamos visto y le noté algunas arrugas prematuras alrededor de los ojos además de marcadas ojeras. Vestía muy informal, como para pasar desapercibido. Unos jeans marino, unos tenis converse al juego y una camiseta negra con una leyenda descarada. Aún así, con el desgarbo que le caracterizaba, estaba muy guapo.

-Hola, Nina…- Sus ojos brillaban alegres y su voz estaba entrecortada de emoción. Me impacté al oírlo, sonaba mucho más impresionante en persona de lo que recordaba. Él miró hacia el interior de mi pieza con precaución, pero sin perder el ánimo.- ¿Puedo…? -El aire se le acabó ahí.-

Acepté con la cabeza y me hice a un lado para dejarlo entrar. Al pasar a mi lado me miró de reojo y sus ojos verdes me bloquearon por completo-.

Me recargué un poco en la puerta al cerrarla tras de mí, ligeramente temblorosa. No sólo mi mente estaba en blanco; mi cuerpo, de momento, sólo reaccionaba en respuesta a su presencia.

Luego de entrar, se plantó frente a mí a una distancia un poco más grande de lo normal. Le sostuve la mirada en silencio, sintiendo cada inspiración mover mi pecho. Pienso que todo mi rostro debió haber reflejado la ansiedad que me controlaba, porque él se movió muy despacio cuando finalmente lo hizo. Un esbozo de sonrisa apareció en sus labios y el brillo en su mirada aumentó con ella, pero el gesto fue reprimido por otro de incertidumbre mientras metía las manos en los bolsillos traseros de su pantalón. Yo seguía sin hablar y él tuvo que hacerlo primero de nuevo.

-Nina… ¡Hola! ¡Por fin…!

Me mordí los labios, nerviosa mientras asentía con la cabeza y finalmente respondí.

-Hola, Robert.

Noté como el pestañaba, como si el sonido de mi voz lo afectase también.

-Hola… Yo… Hum… -su mirada se clavó en el piso un momento cuando siguió hablando con un poco de risa nerviosa-. Creí que tendría algo listo luego de tanto tiempo de esperar esto, pero… -se removió el pelo mientras me miró abochornado- La verdad es, que, tengo trabada la mente.

Asentí en acuerdo soltando una ligera exclamación, y por fin liberé la manija de la puerta. Entonces noté como me miró con más calma asimilando mi aspecto.

-Estás… Muy delgada.

Lo miré retadora instintivamente. Él estaba acostumbrado a bellezas de bisturí en su trabajo, pero yo ahora me sentía muy segura de mi aspecto. Me encogí de hombros mientras hacía un mohín con los labios, estaba empezando a recuperar mi respiración. Quizá pronto podría recobrar mi voz también sin que él se diera cuenta que no callaba a propósito.

-Nina… Yo… Quizá debería empezar de nuevo. –Me miró esperando mi aprobación y habló lleno de entusiasmo.- Creo que primero debo agradecerte por recibirme, aprecio mucho esto, de verdad.

Bufé un poco y el habla me regresó junto con esa exhalación.

-¿Pasa algo?

-No… Es sólo que… La verdad, Robert… Yo no sabía que vendrías hasta hace una hora.

-¿Cómo?

Le vi pasar de la ilusión a la incomprensión en un respingo, tragando saliva ruidosamente. Su lenguaje corporal cambió completamente ante la implicación de mis palabras. Su expresión se volvió atónita y ambas manos se le fueron al pelo revolviéndoselo varias veces mientras exhalaba aire. Me sentí en la necesidad de ampliar mi explicación.

-Yo… No entendía cómo habías dado conmigo cuando vi los mensajes que me dejaste en recepción. Eso fue lo que me llevó a encontrar un email de Aarón explicándome sus acciones.

Ambos nos miramos consternados.

-¿De verdad...? ¿Tú, no sabías nada?

-No.

-¡Oh! Entonces… ¿Te encontré por suerte…? No me esperabas… -Eso último una afirmación-.

-No… Sí pensé en marcharme, pero opté por quedarme –sus ojos dejaron de saltar de aquí a allá para engancharse en los míos justo en esa frase.- Aunque la verdad… No sé a qué has venido.

-¡Nina! ¿En serio?

-Sí, yo… ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en plena promoción de tu película?

-Nina, ¿no leíste mi mensaje? Te dije que yo te alcanzaría como fuera. Le pedí a mi manager, Nick, bloqueara estos días de todo para poder verte.

Mi expresión fue de total incredulidad. ¿Cómo era que esto estuviera sucediendo?

-Aún así… No entiendo. ¿A qué has venido? Te pedí que me dejaras en paz, que no volvieras a buscarme.

-¡Nina!

Retrocedió un poco acosado por mis palabras, que aunque dichas sin enojo, eran igual de duras.

-Nina, ¿acaso no cuenta para nada todo lo que he hecho durante estos años? ¿Todas las veces que me disculpé? ¿Tanto así me odias?

-¿Odiarte? –Lo miré considerando la pregunta honestamente.- No, no te odio. Lo hice por un buen tiempo, pero ya no.

Sus ojos me miraron incrédulos ante mi sinceridad. Retrocedió aún más hasta encontrarse junto al silloncito de cortesía en el cuarto, donde se sentó en silencio. Yo me moví a la par en dirección opuesta, como magnetos repeliéndose, hasta sentarme en el borde de la cama.

-Nina, supongo que no me servirá de nada volverte a decir que lamento mucho haberte lastimado de ese modo, pero es verdad. Ojalá pudiera cambiar el pasado, pero yo también he aceptado que eso es imposible. Por eso estoy aquí, porque sólo cuenta lo que hago hoy.

Mi mirada era fría, analítica, y no podía controlarla. Estábamos por fin juntos, y todo lo que podía hacer era comportarme como una roca. Creo que fue porque el reencuentro era demasiado irreal; como si solamente se tratara de otra alucinación mía donde podía azotarlo con mis palabras sin mayor consecuencia. Porque eventualmente despertaría y él, otra vez, jamás habría estado a mi lado de nuevo.

-Aún así, aunque puedas tener razón, ¿a qué has venido? Ya te escribí que no hace falta te recrimines más. Lo que me haya dejado esos días es asunto mío. Estar aquí, en Londres, es sólo una más de las cosas buenas que me llegaron como consecuencia de aquel verano Robert.

-Nina… -me miró con esos ojos verdes que me calaban los huesos- ¿Y por qué Londres?

-Porque es la primera ciudad que visité a causa de mi trabajo. Porque está llena de buenos recuerdos.

-¿Y por Ethan? –Lo miré sorprendida, incómoda, lo último que había dicho yo en mi correo era algo muy revelador sobre la razón de mi conexión con Ethan-. ¿Estuviste con él anoche? No llegaste a dormir, lo sé.

¡¿Celos?! ¿Sería posible que aún intentara celarme?

-Sí, me quedé con el ayer. De hecho, vendrá por mí más tarde.

-Nina, ¿qué tontería estás haciendo? Según tu, él es un remplazo mío. Yo estoy aquí, ahora.

-¿Y qué quieres Robert? ¿Qué buscas aquí? ¿Sexo? ¿Qué nos demos un buen revolcón como entonces? -Su mandíbula se tensó ante mi vulgaridad, casi podía oírle rechinar los dientes.- Lo siento, pero desde ti tengo una regla, no más hombres con relaciones previas. Son demasiado complicados y yo soy libre. ¿O acaso eso cambió? ¿Terminaste con Kristen?

Me miró rabioso, tratando de contenerse.

-Bien sabes que no.

-¿Entonces? ¿Qué? No me digas… ¡Ya recuerdo! Nos quieres a las dos. ¡Vete al cuerno! –Me incorporé molesta de la cama y me encaminé a la puerta- No tengo tiempo para ti Robert, así que vuélvete por donde viniste por favor.

Él no se levantó del sillón, en cambio, aferró las manos sobre los descansos muy irritado.

-¡Mujer! ¡¿Por qué todo es siempre tan complicado contigo?! ¡Me podré merecer tu enojo pero ya basta!

-¿Basta de qué? ¿Quieres que todo se simplifique? No se puede, tú eres el que lo hace todo difícil. Eres un niño que no sabe lo que quiere y prefieres culparme a mí por tu inseguridad.

-Eso no es cierto Nina. No te culpo de nada, ni si quera por haberte dedicado a acostarte con cuanto tipo te pasara por enfrente.

-¡Por supuesto que no tienes por qué opinar nada al respecto! ¡No soy tu novia! ¡Nunca fui tu novia! Así que no te permito una palabra al respecto.

Respingó violentamente ante mi ataque, ¡por fin había podido usar sus propias palabras en su contra! ¡Qué bien se había sentido eso!

-¡Nina! ¡Yo…! Yo sólo dije eso entonces porque intentaba me dejaras, no quería hacerte tanto daño.

-Lo hiciste muy bien, me alejé de ti. El que no pudo mantenerse en su decisión fuiste tú. ¿Por qué no me dejas en paz?

-Porque me di cuenta desde un principio lo mal que se sentía todo. Que no quería que te fueras así, tan decepcionada de mí. Decirte todo eso fue muy difícil, nada de ello era verdad, fue una gran mentira pensando que hacía lo correcto por ti; para ti…

-No… Te equivocas, todo era verdad; nada ha cambiado desde entonces. Tú y yo somos muy diferentes, ninguno podría tener cabida en la vida del otro; sólo que tú no lo entiendes Robert.

-No, la que no lo ve eres tú. Si fuese tan imposible, no estaría yo aquí, no me hubieras contestado nunca. Tú también sientes algo por mí y no lo quieres aceptar.

-¡Ya Robert! ¡Déjame en paz! Estas quedando muy mal. Yo no vine a Londres por ti, lo hice por mí; no deseaba verte. Aarón me la va a pagar cuando lo vea.

-¿¡Qué es ese tal Aarón de ti!? Le debo una, salga este encuentro como salga.

-Un amigo.

-¿Otro de tus “amigos”? ¿Eh?

-No, con él no me he acostado. A él lo quiero de verdad.

-No te entiendo de nada. ¿Lo amas?

Esa fue una excelente pregunta. Una excelente defensa, un arma perfecta… Que no usé.

-Él me ama a mí.

-¿Y te lanzó a mi lado?

-¡Qué presumido eres Robert! Pero sí, me dejó en libertad; me ama tanto que me entiende y sabe que soy así, libre. Ojalá siga ahí cuando me canse de tanto volar, porque sí que lo quiero.

-¿Y Ethan? ¿Sabe de Ethan también? ¡Qué gran amor te tiene! –dijo sarcástico-

-Por supuesto. Pero yo no le voy a imponer me acepte así. Él me lo ha dicho, me quiere toda para él, ser el último y el único hombre en mi vida. Yo no estoy lista para eso.

-¡Pues bien que la has hecho! Tienes tu fila de pretendientes para escoger.

-Viniste a eso, ¿no? A saber sobre mí, a oírlo de mi propia boca. Pues esto soy yo ahora.

-Una rubia tonta…

Sentí ganas de soltar una carcajada y lo hice, ¡que insulsa agresión!

-Soy castaña natural, ¿lo recuerdas? Somos más inteligentes. Kris sí es rubia ¿verdad? Sólo que se tiñe de oscuro…

-¡Déjala fuera de esto!

-Pero si la traes contigo a todos lados. Es prácticamente tu mujer.

-¡Nina!

Se levantó con rabia del sillón y se dirigió hacia mí con grandes zancadas. Me asustó su expresión. En un momento estaba ya sobre mí, tomándome con fuerza por los costados. Empecé a temblar sin control bajo su contacto. Todo mi temple abandonándome.

-¡Basta de herirme! ¡Basta de arruinar esto!

-“Esto”, no es nada. Son ilusiones tuyas. ¡Déjame!

-¡No es cierto! Eres Nina, mi Nina aún, debajo de todas esas palabras, estás ahí. ¡Lo sé!

Sus ojos eran de color aguamarina, tal como la última vez que los había visto; igual de cercanos a mi rostro, igual de abrumadores. Iba a besarme y me petrifiqué de pánico. El calor de su presencia estaba derritiendo imparable un hoyo en mi coraza de múltiples capas. ¡No! ¡No podía ser! ¡No podía dejar a la vieja Nina asomarse! Odiaba a esa chica; a su debilidad, a su inocencia, a su capacidad de amar. Se me había acabado el aire en un instante y en otro me vino a través de su boca con un ardor que quemaba. ¡Dios! ¡Sus labios tan entrañables se movían sobre los míos con conocimiento y experiencia! Con el ansia de hacerme recordar lo que nunca se me había olvidado en realidad.

Mi boca se abrió, pero no para recibirlo, sino para soltar un alarido doloroso. Las lágrimas rodaban por mi rostro copiosamente. Me puse casi histérica al oírme gemir así de herida. Mi mano se lanzó contra su mejilla con fuerza mientras hacía enormes esfuerzos por respirar con todos mis pulmones, casi convulsionándome. Entonces, logré gritar:

-¡No! ¡NO!

Él retrocedió asustado. No sólo por el golpe, sino por mi descomunal reacción. Su mano aún reposaba sobre su mejilla enrojecida mirándome pasmado cuando volví a gritarle aún doblada por la fuerza del dolor que mi alma sentía.

-¡Lárgate! ¡Lárgate de aquí!

-¡Nina! ¡Yo…! ¡Nina! ¡Perdón!

Lo miré herida, cubierta de lágrimas, pálida por el esfuerzo de sostenerme.

-¡Lárgate! ¿Qué no entiendes? ¡No quiero quererte de nuevo! ¡Lárgate!

Él no se movió, atónito aún. Entonces fui yo la que me giré hacia la puerta y con un brusco movimiento arranqué mi bolso que colgaba de la perilla y me lancé hacia el pasillo a toda velocidad intentando dar un portazo tras de mí y ganar distancia con ello.

Supe de inmediato a pesar de la ceguera que me causaban las lágrimas, que me seguía de cerca. Su voz me perseguía a gritos también.

-¡Nina! ¡Detente! ¡Regresa! ¡¿A dónde vas?! ¡Cálmate! ¡Vuelve acá!

No paré. Bajé por las escaleras para no esperar el elevador con él pisándome los talones. Sabía que estaría a salvo de él apenas llegara al lobby, no podía arriesgarse a ser reconocido bajo semejantes circunstancias.

Pasé volando por la puerta del edificio con él detrás; sí, su marcha se contuvo un poco al llegar a la calle, pero sólo por un momento. Al parecer dejó de importarle estar tan expuesto y me siguió aún.

-¡Nina! ¡Por favor, no corras!

No le hice caso y me moví con velocidad hacia la estación del subterráneo, mis lágrimas se secaban con el aire y la concentración de la huida.

Me alcanzó en los billetes, pero estaba segura con toda esa gente a nuestro alrededor. Alguien pronto lo identificaría y tendría que marcharse.

-¡Nina! ¿A dónde vas?

-¡Con Ethan! ¡A su casa! Donde debí haberme quedado.

-¡No! –casi gritó, enojado; sus ojos escanearon alrededor, consciente del peligro de ser descubierto.- ¡No!

Me solté de su agarre de nuevo y me encaminé al acceso con él detrás de mí, pero cada vez más cauto y nervioso.

-Nina, por favor… Vuelve conmigo, no te vayas. Yo… Te quiero.

Su voz fue casi un susurro y lo miré sin dar tregua. El carro ya se acercaba y la gente empezó a arremolinarse a nuestro alrededor al haber terminado la hora del almuerzo. Lo asustado de mi rostro era demasiado llamativo para ignorarlo y algunos ya nos miraban curiosos. Robert empezó a perder valor al notarlo.

-Nina… -dijo muy bajo a modo de súplica y aunque lo noté, le ignoré de nuevo-

Cuando las puertas se abrieron salté al interior aún mirando por encima de mi hombro. Él se quedó en la plancha, incrédulo ante mis acciones. Me aferré a una correa y lo observé a través de la ventana. El primer tirón del arranque me sacudió un poco, pero casi no lo sentí. Ambos nos quedamos mirando hasta desaparecer de la vista el uno del otro con el avance del Tubo.

¿¡Qué locura había hecho!? Volver a su lado no era una opción si sólo iba a terminar mal y no creía pudiera ser de otro modo.



-----------------------------------------------------------------------------------------------

¡Ay! ¡Dios! No saben cuántos días estuve bloqueada ante la presión del reencuentro de Robert y Nin. Tanto sentir sólo podía explotar de un modo o de otro.

¿Acaso alguna pensó que Nina iba a caer tan fácilmente? Algún día iba a ser el turno de Robert de pagar.

Cariños: Sissy

18 comentarios:

Wichelitap dijo...

por dios Sissy,... me dejas sin palabras... no sabes lo que io daría por poder hacer eso con mi "robert". tener el valor de rechazarlo así, de callar ese grito de tu corazon de recuperar ese sentimiento tan profundo y fuerte...
la fuerza de poder llevarle la contraria al corazon....
De cierta manera Nina se volvio en mi heroina con esto... yo estuve en esa situación y no supe rechazarlo, ignorar ese grito de alegria y reclamo del corazon por esa persona que te cambio la vida de manera tan drastica, de manera tan general y que dejaste de ser tu misma por poder olvidar...
Como nina a lo largo de los meses logró encerrar bajo muchos muros a la nina que se enamoro y amo... y de verdad, acaso robert creia que iba a ser tan sencillo?
Yo quiero ser Nina y tener ese valor....
la idolatro en este momento, pero de seguro ahora viene el deslave de esas murallas que robert cuarteo con ese beso... ahora pasará un momento duro de seguro.
Plis Sissy, nos hagas esperar tanto... desde ya muero por así sea leer un adelanto....
nos tamos leyendo.
XOXO

Sissy dijo...

Coka, gracias por publicarme. Gracias por darme hogar en tu hogar. Gracias por motivarme a escribir. Gracias por regalarme ésta felicidad.
Sí, ya sé que te lo he dicho muchas veces antes, pero es que es verdad!!!
Te quiero.

Whici, Uf!
Me pega tu comentario, el dolor que viviste. Alguna vez yo también estuve en tus zapatos. Te entiendo.
No. No es fácil cambiar, endurecerte, luchar y encima, ser feliz.

Nina tuvo suerte y se apegó a sus posibilidades, pero también eso cambia.

Espero el siguiente capi te guste, porque rompí mi regla de apegarme a la realidad. Tenía un diablo susurrándome en el oído y me dejé llevar.

Les dejo cariños a todas y gracias de antemano por sus palabras!!!

Sissy

Claudia Miller dijo...

Sissy,
Muchas felicidades por este capítulo tan inesperado...estoy con las chicas en que llevarle la contraria al corazón tiene que ser muy duro...una vez me toco hacerlo para recuperar y salvar una parte de la relación con mi "robert" que veía perdida...afortunadamente, después de eso todo se ha solucionado y ahora estamos mejor que nunca :)
Sé que es una situación muy dura, difícil, complicada...pero tb es cierto que te ayuda a madurar y a crecer...aunque el dolor que sientes no se compara con nada...
Espero que sea lo que sea por lo que cualquiera de vosotras estéis pasando o haya pasado encuentre la felicidad que tanto necesita...os deseo mucha suerte, chicas y todas mis fuerzas y mi cariño!!!!
En cuanto al capítulo, Sissy, qué puedo decirte????
No me esperaba este giro que le has dado pero que tanto me ha maravillado. Para mí, Nina también es una heroína de los pies a la cabeza..ya estoy deseando seguir leyendo el resto de capítulos, please!!!!! ;)
Besitos para tí y para Coka.
Lourdes

Anónimo dijo...

increible esta historia! en algun momento de nuestras vidas tenemos que aprender a decir no y me sucedio algo muy parecido! mealeje de algo maravilloso antes de que fuese peor! definitivamente es una gran historia y cada capitulo se pone mejor! felicidades Sissy por tu trabajo un beso!
Ma. Veronica

Anónimo dijo...

Que buen capítulo, felicidades Sissy como siempre te quedo maravilloso, que gran giro le diste a la historia me tuviste con el corazón en la garganta sufriendo con Nina, creo que muchas de nosotras hemos vivido un gran amor con nuestro Robert y hemos tenido que alejarnos para no sufrir más.
Afrtunadamente la vida da muchas vueltas y yo escogi quedarme con mi Aarón que siempre estuvo ahí para mí esperando a que mi corazón se recuperara y ahora somos muy felices y tenemos un hermoso hijo producto del gran amor que nos tenemos.
Por favor no nos tengas con el alma en un hilo esperando el siguiente capítulo, no queremos presionarte pero necesitamos seguir deleitandonos con tu magnifica historia.
Marga.

Anónimo dijo...

Que buen capítulo, felicidades Sissy como siempre te quedo maravilloso, que gran giro le diste a la historia me tuviste con el corazón en la garganta sufriendo con Nina, creo que muchas de nosotras hemos vivido un gran amor con nuestro Robert y hemos tenido que alejarnos para no sufrir más.
Afrtunadamente la vida da muchas vueltas y yo escogi quedarme con mi Aarón que siempre estuvo ahí para mí esperando a que mi corazón se recuperara y ahora somos muy felices y tenemos un hermoso hijo producto del gran amor que nos tenemos.
Por favor no nos tengas con el alma en un hilo esperando el siguiente capítulo, no queremos presionarte pero necesitamos seguir deleitandonos con tu magnifica historia.
Marga.

nydia dijo...

dios Nina eres fantastica ,muy fuerte por cierto para poder hacerle algo asi a Robert aunque claro tenias que protegerte y no permitir que te lastime otra vez ,y como dicen por ahy la vida sigue ....Gracias nena por compartir un capitulo mas de tu magnifica historia....Besos ...

kdekrizia dijo...

Hola Sissy. En este capítulo has dejado salir toda la rabia de Nin hacia Robert, ya era hora que nuestro Robert recibiera un poco de su propia medicina. Has logrado que dos caracteres muy diferentes explotaran después de tanta ausencia y tantos correos, tantas mentiras y verdades a medias, siempre sesgadas por los sentimientos propios.
Me gusta como desarrollas la tensión entre los dos personajes y como vas incluyendo en la acción a los personajes secundarios como Ethan o Aron.
Besos y esperare impaciente el siguiente capítulo.

malu dijo...

genialll casi lloro ahora estoy re depre, muy bueno ojala publiques pronto el sig cap.

Anónimo dijo...

Dios quede encantada con el capitulo, de verdad muy emotivo, y una chica muy dura esa nina de verdad admirable su actitud. espero con ansias el siguiente capi, no demoren mucho por favorrrrr me muero de la incertidumbre.
sissy y coka saludos y besos, bye.

Mary!

Bell.mary dijo...

Hola Sissy excelente capitulo lleno de tantas emociones, en verdad Robert penso que solo con regresar y decir lo siento Nina caeria otra vez?????
pues si lo penso que tonto es, despues que le hizo tanto mal, las cosas no son asi, ni siquiera ha terminado con Kristen y regresa a buscarla que es lo que busca entonces...... sin duda Nina tiene una gran fortaleza para hacer que tus sentimientos se queden bien guardados y poder enfrentarte a ese hombre que te hizo tanto mal pero al que amas a pesar de todo, me encanto que le gritara todo lo que ella piensa de esta situacion porque en verdad el no es nadie para venir a cuestionarle su manera de vivir,,,,,, solo espero que no se derrumbe toda esta fortaleza que alcanzo con el paso del tiempo con ese beso que le dio, ojala y su amigo Ethan este ahi para ayudarla............ GRacias mi querida Sissy por este capitulo, eres grande ,,,,, y estare esperando el sig. capitulo........Besos

althena dijo...

Hay Sissy que alegria que publicaras!!!! Me encanto el cap. y mas que nada la actitud y fortaleza de Nina!!! Robert pensaba regresar a buscar a Nina decirle lo siento y que ella cayera de nuevo a pesar que el sigue con Kristen??? Ja!!! que sorpresa se llevo pero bien merecida era hora de que el tambien le tocara la furia bien justificada de Nina!!! y tiene mucha razon es un niño que no sabe lo que quiere que madure!!!! Espero que Nina sea fuerte que no se derrumbe por suerte Ethan esta cerca!!! besitos Sissy estare esperando por el siguiente cap. me dejaste la espinita jajjaj besitos!!!

Perdida entre libros dijo...

Sissy!!!
que capitulooo.. mordiendome las uñas estaba conforme iba leyendo..
mi diioos lo viví como si hubiese estado presente.. increibleee!!!
mueroo por leer el próximo capitulo..
y que envidia con Nina.. que daria yo por tener un beso de ese hombre tan maravilloso :P aaah pero tmb tiene su lado malo el hombree :P

encerioo Sissy gracias por darnos algo tan bueno para leer.. que talento tienes :3

Besos
Reyna :)

coki cullen dijo...

ESPECTACULAR!!!!
de veras no puedo decir otra cosa...he estado todo el capitulo en tension... puf y ese final...dios!!! no puedo esperar al siguiente..tengo un calor !!! dios pobre robert...pobre nina...cuanto dolor en esa despedida...que pasara ahora??? aaaaaa

SONIA dijo...

MARAVILLOSO!!!!, QUE CAPITULASO, NO ME ESPERABA ESTOS ACONTECIMIENTOS Y HE DE CONCORDAR CON LAS DEMAS CHICAS, NINA ES MI HEROINA...EN CUANTO A ROBERT, PENDEJASO Y A ARON, PARA AHORCARLO, PERO SE LE ABONA Q DE VERITAS QUIERE A LA NIN...ESPERO EL SIGUIENTE CAPI CON ANSIASN. MIL BESOS SISSY ERES MARAVILLOSA.

SUHEY dijo...

Hola Sissy, que capitulo es una decisión fuerte, pero a veces el debemos proteger nuestro corazón, no sé si yo podría ser tan fuerte como Nina.

Gracias !!!

Anónimo dijo...

Hola sissy, que de impactada con el capitulo, no veo la hora de leer el siguiente, que talento tienes, esta historia es maravillosa.

healcar dijo...

Que locura!!!! Robert cree que solo po su cara bonita y una disculpa ya iba Nin a caer? Que bien que ella es fuerte y que logro salir por que aunque leer duela lo quiere buenisimo el capitulo