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jueves, 3 de mayo de 2012

Mi Secreto- Capitulo 20


ESTADO DE COMA

Original de Sissy


Al llegar al fraccionamiento, opté por insistir en dejar a Robert afuera de su casa ya que no quería correr el riesgo de exponerlo a un hermano mayor celoso y, a juzgar por sus mensajes, bastante molesto con mi desaparición la noche anterior.


Arturo venía bajando ya las escaleras cuando colgaba yo las llaves del coche y me cerraba la chaqueta al recordar que no traía brassiere puesto y por lo adusto de su gesto me alegré de hacerlo a tiempo, ya que lo último que necesitaba era a un hermano gruñón y sobreprotector lleno de furia revisando mi delantera.


-¿Vienes sola?


-Sí.


-Me alegro, porque quiero hablar contigo.


Elevé mis ojos al cielo buscando paciencia y prudencia para no matar a mi hermano de un infarto por la rabieta.


-Me imagino de qué; y no te preocupes que todo está bien.


Mi hermano pestañó un segundo sorprendido por mi sinceridad y cuando reaccionó lo hizo listo para embestir.


-¿¡Bien!? ¿Bien? Estás idiota Nina. Te acuestas con un desconocido y sólo me dice que estas bien. El tipo te pudo haber desbaratado y tu estas bien, ¡pendeja! ¿No tienes idea de todo lo que te pudo haber pasado?


Me hirvió la sangre al oírlo insultarme y cerré los puños tratando de controlarme.


-¡Vete calmando Arturo! ¡Porque no te voy a permitir me hables de ése modo! ¿Acaso no tienes idea de quién soy? ¡No soy ninguna estúpida! Y si crees que éste es el modo de darme un consejo, el idiota eres tú.


-¡Claro que eres tonta! Y te están viendo la cara de tonta, porque evidentemente te paseas por las nubes ¡y te vas a caer!


-No Arturo, si de algo me puedo preciar en esto, es de no ser ingenua. Sé bien lo que hago y créeme, él también está enterado de mis pensamientos.


Arturo me miró duro e interrogante, conteniendo apenas su rabia.


-Mmm… Y entonces, supongo que él sabe que tú tienes a alguien en casa, ¿no?


-Por supuesto -Lo interrumpí con sarcasmo-.


-Mmm. okay; Y tú, ¿sabes si él tiene a alguien acá? Porque eso es muy posible, ¿no lo crees?


-Claro que lo se. Y no te pongas más pesado con todo esto, que vas atrasado y por mucho. Tanto así que hay varias cosas, que aunque no se me antoja en este mismo instante platicarte, tengo que hacerlo. Así que cálmate, siéntate y déjate de el papel de hermano celoso para escucharme, ¿de acuerdo?


Pasé de lado y me dirigí a la sala desplomándome en seco en el sillón. Estaba bastante molesta, pero tampoco tenía mucho tiempo como para desperdiciarlo y además, mis decisiones futuras afectarían a mi hermano de un modo u otro. Tenía derecho a saber hasta donde fuera posible.


Arturo bufó irritado aún tratando de controlarse pero luego de unos segundos me imitó.


-¿Qué? ¿De qué quieres hablar?


-Mira, es cierto que hay mucho que no debería haber pasado desde que me decidí a venir contigo; pero el hecho es que sucedió hasta lo imposible por más que traté de evitarlo y ahora me siento muy distinta a como lo hacía antes de llegar aquí.


-¡Ay! ¡Todo eso por un acostón, Nina? -me cortó asqueado-.


-¡Argh! ¡Arturo! ¡Cómo molestas! ¡Ya! ¡Déjalo ir por un rato!, ¿sí? Hay cosas más importantes que hablar.


Él rodó los ojos mientras apretaba los labios para luego dedicarme una expresión de condescendencia silenciosa.


-Está bien, te escucho, Nina.


Yo también miré al cielo en busca de paciencia y suspiré crispada.


-¡Ya! ¡En fin! El caso es que Thomas me ha hecho darme cuenta que mi ciudad no es mi vida entera, que hay muchas más cosas en el mundo que considerar que sólo un ex y un trabajo. -Al oírme, su expresión pasó a la sorpresa total-.


-Nina, no puedes basar todo ese descubrimiento en un hombre, no debes hacerlo. Si no, estas cayendo en más de lo mismo, dejando que otros manipulen tu vida.


-Al contrario Arti, -me relajé para ese momento-, a veces lo más inesperado te saca de tu mundo y por fin puedes ver la imagen en grande. Creo que eso es lo que me está sucediendo. Sí es cierto que hay un hombre involucrado en esa revelación pero, a fin de cuentas, no hay nada seguro entre él y yo más allá de nuestra rara amistad.


-Conveniente amistad, diría yo.


-¡Como sea, Arturo!, ¡enfócate!


-Está bien, sigue hablando, ¿a dónde va todo esto?


-Va a que quizá, tal vez decida hacer algunos cursos de especialización o hasta una maestría acá en California, si es que logro conseguir una beca por parte de mi trabajo. Si es así, me mudaría para América por unos meses o hasta por un par de años.


Mi hermano pestañó varias veces aturdido por mi confidencia y por todo lo que ésta implicaba.


-¿Y esta idea, que no es mala, tiene algo que ver con Thomas?


-Sí y no. Es decir, sí fue una sugerencia de él; pero como tú mismo lo afirmas, no es mala. -Me levanté para moverme como animal ansioso por la sala-. Pienso que si hice lo que hice con R... Thomas es porque Imanol ya no me convence como antes de venir acá. Yo nunca había sido infiel, y la verdad, no me siento mal por haberlo sido. ¿Me entiendes?


Esta vez mi hermano fue el que suspiró preocupado.


-Si, Nina, ¿pero no crees que también pudo haber sido pura cosa física? Uno hace tonterías cuando deja de pensar con la cabeza y deja que sus genitales lo guíen.


-¡No seas vulgar Arturo! Sé bien que no sólo se trata de eso. Pero ¡ojo! Tampoco estoy diciendo que estoy enamorada de Thomas, sino que al revés. No creo que esté ya enamorada de Imanol y tampoco creo que sea sano seguir con la rutina a la que me aferré en casa. Venirme acá, retomar el rol de estudiante y quizá tener la posibilidad de tener una “amistad” con alguien nuevo y muy distinto, sean en realidad lo mejor para mí en este momento de mi vida.


Arturo calló completamente un par de minutos.


-¿Y basas todas estas asunciones en él, Nina?


-No, en realidad no Art. Claro que tiene mucho que ver, pero es sólo porque tengo que darle el crédito en abrirme los ojos.


Mi hermano fue quien se levantó ahora y caminó en dirección opuesta a mí; evidentemente meditando todo lo que le había dicho.


-Art, ¿qué opinas? Si logro el apoyo en mi trabajo, ¿podrías tú recibirme aquí un tiempo, mientras me estabilizo?


-Entonces, ¿esto es inminente Nin?


-Tanto como se pueda Arti.


Le note claramente preocupado cuando me miró.


-Sí, supongo que sí hermanita, pero, sólo te pido pienses bien las cosas. Lo de estudiar de nuevo me parece estupenda idea, y lo de dejar al idiota de Imanol, aún mejor. Pero creo que te estás precipitando y no quiero que te vayas a arrepentir luego. Lo que estás planteando es un cambio de 180º grados en tu vida Nina y no es cualquier cosa.


-Lo sé, Arti. Pero créeme, todo lo que me ha pasado en estas dos semanas es también así de extraordinario y me parece que sería absurdo tratar de ignorarlo.


-Mira, tendrías mi apoyo si te mudas para acá y claro que eso le daría mucha tranquilidad a mis papás; pero de verdad, piénsalo. Que ésta decisión venga de ti y no de un chico que apenas conoces.


-De acuerdo Art, te lo prometo -dije esperando que eso lo calmara un poco y sonreí para tratar de imprimirle confianza a mis palabras-.


- Mira Nina… Yo… Está bien… Yo tengo que regresar al hospital dentro de un rato, ¿comiste algo? Puede que haya algo en el refrigerador.


Me tranquilicé bastante al oírle, quizá esto también podría funcionar, ¿por qué no? A fin de cuentas, casi todo parecía absurdamente sencillo en ese día.


-No te preocupes, cualquier cosa que encuentre estará bien, comimos algo por ahí. Además, quiero acostarme temprano, estoy cansada… -me miró molesto así que rápidamente agregué algo a la frase-… de tanto sol y de caminar.


-Sí, claro, “caminar”… Como sea, te acompaño a la cocina, y me voy poco después, ¿de acuerdo?


Mi merienda fue breve, pues de verdad me sentía terriblemente somnolienta, relajada y ligera; como si al haberle dicho todo a mi hermano me hubiera quitado un gran peso de encima. Antes de acostarme, me dí un agradable baño caliente que terminó de soltarme los músculos y me hizo sentirme cada vez mejor. Al llegar finalmente a la cama, me envolví en las sábanas y en poco tiempo estaba dormida como comatosa; seguramente no hubiese caído dormida a cuerpo muerto si hubiese sabido que el auto de mi hermano se dirigió primero unos cincuenta metros hacia adentro del fraccionamiento, al departamento de Robert, y permaneció estacionado ahí un rato antes de partir al hospital.


Lo que pasó en ése lugar, sólo lo he podido reconstruir a partir de lo que cada uno de ellos me contó de aquella crucial conversación sobre mi vida en la cuál no estuve presente.


- - - - - - 0 - - - - - -



Arturo estaba verdaderamente preocupado cuando decidió ir a decirle “unas cuantas cosas” a Robert antes de regresar al hospital por última vez esa noche. ¿Qué diablos le había hecho ese mocoso a su hermana? ¡Ella estaba dispuesta a tirar toda su vida por estar cerca de él! Verdaderamente Nina era una inmadura de primera además de una ingenua. ¿Jamás se le había ocurrido a ella que él la podía estar engañando y utilizando para pasar unos días acompañado? ¡Por supuesto que eso tenía que ser! El chico era actor, un ídolo adolescente; seguro que sabía usar su encanto muy bien… ¡Diantres! ¡Si hasta él mismo había caído en su farsa durante todo ese tiempo! Se alegró mucho de todo lo que había descubierto por accidente en el trabajo y hasta sintió alivio a su mal ánimo al haber decidido buscar al tipo en Google luego del estúpido texto de Nina sobre “estar bien” y “verlo más tarde en casa”.


En los breves momentos que tomó llegar hasta ahí recordó lo increíble que había sido descubrir toda la verdad de un modo tan simple. Había estado dando rondas por la clínica buscando calmar su humor de perros tras la delicada cirugía y el maldito mensaje de Nina, cuando por casualidad se fijó lo suficiente en la revista que leía una chica sentada justo frente a la base de enfermeras. El rostro en la portada era imperdible. Se trataba del “amiguito” de Nin, Thomas no-se-que… Se disculpó con la persona que hablaba y caminó en dirección de la muchachita.


-Disculpa, -la adolescente levantó la mirada de su lectura con cara de sorpresa-.


-¿Sí? ¿Viene por lo de mi mamá?


-¿Eh?, no, es que… Perdón, ¿me permites un momento tu revista?


La chica se aferró por un instante a la misma y luego se la cedió con un poco de renuencia. Arturo scaneó por un segundo la portada para luego rebuscar en su interior con rapidez hasta encontrar en sus páginas centrales un artículo sobre el galán de moda; “Robert Pattinson, El Vampiro Más Sexy…”. Repitió el nombre en su mente varias veces mientras ojeó la revistita rosa, la cual mostraba varias fotos del actor junto a otras tantas del elenco principal de la franquicia. Al pie de una de ellas donde se le veía abrazando con cara de sufrido romance a una chica de largo cabello oscuro se leía, “… Robesten, ¿son o no son?...” A poca distancia del médico la chica le miraba con curiosidad.


-¿Le gusta la Saga de Twilight?


La voz sorprendida y algo mordaz de la cuasi-niña lo arrancó de sus pensamientos.


-¿Qué?


-¿Qué si le gustan las películas de Twilight? –Ahora la chica se burlaba con todos los dientes de él; Arturo ignoró la sorna-.


-Este tipo… Robert Pattinson, ¿actúa en ellas?


A la pregunta le siguió un gran bufido y un elocuente gesto con los ojos elevados al cielo declarando al galeno un gran ignorante con ello.


-¡Ay, por favor! ¿Es broma o qué? ¿Acaso vive bajo una piedra? –Arturo ignoró con paciencia la retahíla de la chica-. Él es el actor más famoso de Hollywood en estos momentos, bueno… -y lo barrió de arriba abajo con la mirada- al menos para la gente que sí tiene vida propia.


Aquella información aderezada con hormonas adolescentes sacudió a Arturo y removió la rabia que traía guardada contra Nin y su aventurilla de vacaciones. Miró a la muchacha aún en ascuas y sin contestar el insulto le devolvió la revista y con prisa nada contenida se enfiló rumbo a su consultorio.


Se sentó frente al computador midiendo lo que había descubierto y lo unió al hecho de que su hermanita menor, que aunque fuese ya una mujer, se estaba acostando con ese tipo; y sin dudarlo más, se decidió a teclear el nombre que se le había grabado en la mente. De pronto se quedó rígido cuando el monitor se saturó con resultados.


El primero de ellos era la conocida Wikipedia, con una breve biografía de la joven estrella, la cual leyó con rapidez para luego saltar a las múltiples páginas y blogs dedicadas a él, además de las de chismes y videos. Luego de más de media hora se hartó de leer lo publicado y cerró de golpe el navegador; atiborrado de irritante información.


El tipo se llamaba en realidad Robert Douglas Thomas Pattinson y cuando habían platicado, él había omitido todo sobre su “éxito” con las peliculitas esas de vampiros cursis y lo principal, lo de estar liado con su co-estrella desde el inicio de las mismas. ¿Acaso Nina lo sabría, o también la habría dejado a medias como a él? ¡Daba igual! Ese chico lo iba a escuchar, ¡y su hermana también!, y lo harían en cuanto los tuviera enfrente.


Pero todo cambió cuando, listo para sermonear a su hermana ya de vuelta en casa, ésta le salió con lo de mudarse a Estados Unidos so pretexto de estudiar de nuevo y tener una relación inexistente con el dichoso actorcillo. ¿Le había lavado el cerebro? ¿O era así de tonta? A punto de decirle todo lo que había descubierto en el hospital, se contuvo al verla tan decidida. No, primero tenía que hablar con el tipo. Su hermana había sido muy lastimada por otro idiota y no era buena idea soltarle la bomba para mandarla herida de nuevo a casa. Si ella quería alejarse de todo y reiniciar su vida, valía la pena apoyarla. Sólo era necesario encargarse de que el patán ese se alejara por las buenas de ella, y si no quería, también podía hacerlo por las malas…


Parado afuera del departamentito, tocó a la puerta fuertemente y guardó silencio, no quería espantar el mocoso y sí acorralarlo en cuanto lo tuviera de frente. Abrió y cerró los puños varias veces al escuchar los pasos acercarse y finalmente se irguió en sus casi dos metros de estatura, inspirando profundamente, buscando calmarse antes de actuar.


La sonrisa enorme con que Robert le abrió era evidentemente para Nina, porque se modificó bastante cuando el muchacho comprendió que Arturo no venía en una simple visita social. Bastaba mirarle el ceño para saber que algo andaba mal. Arturo se sintió feliz de incomodarlo desde entrada.


-¡Arturo, hola…! ¿Cómo estás? ¿Te puedo ayudar en algo?


-Hola Thomas, ¿o debería decir “Robert”? ¿Por qué ese es tu nombre más conocido, no es así?


El actor respingó sorprendido pero no se amilanó, enderezándose también instintivamente.


-Sí, así me llamo también, ¿Nina te lo dijo?


-No hizo falta, eres bastante popular en Internet.


-Oh… -fue la respuesta escueta-.


-Necesito hablar contigo, y no puede esperar para luego - y se introdujo dentro del departamento pasando por un lado al actor-.


-Adelante… -dijo con leve sarcasmo mientras cerraba la puerta tras de sí y se reacomodaba la ropa de cama-. ¿Quieres algo de beber Arturo?


-No, nada, no pienso tardarme.


Ambos hombres se quedaron de pié, mirándose de frente, con la testosterona comenzando a hacerse cargo de toda la situación.


-¿Así que Nina sabe tu verdadero nombre, eh? -Robert asintió tranquilamente a modo de respuesta-. ¿Y también sabe todo lo demás, “señor-vampiro-brillante”?


-Sí, todo, y mucho antes de que yo le dijera nada. Supongo que sabe más de mí de lo que me gustaría pero eso viene con el paquete de la fama… Cosa que aparentemente a tu hermana le da igual; pero supongo que a ti no.


-Hum… Esto no se trata de mí. Dices que Nina lo sabe todo, ¿no? ¿También sabe lo de esa chica Kristen, tu supuesta novia? Porque me da la impresión que lo ignora.


Por un instante Robert sesgó el ceño, pero no se amilanó.


-Te lo dije, ella lo sabe todo.


Ahora fue Arturo el que afectó su expresión.


-No tenía idea de que fuera tan estúpida.


-¡Oye! ¡No la insultes!


-Estoy diciendo lo evidente. Acostarse con un tipo sólo porque es famoso no me parece muy de Nina, pero evidentemente hace mucho que no la veo.


-¡Las cosas no son como las pones Arturo! Nina no es esa clase de chica. Tu hermana es una persona genial, auténtica; y no es una tonta. De hecho es bastante reacia a dejar volar sus pies. Ha sido muy leal y respetuosa.


-Ya veo… ¿Y tú? ¿Has sido leal? Porque la actriz esa, es tu novia verdaderamente, ¿no?


-Sí -contestó con la voz sólo un poco más baja-. Todavía estoy con ella…


-Bueno, ¿y aún así dices que Nin está enterada de tu relación?


-Si.


-Entonces, explícame porque está planteándome venirse a vivir aquí sólo por estar cerca de ti.


-¿Ella te lo dijo? -hubo una leve nota de emoción en su voz al preguntarlo mientras que una de sus comisuras se torció ligeramente hacia arriba-.


-Dame una razón para no golpearte justo ahora idiota, porque me está costando trabajo no hacerlo.


-Calma Arturo, yo mismo se lo sugerí, porque yo también quiero seguir viéndola; porque me da rabia pensar que vuelva al lado de ese infeliz de Imanol que sólo la ha lastimado durante años; porque ella tiene que darse cuenta que hay mucho más en su horizonte de lo que ya conoce. Creo que ella se merece algo mejor que una vida a medias allá.


-¿Y tú eres ese algo más?


-Podría ser parte de ello, no lo sé. Pero también soy su amigo y me interesa que ella esté bien.


-¿Y en dónde queda en todo esto tu novia? Porque por lo que supe, tienes mucho tiempo por delante con ella. ¿Acaso crees que está bien darles a las dos? Créeme que yo no voy a permitirlo y ahora sí estoy a punto de romperte la nariz.


-Mira, Arturo, lo que yo haga no es de tu incumbencia, y lo que Nina haga tampoco. Eres su hermano, pero no te toca decidir en esto.


-Ahí te equivocas jovencito, no sé como sea la familia en Inglaterra, pero la mía se cuida entre sí. Y si Nina está tan deslumbrada por ti que no puede ver las cosas como son; yo me voy a encargar de que lo haga.


-Arturo, yo no pienso lastimar a Nina, al menos no intencionalmente. Te lo dije, a mí también me importa y no soy ningún mujeriego. Sí, de momento estoy con Kristen, pero lo mío con Nina es complicado y la verdad es, que ambos queremos saber si podemos ser algo más. Ella es… Ella es… Única… Yo, tuve mucha suerte de encontrarla en medio de toda esta locura que es mi vida ahora.


Arturo guardó silencio por un momento, sopesando lo que había escuchado y controlándose. El chico parecía genuino y la verdad era que aunque lo golpeara, Nina no iba a cambiar de opinión si es que en verdad ella estaba de acuerdo con toda la situación.


-Entonces… Voy a dejarte algo en claro Thomas, Robert, o como sea… Si las cosas son como dices, más te vale que seas decente con ella; porque en el momento que me de cuenta que me has mentido, te vas a enfrentar a un buen problema y no va a haber nadie que te saque de el.


-Tranquilo Arturo, yo no tengo intenciones de lastimar a tu hermana.


-La vas a lastimar aunque no quieras, tú ya tienes una relación y no creo que Nina pueda con eso a la larga. Además, tu fama la va a afectar tarde o temprano, ¿estás consciente de eso? No creo que una chica normal como ella aguante toda la parafernalia que conlleva estar cerca de ti. Ella ya casi se marcha y te lo vuelvo a decir -Arturo se inclinó hacia el chico en un gesto amenazante-, si no eres sincero con ella y en especial con todo esto de hacerla cambiar su vida por completo… Te las vas a ver conmigo, de un modo o de otro; así que actúa con decencia cuando la veas mañana y de lo demás, estaré al pendiente cual sea que sea su decisión, ¿entendido? -dijo mientras con un dedo le apuntó al rostro-


Arturo se enfiló hacia la puerta sin esperar respuesta y salió sin mirar atrás sino hasta que llegó junto a su auto. Robert le observaba desde el quicio con los brazos cruzados sobre el pecho.


-Me parece justo Arturo- dijo con fuerza desde su sitio-.


El interpelado sólo exhaló pesadamente y asintió con la cabeza en su dirección, despidiéndose y aceptando la respuesta en un mismo gesto. Finalmente, dentro del coche, tomó con firmeza el volante y gruñó un poco. Ese chico no se iba a escapar tan fácilmente si no hacía las cosas bien para con su hermana. Punto.


El vehículo arrancó rumbo al hospital, mientras que Robert cerraba la puerta tras de sí con lentitud.
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Elegí el título del capítulo pensando como los comatosos aparentemente son ajenos a todo lo que sucede a su alrededor y sólo están ahí, mientras que los demás nos movemos a su alrededor, tratando de hacer lo mejor por ellos y recuperarlos.


¡Vaya con los hermanos entrometidos! Lo siento Nin, de verdad.

9 comentarios:

coki cullen dijo...

Pues a mi me parece bonito que su hermano quiera defenderla...eso si super gracioso como se entera...jajajaj la cara de la niña de la revista seria un poema...jajajajajjajaja

María Lourdes dijo...

jajajajajaa la cara de la chica tiene que ser de este tio en serio no conoce a robert???? por otra parte, espero que la elección de su hermano no acarree graves consecuencias para Nina y que Robert no desista de la idea....veremos que es lo que pasa....ya me has dejado intrigada!!!! Muy bueno el capítulo :)

kdekrizia dijo...

Hola Sissy otro emotivo capítulo, que pesados son estos hermanos protectores, espero que no tenga consecuencias negativas para la relación de Robert y Nin. Hay que ver lo que me haces soñar. Besos y hasta el próximo capítulo.

Sissy dijo...

Gracias chicas!
Les cuento que Coka fue la que me dió la sugerencia de que el hermano se enterara a través de una adolescente. Fue muy buena idea, de verdad. ¡Qué bueno que les haya gustado!
Arturo es de esos hermanos mayores de aquellos!!!!

Sigo trabajando a marchas forzadas con el fic. Ahora ya sólo tengo un capi de reserva entre publicación y publicación. Gracias por ser tan pacientes.

Les mando cariños.

Sissy

nydia dijo...

jajajaja valla con estos hermanos sobreprotectores nunca faltan ,me encanto solo espero que no se compliquen las cosas...Sigue asi nena....Besos...

Bell.mary dijo...

Hola Sissy me encanto el capitulo vaya con este hermano tan protector, pero de cierto modo le doy algo de razon porque el solo busca que Nin no vuelva a sufrir y claro sabiendo ahora que el es superfamoso pues cree que el solo la quiere para divertirse un rato, aunque la verdad como dijo Robert solo ella puede tomar sus propias decisiones, espero para ver que traera de consecuencias esta platica entre ellos,,,, por cierto me encanto la manera tan especial de enterarse que era muy famoso, ya me imagino la cara de la chica asi de Que?????? Por Dios si todo mundo sabe quien es Robert jajajajajaaja
Gracias Sissy por compartirnos un capitulo mas de esta buenisima historia..........Besos y cuidate mucho ,,,,,,Dale un besito a tu beba de mi parte.

Anónimo dijo...

Esta es mi historia favorita!! Y este capitulo estuvo buenisimo!! Tengo un hermano mayor y el es todo lo contrario a eso jajajaja
Saludos, Maria Veronica.

LISY dijo...

Yo no tube hermanos, pero de haberl tenido uno me hubiera gustado que fuera protector, y demostrara interes en mi bienestar. Me gusta el personaje de Arturo, es el del hermano que cree en su hermana y lo ve todo bien, pero en el momento que sabe que ella puede estar teniendo problemas y salir lastimada,no dudo en intervenir para ayudarla.

Edward, tambien supo que Arturo estaba tratando de proteger a a su hermana y le hablo con la verdad, y antes de que se fuera Arturo, le confirmo que estaba haciendo lo correcto cuando le contesto "Me parece justo, Arturo".

Sissy , este capitulo me puso un poco nostalgica por el hermano que nunca tube, pero esta buenisimo.

Espero impaciente el siguiente.

Besos y abrazos,

LISY

healcar dijo...

Me encanta como van las cosas. Eres talentosa sigue y gracias por esta historia