Seguidores

martes, 6 de diciembre de 2011

Mi Secreto- Capitulo 16


Decisiones… La toma de ellas o la falta de las mismas algunas veces está por encima de nosotros. Pero estar perdidos puede llevar a encontrar lo que menos se espera… Así fue para mí, yo huía por falta de determinación sobre un asunto que tenía más de tres años sin poder cerrar; él, él huía de todo para evitar ser la persona que todos esperaban debía ser. A veces, el azar, puede tomar por nosotros la decisión más inconveniente, pero también la más memorable. Mis recuerdos ya viejos hacían constancia de ello.






VERDADES DE WHISKEY
Capitulo lemon
 
Original de Sissy


Pasamos los siguientes dos días pegados y ni hablar que fue estupendo, pero aún me sentía rara con él a ratos, porque era inevitable mirarlo de otra forma al haber tenido intimidad; así que tuve que aprender a lidiar con ello porque yo quería seguir con nuestra amistad.

Mi hermano se hacía el desentendido ante mis ires y venires con Rob, aunque yo sabía que me vigilaba en silencio y agradecí su respeto. El miércoles me avisó que tendría cirugía al día siguiente y que como era un proceso delicado tendría que estar muy al pendiente de su paciente para evitar una complicación. Le deseé suerte con cariño y por dentro me sentí feliz de saberme con el día libre para mí.
En cuanto le comenté esto a Rob empezamos a hacer planes para la noche.
-Entonces, ¿porqué no vamos a un bar hoy Nin?, la otra vez nos la pasamos muy bien y hay que aprovechar el tiempo que tenemos.
Sonreí alegre y melancólica al pensar en mi inminente viaje.
-Me parece genial ¿Te arriesgarías a probar suerte?
-Bueno, al menos podemos intentarlo, no creo que en miércoles haya demasiada gente… Es más, vámonos en taxi y a ver que pasa -y me sonrió torcidamente- Así, si estamos a gusto, nos quedamos sin preocuparnos por la manejada.
Arrugué la nariz divertida y acepté de buen agrado la propuesta mientras me tumbaba en el sofá junto a él. Robert me miró de repente malicioso y comenzó a reír para sí mismo.
-¿Qué? Cuéntame el chiste al menos, ¿no?
-Nada, nada, es sólo que estoy muy a gusto -se acercó juguetón sobre mi- ¿Oye, te gustaría ayudarme con mis lecturas un rato?; necesito aprenderme los cambios al guión… Y presiento que tú conoces muy bien la trama como para darme líneas.
Yo me reí con ganas porque efectivamente, aquello era muy tentador y así comenzamos a trabajar en ello un buen rato.
Al principio fuimos serios, trabajando distintos ángulos en las emociones y repetíamos escena tras escena hasta que se sentía satisfecho con su entrega; pero después de un rato, la fascinación de ensayar se convirtió en leve aburrimiento y no pude evitar empezar a bromearle cuando se equivocaba, remedándolo dramáticamente y con manierismos exagerados; Rob pronto pescó mi ánimo y terminábamos jugando a imitar a todos los personajes de forma hilarante y boba hasta que acabamos muertos de risa y botamos el libreto definitivamente.
Me despedí pasadas de las siete quedando en vernos en mi casa un par de horas después. Arti llegó a cenar cuando yo ya me había dado una nueva ducha y casi terminado de arreglar.
-¿Vas a algún lado o porqué estas arreglada?
-Sí, vamos con Rob, bueno, Thom por ahí; pero no voy a manejar hoy para no tener prisas.
Arqueó una ceja interrogante, pero sólo continuó diciendo que el taxi era caro ahí y que lo sería más si andábamos dando vueltas sin rumbo.
-¿Qué es lo que quieren hacer? es decir, ¿qué tipo de música quieren oír; van a bailar, a comer? ¿Cuál es el plan?
-No se bien, queremos ir a un bar, pero algo donde podamos platicar, sin multitudes.
-Pues yo les puedo recomendar algunos lugares, pero en miércoles pues… Oye, bueno hay un local bastante famoso que tal vez les guste, es de lo mejor para escuchar bandas en vivo de corte alternativo; chéquenlo por Internet y decidan… pero por favor Nin, mañana salgo temprano, si vas a llegar muy tarde no hagas ruidos, ¿ok?
-Claro Arti, tu tranquilo y ni te preocupes por mi, ¿sí?
Más tarde, cuando Rob llegó, nos sentamos a revisar opciones y al mirar la propuesta de Arturo nos topamos con que el lugar era viejo en la ciudad pero famoso por su música en vivo y por las bandas que ahí se habían presentado en diferentes ocasiones; y lo mejor era que quedaba en una zona donde había varias opciones y podríamos movernos a pie por ahí. Así que nos montamos en un taxi y nos dirigimos en medio de amena charla para allá.
Al llegar ahí, el sitio no parecía nada impresionante, de hecho, se veía algo descuidado por fuera, no era la construcción más bonita del mundo y, para colmo, sus paredes y cristales se hallaban inundados de carteles promocionales de grupos que tocarían en vivo; luego de pensarlo un rato, decidimos precalentar en otro bar cercano y regresar a la hora de la tocada.
En el bar en donde nos metimos aún rondaban algunas personas que evidentemente habían pasado ahí después del trabajo, nos buscamos un rincón con las bebidas en mano y comenzamos a platicar sin sentirnos cómodos de verdad al notar que algunas asistentes cuchicheaban y miraban en nuestra dirección.
-¡Demonios! Creo que ya me reconocieron -y miró furtivamente a una mujer y a sus amigas que posiblemente estaban en sus treintas y que sonreían tontamente-. Lo odio Nin, en cuanto cruzo mi mirada con alguien y veo que toman su celular de inmediato, sé que van a postear en Twitter o en Facebook dónde me encuentro. ¡Es por eso que no tengo ni uno ni otro! Se han convertido en mis enemigos personales.
-Pero Rob, no puedes culparlas, es sólo una reacción normal; si tú fueras uno de nosotros y te toparas con Megan Fox, seguro intentabas tomar su foto al menos…
Él me miró molesto por encima de su vaso.
-¿¡Megan Fox!? ¿Estás loca? Esa chica es un problema ambulante.
Resoplé enfadada.
-¡Por favor Rob! No me cambies el punto, ¿tu entiendes lo que digo o no? No pregunté si estaba zafada, sino que es una de las chicas más sexys de Hollywood por el momento y muchos desearían al menos una foto de ella.
Él volvió a mirar en dirección del grupo de mujeres por lo bajo y maldijo levemente cuando una de ellas sonrió feliz por cruzar su mirada un momento con la de él.
-No digas nada… Aquí vienen Nin. Vamos a tener que irnos apenas se pueda, lo lamento, quería que ésta fuera otra noche normal contigo Nin, pero ya está visto que no va a ser así.
Apenas dijo eso cuando ya teníamos encima al conjunto de damas sonriendo como chiquillas.
-Señor Pattinson, buenas noches -y me miraron a la vez para extender el saludo-. Perdón que interrumpamos, pero mis amigas y yo quisiéramos ver si nos permitiría sacarnos una foto con usted, si no es mucha molestia.
Él se tragó el malhumor y sonrió amable. Aquello fue el clásico abrazo y la sonrisa algo cansada que muchas veces había visto yo en línea cuando buscaba noticias sobre Robert antes de conocerle; hubo risas nerviosas, palabras amables y algo melosas de alguna que otra del trío y de nuevo noté como yo quedaba ignorada más allá de ayudarles a tomar una foto grupal. Mi apariencia era demasiado normal como para dar a pensar en algo más, no era la típica aspirante a actriz o modelo que uno imaginaría encontrarse al lado de R-Patzz, así que permanecí en el anonimato hasta que Rob les hizo entender que ya me había desatendido demasiado y ellas se disculparon para marcharse muy alegres de nuevo a su mesa.
Él rodó los ojos y exhaló antes de mencionar una disculpa por la interrupción.
-Sabes, Nina, creo que ya me he hecho notar mucho en San Diego. Hace días que no Googleo mi nombre, pero ya muchas personas me han reconocido en varias partes. ¡Odio no tener intimidad! En eso Kris tiene razón, una cosa es tú trabajo y otra, tu vida personal. Eso me pertenece a mí.
Lo miré seria al oírle quejarse una vez más.
-Lo sé Robert, pero todo esto -e hice un ademán queriendo abarcar una gran imagen en el aire-, viene con el trabajo. Tienes razón en luchar por tu privacidad, pero también tienes que aprender a lidiar con la adoración de las personas. Sí, quizá si sea lo mejor permanecer mudo respecto a tu relación amorosa, o simplemente sea mejor admitirla y punto, Mientras mantengas un perfil bajo, eventualmente se cansarán de perseguirte… Lo de los autógrafos y las fotos, eso no se irá y debes comprenderlo.
Él me miró aún irritado y le dio un buen trago a su vodka antes de contestarme nada.
-¡Ya! Lo de lo mío con Kris no sólo depende de mí, la verdad a mí me da igual decirlo o no, pero a ella le molesta demasiado todo el circo respecto a nosotros, ya lo sabes.
-Okay… Y bueno, a propósito de Kris… ¿Has sabido algo de ella?
Robert me miró incrédulo por un momento y luego contestó por lo bajo.
-Ella me llamó ayer por la noche Nin, y charlamos; ya sabes, lo de siempre… Finalmente le dije que estaba pasando unos días aquí con unos amigos, -yo arqueé la ceja sorprendida y algo asustada, ¿le habría dicho de mí?- ella se habría dado cuenta eventualmente y no quiero que ande con preguntas después.
-¿Le dijiste algo más? -le exclamé preocupada-.
Él me sostuvo la mirada seriamente y en silencio por unos segundos, como un muro de contención a sus pensamientos.
-No Nin.
Yo tragué fuertemente sin poder evitarlo y asimilé lo que eso implicaba.
-Está bien.
Sus ojos me miraron duramente y calaron hasta adentro.
-¿Te parece? Yo mismo no lo sé.
-¿Y qué quieres que te diga yo Robert? ¿Qué vayas y admitas que le fuiste infiel una vez? ¿O qué no me dejes pasar a mí tan fácil? -Me encogí de hombros incómoda- Eso ya lo hablamos y fue bastante hiriente en su momento; no quiero volver a oírlo.
Él abrió la boca para contestar, pero la cerró sin decir nada y sólo desvió la mirada levemente ruborizado. El grupo de chicas que nos había interrumpido un rato atrás aún seguía al pendiente de nosotros y se mostraban abiertamente curiosas ante nuestro lenguaje corporal. Ambos notamos el como cuchicheaban entre ellas y el cómo otra texteaba algo en su Blackberry apuntando en nuestra dirección.
-¿Porqué no nos vamos mejor de aquí Nin? En poco tiempo esto se podría poner incómodo con reporteros.
Acepté con la cabeza y dejamos colgada la conversación quizá para retomarla en otro momento, me empiné el resto de mi bebida y salimos de ahí.
La brisa fría del mar le daba a la ciudad un aire distinto esa noche y me abrigué instintivamente en la ligera chaqueta que usaba. Robert andaba con las manos en los bolsillos y notó mi gesto con una sonrisa.
-¡Brrr! ¿Hace un poco de frío verdad? Anda, hay que darnos prisa para regresar al club ése.
Pagamos nuestro cover y al entrar el lugar seguía viéndose descuidado y notamos que adentro el espacio era bastante más reducido de lo que cabía esperar de un lugar con tanto renombre, pero eso le daba una personalidad interesante. Arturo había mencionado que aquél sitio había sido en su momento algo así como el BCBG de Nueva York respecto al lanzamiento de bandas y por todas las paredes había garabatos con firmas y frases de varios artistas que reconocí de inmediato muy sorprendida.
Pedimos nuestra segunda ronda de copas y nos buscamos un sitio para estar. Robert parecía fascinado con el lugar tanto o más que yo y cuando las bandas empezaron a cantar en vivo su ánimo se encendió de un modo que no le conocía; estaba radiante de felicidad y era contagioso. Ambos, coreábamos las canciones que nos gustaban junto con los demás asistentes y brindábamos efervescentes de diversión mezclados con el resto de las personas.
Las copas se sucedieron con mayor rapidez que la vez anterior y ni siquiera lo notamos al estar tan a gusto. Cuando una de las bandas terminó su presentación Robert se disculpó conmigo un momento y me quedé esperándolo platicando con un perfecto extraño con el que habíamos hecho mecha entre la fiesta. Luego de lo que me pareció ya había sido mucho tiempo para que Robert hubiese ido al baño o algo así comencé a preocuparme; pensé que quizá se había topado con alguien que lo hubiese reconocido y lo tuvieran atrapado. Me excusé con el chico con el que hablaba y me dirigí hacia la puerta cuando escuché desde el escenario como presentaban a un artista más, un tal Spunk Ransom, que tocaba ahí por primera vez y la gente aplaudió para recibirlo.
Pronto sonó un leve carraspeo por el micrófono y una voz familiar que saludaba algo tímido al público y presentaba su canción para callar y dar paso al rasgueo de su guitarra acústica. Volteé en su dirección muda de emoción al reconocer a Rob cantando con el alma una melodía que no conocía. Él en realidad no miraba a nadie mientras cantaba, pero parecía que lo hacía para cada uno de los presentes ante la fuerza del sentimiento que le imprimía a cada palabra y compás de la canción.
Poco a poco caminé hacia el lugar de dónde había venido y me quedé parada ahí, de repente sentí un leve toque en el hombro que me desconcentró y noté como nuestro nuevo amigo me sonreía y brindaba hacia escena.
-Tu amigo Spunk canta bien.
Yo sonreí abiertamente y giré un poco en su dirección para contestarle, pero no alejé mí vista de Robert mientras actuaba.
-Sí -y no pude decirlo con cierto orgullo-, la verdad es que sí.
Luego callamos y me quedé ahí, embelesada ante lo que estaba viviendo. Robert sólo cantó un par de canciones y luego de agradecer una vez más dejó la guitarra en el estrado con una enorme sonrisa en los labios y mesándose la melena imposiblemente nervioso de emoción. Yo aún no cabía en mí de excitación cuando se me acercó con una de sus más hermosas sonrisas traviesas en los labios. Yo no pude evitar abrazarlo efusivamente y nuestro amigo también se le acercó para palmearle la espalda con camaradería y brindar por su presentación. Rob reía con fuerza y guiñaba los ojos risueño agradeciendo el apoyo y cariño con que lo recibimos.
-¿Te gustó Nin? -y rió como un niño travieso-
-¿Qué si me gustó? ¡Claro que me encantó! ¿Pero, qué fue eso? ¿Cómo es que te subiste allá arriba?
Él soltó una carcajada muy divertido y aún entre risas me contestó.
-Bueno, tú fuiste quién me dijo que aceptara mi fama… Y eso fue lo que hice, la aproveché para pedir que me dejaran cantar allá arriba…
Ambos estallamos en risas y aún seguíamos bromeando cuando nos llegó una ronda de bebidas de cortesía de la casa y agradecimos brindando al aire por ellos. Una nueva banda fue presentada y llenos de euforia comenzamos a bailar desfachatadamente mezclándonos con los demás asistentes. Muchas canciones y muchas copas después optamos por retirarnos del club. Afuera del local estaba helando, pero no nos importó, nos trepamos a un taxi riendo como bobos con esa sin censura que te da el alcohol; decíamos mil tonterías y yo me sentía embriagada de felicidad de tenerlo una vez más todo para mí. Él hablaba toda velocidad soltando risotadas entre palabra y palabra, exagerando su acento británico al haberle confesado yo liberada por el vodka en mi sangre, que se me hacía de lo más sexy.
Para cuando llegamos al fraccionamiento seguíamos igual de animados, Robert pagó sin permitirme en lo más mínimo soltar un solo centavo y con las manos metidas dentro de nuestras chaquetas caminamos de prisa hacia mi puerta. Una vez parados en el quicio y mientras yo buscaba mi llave él me sonrió desde su altura con los ojos entrecerrados y preguntó…
-Nin, oye… ¿no te gustaría venir un rato a mi depa a seguirla? Aún es temprano y tengo una botella de whiskey casi llena que se va a desperdiciar.
Le observé un poco preocupada ante lo que podría implicar su invitación, pero no encontré una pizca de sexualidad en su mirada, sólo una gran picardía brillando en sus ojos verdes. Entonces y sin poder controlarme, reí en complicidad y apreté los labios un poco como para acallar a mi conciencia con un guiño.
-Bueno, pero sólo unos tragos y luego me regreso, ya estoy bastante ebria.
-No te preocupes, si quieres, te quedas a dormir en el sillón, o yo duermo en el sillón, da igual... Pero ya, vámonos, que me estoy helando aquí parado.
Soltamos otra carcajada y casi corriendo nos dirigimos calle abajo mientras me contaba un chiste simplón que solamente él encontró terriblemente chusco y yo me burlé de la falta de gracia del mismo.
Una vez adentro, me dirigí hacia la calefacción mientras él sacaba unos vasos en la cocinita y buscaba lo demás para preparar las bebidas.
-Sabes -me dijo mientras revisaba la botella bajo la luz-; ya regresando a lo que platicábamos antes sobre Eclipse, nunca he entendido la obsesión por saber si Edward y Bella van a tener relaciones o no en la película; pareciera que todos piensan que es mejor pintar a Edward como un mojigato incapaz de… Es decir, ¡Qué les importa! ¡Sólo son dos chicos teniendo sexo, por el amor de Dios!
Lo miré sorprendida desde mi lado de la sala mientras él vertía hielo, Ginger y whiskey en los vasos.
-¿En serio? ¿Es decir, de verdad no lo sabes o no has leído el libro bien?
Me regresó la mirada casi tildándome de boba.
-Por favor, Nina, o sea… Es normal que Edward también sienta deseo por Bella pero mira por ejemplo, lo de la cama dorada… Ha habido una gran discusión con Melisa si se hace la escena donde ellos se están besando y él la toma por la pierna y la atrae hacia sí… Es de lo más lógico que suceda entre novios, pero no saben si incluirla porque quizá sea demasiado para un PG-13. ¡Puritanos remilgosos! - Y bufó molesto.
-¡No es posible Robert! ¡No puedo creer que no entiendas la esencia de todo el rollo!
-A ver sabihonda, explícamelo tú - y se recargó en la barra como niño bueno-.
-Okay, no sólo es una cuestión de hacer más dinero con la clasificación de la peli. La misma Sthepenie Meyer no se atrevió a hacer el libro más real o apegado a lo que son los auténticos vampiros, ¡ve tu a saber si por su religión o por el tipo de lectores que quería! Pero es tan simple que se reduce a dos opciones. Ellos están muy enamorados, pero son vampiro y humana, además si te vas a la mitología, los verdaderos vampiros -me miró sin entender-; ¿Bram Stoker? -él asintió-. Los vampiros en realidad no sólo son seres monstruosos, sino creaturas eróticas, -noté el como reacomodaba su peso mientras pestañaba y una sonrisa empezaba a flotar en sus labios-. Sí y estate en paz Robert.
-Pero si no he dicho nada… -rió divertido-.
-¡Pero estabas a punto de hacerlo!
-Okay… okay, prosigue porque esto se está poniendo interesante.
-Bueno, él seducía a sus mujeres, la mordida era la culminación de su relación con ellas, era como llegar al clímax sexual. Bella y Edward no pueden tener sexo porque él la pueda matar por descuido…
-O distracción - completó él risueño-.
-Sí, como sea… Por eso es tan importante que se incluya esa escena, es parte de su amor, parte de la naturaleza humana que él mismo cree desaparecida en sí, por que se relaciona con la naturaleza del vampiro también…
Robert se enderezó por completo tras la barra y me miraba escéptico.
-¡Wow! Nunca pensé que alguien pudiese hacer tanto análisis y tan extravagante de algo tan simple en la trama.
Yo hice un gesto elocuente con los labios y me encogí de hombros antes de continuar sin querer pescar la burla.
-Bueno, también está la segunda opción que es mucho más simple.
-¿Cuál es?
Reí maliciosamente al contestar.
-Que simplemente todas las mujeres te quieren ver desnudo otra vez.
Rob pestañeó sorprendido brevemente y luego estalló en carcajadas coreado por las mías.
-¡Eres terrible Nina!
Se me acercó riendo aún extendiendo los brazos imitando un paso siniestro mientras decía con lo que pretendía ser una voz lúgubre.
-Ven a mí, Mina, ven mi amada…
Yo solté un chillido travieso y me encogí de hombros, no había hacia donde correr.
-¡No! Grité como niña y traté de escabullirme, pero no pude porque me arrinconó fácilmente y me atacó tratando de hacerme la mayor cantidad de cosquillas posibles.
-¡Ya! ¡Ya! ¡Ya basta! -reía sin poder parar mientras trataba de soltarme y devolverle las cosquillas que me hacía.
-¡No! ¡No hasta que te muerda y te conviertas en mi compañera vampira! ¡Ven y goza de mi boca!
Lo golpeé en las costillas mientras fallaba en escapármele y él se acercaba peligrosamente a mi cuello.
-¡No! -chillé amenazando con morderlo yo también y luchamos por ver quién lo lograba primero- ¡Ya! ¡Que además me prometiste un whiskey y se está entibiando!
Finalmente me soltó muerto de la risa y se alejó rumbo a la barra blandiendo el aire en mi dirección entre guiños.
-Está bien, pero no te creas que se acabó… Vas a tener que contarme todas tus teorías eróticas sobre la trama o sufrirás las consecuencias.
Con un ademán lo mandé al cuerno y bufé.
-¡En tus sueños!
Aún riéndose regresó extendiéndome mi bebida.
-Nada… no te escapes, que me encantó lo sucio de tu mente… ¡Yo desnudo! ¡JA!
-¡Nah! Pero si acabo de inventar todo y además estoy borracha -y reí sonoramente mientras él me hacía coro-.
Nos tumbamos sobre el sillón brindando y riendo aún.
-Bueno, señorita, si vamos a confesiones de ebrios, no te creas que me muero de ganas de enseñarle mi trasero desnudo a todo el equipo de producción para filmar la luna de miel en Amanecer; créeme que es horrible fingir que estas teniendo algo increíblemente sexy delante de sesenta personas mirándote desde cada ángulo y luego te expliquen que no metas la nariz tanto sobre el lado izquierdo al besar porque se ve raro…
Mi mente imaginó toda la escena en segundos y solté una carcajada nada solidaria.
-Robert -dije imitando un acento nasal-, por favor cuando repitamos la toma, mueve tu trasero hacia la sombra y de izquierda a derecha porque con el maquillaje blanco, está brillando demasiado…
Casi escupió su trago por nariz y boca al oírme y con la mano libre palmeó el mueble descontroladamente.
-¡Ja! ¡No! ¡Si me van a decir que tienen que llamar a la de maquillaje para retocarlo porque con el sudor se me ve menos musculoso y voy a tener que tumbarme mientras manejan ahí el aerógrafo!
Reímos como estúpidos ante todas las tonterías que cada uno iba agregando hasta que se nos acabó el aire y las lágrimas y casi el primer trago también.
-Bueno, ya nos burlamos demasiado de mí Nina, tu turno, cuéntame algo bueno y jugoso.
Solté una risotada mientras trataba de pensar en algo.
-¿Algo peor que tus hermanas te pinten y te vistan como mujer cuando eres un niñito?
Apretó los ojos en un guiño exageradamente mortificado y ya demasiado briago.
-¡No! ¿También sabes eso de mí? ¿Qué acaso la humillación no tiene fin?
-Cielito, pero si es que te debes haber visto divino con un buen color rubí en los labios…
-¡Rubís te los voy a poner yo a ti!
Brincó sobre de mí en el sillón torpemente buscándome la cara para jalarme la nariz mientras que yo derramaba lo que quedaba del whiskey sin darme cuenta y reía tratando de quitármelo de encima.
Estando como estaba de tomada no pude controlar mi mente al sentirme en una mala película cursi en la antesala de la escena porno y bufé sonoramente en su cara, demasiado cerca de la mía. Él no se quitó pero si detuvo su ataque levemente al ya tenerme por las muñecas vencida.
-¿Qué? ¿Qué te traes Nina?
Me burlé de mi mente sin censura y sin poder enfocarlo bien le respondí cándida.
-Es que… -y volví a reír con malicia lo cuál él imitó sin saber aún el porqué-, bueno… Aquí gritaría el director de la película… “Y ahora bésala, y quítale la ropa pero no tapes sus senos; que el camarógrafo pueda filmarlos de cerca…”
Yo apretaba los ojos en un guiño mientras contenía una risa imaginando la estupidez que acababa de decir cuando sentí que se movía un poco sobre mí pero no escuché la risotada que esperaba, así que abrí los ojos intrigada. Su rostro se notaba tomado, pero contenido y en su mirada me topé con deseo. Me quedé sin respirar un momento, mi cerebro en blanco…
-¿Es eso una invitación?
Aún contenía la respiración cuando oí un click en mi cabeza y sin pensarlo exhalé diciendo, -“si”- temblorosa.
¡Dios mío! Empezamos a besarnos con desesperación mientras sentía un calor subir desde mis piernas hasta mi pecho quemándome a su paso. Sus manos se metían bajo mi blusa tocándome con rudeza, pero me encantó. No podía pensar, no quería pensar en nada y no lo hice. Dejé que mis deseos se hicieran cargo y disfruté de lo delicioso que se sentía mi cuerpo alcoholizado bajo su deseo. Su boca me comía a besos el rostro, el cuello y el pecho y yo me dejaba tomar como él quisiera mientras que intentaba atraerlo aún más hacia mí. El pequeño sillón no daba espacio para mucho, pero no importaba.
No supe cuándo él se bajó del mueble y comenzó a quitarme los pantalones con torpeza; decidida a ayudarle, me enderecé para terminar de hacerlo yo misma con bastante prisa. Robert se irguió y mirándome cargado de deseo, me tendió una mano para levantarme. Apenas llegué a su lado, me adherí a su cuerpo ansiosa y le besé con fuerza. Mi boca se deslizó por su mandíbula hacia su cuello y dejé que mis dedos nerviosos revolotearan sobre los botones de su camisa mientras me entretenía en recorrer su piel con mis labios.
Él mismo terminó por desabotonarse la desfajada camisa a cuadros y se la sacó como pudo mientras la tiraba al suelo junto a la horrible chamarra morada que había usado. No pude evitar reír casi ronroneando de felicidad al sentir su piel calida sobre la tela de mi blusa y ni si quiera me molesté en ocultar ya el exceso de lujuria que las imágenes mentales de lo que iba a pasar me provocaban.
Al llegar a la cama ya estábamos desnudos hasta el alma; no más pretextos, mentiras, ni excusas; sólo las ganas de estar juntos otra vez.
Tropecé un poco con el borde y me dejé caer sobre el colchón para luego elevarme sobre mis codos y arrastrarme un poco hacia arriba mientras que él me seguía de frente, sólo que Rob se detuvo a la altura de mi abdomen y me sonrió maliciosamente desde ahí. Yo jadeé al comprender lo que iba a hacer y dejé caer mi cabeza hacia atrás ansiosa y estremeciéndome levemente.
El cuerpo me dolía de placer al sentir sus dedos y boca moviéndose entre mis piernas y poco a poco mis jadeos se fueron elevando de volumen al sentir como me acercaba al primer orgasmo de la noche. Ignoro si fue la intoxicación de alcohol en mi sangre o no, pero sentí que me fundía en una oleada de calor cuando finalmente me vine entre temblores y jadeos y ansiosa aún por más. Finalmente me soltó y yo abrí los ojos turbios de ganas, buscando su forma en la penumbra de la recámara donde por las prisas, ni siquiera habíamos encendido la luz.
Lo encontré de pié, al ras del borde observando su obra con complacencia. No sentí vergüenza alguna de que me mirara como lo hacía y por el contrario, sin recato alguno se la sostuve invitándolo a más. Luego, desvié mis ojos hasta sus caderas y encontré su deseosa erección; y simplemente me acerqué ahí para hacerlo mío ahora.
Podía sentir como respondía su cuerpo a las caricias de mi boca y lengua y quise esclavizarlo a ellas, dedicándome a hacerle gozar como lo había hecho por mí. Fui y vine por encima de él, trabajándolo de diferentes formas hasta que lo tuve gimiendo y pidiendo que no parara. No pude evitar mirarlo desde mi altura y observar su bello rostro en un gesto agónico y sentirme ahora yo diosa y en control; pero cuando sentí que ya faltaba poco para su desfogue, Robert me detuvo por los hombros y se separó con cuidado de mi boca.
-Espera, no quiero terminar aún, deja… -Lo miré preocupada, pensando si acaso habría hecho algo mal, pero él sonreía- Recuéstate -me ordenó; y yo obedecí sin chistar.
Sentí el colchón hundirse bajo su peso cuando él finalmente se colocó a mi lado y lo miré ansiosa. Con cuidado se situó sobre mí, pero no totalmente, jugando, tentándome a buscarle con mis caderas; pero cada vez que lo alcanzaba, él se quitaba lo suficiente para hacerme sentir explotar de ansias.
-Estuve toda la noche buscando pretextos para tocarte y tú ni te enterabas… -dijo mientras sus labios se posaban sobre mis pechos y se deleitaban en besarme con leves mordiscos.
-Lo lamento - susurré contemplando su sus verdes ojos brillando debajo de su melena.
-No lo estés… No me conoces lo suficiente aún… - hizo una pausa para mordisquear mi cuello y acariciar mis piernas. Yo temblé ansiosa bajo sus dedos, mi respiración entrecortada. -Si hubiese sabido que todo lo que necesitaba hacer era preguntar… -rió levemente con algo de malicia mientras que suspiré.-
-Shhh… Calla.
-No Nina… No se que me pasa, pero me encanta tocarte… besarte… -e iba haciendo cada cosa en mi piel mientras la mencionaba,- Quiero que te dejes hacer lo que yo quiera, quiero tenerte siempre así…
Tomó con sus manos mis brazos por las muñecas con suavidad, pero seguro. Sumisa, lo dejé elevarlos por encima de mi cabeza hasta que chocaron contra el colchón. Él cambió su dominio a una sola mano y me sostuvo firmemente con ella, mientras que con la otra empezó a acariciarme de nuevo entre las piernas. Estaba empapada y sintiendo el dolor del ansia por sentirlo dentro cuando finalmente se colocó de nuevo sobre mi; no me tomó como lo esperaba, en cambio se estuvo conteniendo en un ritmo que ya resultaba doloroso, pues sólo me rozaba, penetrándome apenas con su miembro y complaciéndose en verme girar las caderas desesperada buscándole sin jamás alcanzarlo lo suficiente.
-Pídemelo, Nin… Pídeme que te toque. -Yo no pude ni hablar, sólo gimoteé desesperada.
Repentinamente, me volví vergonzosamente ruidosa ante lo erótico de su juego y a él pareció encantarle mi respuesta, porque también empezó a perder el control de su calculada calma, besándome de arriba abajo y acercándose cada vez más a la penetración total. Cuando por fin lo hizo, grité roncamente y me zafé de su ya mínimo agarre para aferrarme a sus caderas y empezar juntos el ir y venir nuestro sexo. Urgiéndole, ahora sí con todo mi ser, a que no parara de tocarme y tenerme. Mi segundo orgasmo fue devastador, en medio de jadeos y ansias de los dos me desconecté hasta de mi cuerpo; perdida en un espacio de sensaciones que no necesitaban nombre. Él me alcanzó pronto con un gruñido liberador y al sentirle tan fuerte, me contemplé dichosa y agotada a la vez.
Nos quedamos quietos en la pequeña cama, recuperándonos de la extenuación de nuestras emociones físicas y pasados unos minutos, se movió hacia mí para abrazarme un poco. Yo le busqué el rostro sin poder contener mi sonrisa de adoración.
-Me encantas Nin -dijo antes de darme un leve beso en los labios-.
Estuve a punto de contestarle, “te quiero”, pero lo evité. Aún con tanto alcohol en mi sistema sabía que decir eso podría costarme demasiado, en vez de ello, le miré con cariño y le devolví el beso.
-Robert, mi Robert… Te adoro…
Nos sostuvimos brevemente en los brazos del uno y no dijimos más, porque pronto volvimos a empezar. Esa noche era para dar y tomar todo lo queríamos y lo hicimos hasta quedar consumidos. Cuando finalmente cedimos al cansancio, nos recostamos juntos. Estaba casi dormida cuando le escuché apenas decir entre un respiro, “Te quiero…”.
Mis labios entumecidos se quedaron callados antes de caer en un pesado letargo tranquilo y vacío de sueños.
-------------------------------------------------------

Uff! ¡Tanto por decir y tan poco espacio!
Ha sido muy difícil soltarme y describir todo esto, espero no haberles dejado con la sensación de que me quedé corta, vulgar o sosa. Sea como sea, finalmente, lo escribí.

Sissy

NOTA: Debo confesar que no pude evitar robarme para mí aquella noche de fiesta en el Whiskey A Go Go; cuando Robert, efectivamente, sólo tenía 22 años y cantó para alguien “I Was Broken” entre otras. Si alguien quiere verle, o más bien oírle...

15 comentarios:

LISY dijo...

Sissy ya lo lei pero mi comentario te lo pongo cuando regrese de trabajar.

Besos y abrazos,

LISY

coka dijo...

Que puedo decir mi querida Sissy, jamas escribo comentarios en los capitulos que publico o evito hacerlo para no "coaccionar" las opiniones, pero hoy me permiti esta intervencion solo para decirte que creo que es mucho mas de lo que esperaba y no es que espere poco de ti, pero tu talento me tiene flotando desde que comenzo esta locuta de "Mi Secreto", estoy orgulloza que hayas decidido publicar en este humilde espacio y aun mas de que seas mi amiga y compartas tu vida conmigo a miles de kilometros, tu corazon y el mio no distinguen distancias, te quiero amiga y te doy las gracias por estar en mi vida y llenarla de esta magia que es tu pluma.
Besos para ti y mi Gigi, que espero conocer pronto.

Sissy dijo...

No, Amiga! La que da gracias soy yo, por toparme contigo en mi vida, por tu amistad y gran cariño.
Por todas nuestras charlas y risas y el apoyo en momentos difíciles e importantes en mi existir.
También te agradezco porque me has devuelto la gran alegría de escribir mis cuentos; la había hecho a un lado voluntariamente, pero la extrañaba enormemente y no sabía como retomarla.
Por muchas cosas más, gracias Coka.

Y a las chicas... Gracias a tantas de ustedes que se toman el tiempo de escribir sus comentarios a cada capítulo, me animan muchísimo. Es la primera vez que publico un texto subidito de tono y estoy muerta de nervios. Y tal como lo dije al pie del capítulo, ignoro si me quedé corta, vulgar o sosa; pero ya será algo que cada una de ustedes decida.

Cariños,

Sissy

Flopii Cullen dijo...

Hola divina hermosisisisisisimo el capi de en verdad tenias razon realmente memorable!!!
Y Robert cantando hay Dios que risa en serio es el?? si se parece mucho a pesar de que esta osuro lo reconoceriamos en cualquier lado no??
Como siempre presioso tu trabajo cariño besitoos!!

Angeles Nahuel dijo...

Mi niña, me encanta esta historia.. la haces ver tan real.. con decirte q me dieron ganas de fumar despues de esa escena tan hot .. u no fumo..jajajaja...(ademas de q me encanta el humor q le pones)
saludosss

Anónimo dijo...

esta es mi historia favorita del blog y me alegra que por fin hallas llegado a esto espero que se una historia bastante larga.

Nad S dijo...

Te quedó, tremendo. Fantástico, me ha encantado y wow!!!!

un abrazo enorme

más que al pendiente del nuevo capítulo

LISY dijo...

Sissy, me quede admirada de tu talento para describir tu escena de sexo. Me encanto!

Tambien ya sabes que me tienes embelezada con tu historia, cuentas todo tan natural, que por eso se siente creible todo lo que dices.

Felicidades Sissy! Eres ona gran escritora!

Besos y abrazos,

LISY

Bell.mary dijo...

Oh por dios maravilloso capitulo estuvo realmente muy bueno asi que nada de decir que te quedaste corta, vulgar o sosa porque la verdad es que te quedo perfecto, me encanto la manera de bromear sobre el maquillaje de su trasero me dio mucha risa jajajajaja, en serio Sissy fue un capitulo magnifico, ahora a esperar que sucedera con estos dos despues de esta nochecita de desenfreno.....
Besos y cuidate mucho

titaling dijo...

Eres increible sissy ...lograste hacernos sentir mariposas Te felicito el capitulo ha estado muy hot, para nada soso ni vulgar Un abrazo!!

nydia dijo...

Hola cariño el capitulo estubo genial fascinante dios eres fantastica me as dejado sin palabras y con ganas de masssssssssssss....Besos nena....

Black & White Love dijo...

donde hay historias parecidas a estas! me encanta

Axavenus dijo...

Wow...
De los encuentros anteriores, este es el mejor, me encanto Sissy, te quedo genial, nada vulgar, totalmente sensual. Te pasaste...
En cuanto a la relación de ellos, es impredecible lo que tu loca cabeza tiene deparados para ellos, quiero pensar en que no habrá distancias y que a pesar de lo lejanos de sus mundos, puedan estar juntos.

Un beso
Axavenus

SONIA (COLOMBIA) dijo...

NIÑA POR DIOS!!!!!, ESTO ESTA INCRIBLE!!!!, BUENO TENGO QUE DECIR QUE ESTE CAPITULO ME HA HECHO PONER CON LA PIEL DE GALLINA PERO DE PURO PLACER....(ME IMAGINE EL AQUELLA SITUACION...Y UFFFF), MIRA TE DIGO QUE ES MARAVILLOSO COMO ESCRIBES Y MUERO DE GANAS DE LEER QUE BIENE. SIGUE, SIGUE QUE TIENES UNA VERSATILIDAD PARA LAS TETRAS QUE BUENO...YA TE LO HAN DICHO Y ES VERDAD. ESPERO QUE PUBLIQUES PRONTO EL PROXIMO CAP. UN BESO DESDE COLOMBIA.

healcar dijo...

Perfecto este capitulo es perfecto, hay risas, ternura y sensualidad no cabe duda te lo he dicho anteriormente no solo yo sino todas tienes un talento, sigue porfa... ¿no se si tienes otros publicados? de verdad me encantaría leerlos. saludos.