Seguidores

lunes, 7 de febrero de 2011

Mi Secreto- Capitulo 7


Decisiones… La toma de ellas o la falta de las mismas algunas veces está por encima de nosotros. Pero estar perdidos puede llevar a encontrar lo que menos se espera… Así fue para mí, yo huía por falta de determinación sobre un asunto que tenía más de tres años sin poder cerrar; él, él huía de todo para evitar ser la persona que todos esperaban debía ser. A veces, el azar, puede tomar por nosotros la decisión más inconveniente, pero también la más memorable. Mis recuerdos ya viejos hacían constancia de ello.

IMPULSOS


Luego de hacer varias llamadas e informar a todos sobre mi llegada sin percances procedí a acomodarme en el cuarto de mi sobrinita, ya que mi hermano me había informado a través de una enfermera que seguiría ocupado por un par de horas más y que me sintiera en casa mientras tanto.

En la parte de arriba encontré tres habitaciones, una para mi hermano y las otras dos para cada uno de sus hijos, Marianne y Alex. Sonreí con desgano al desempacar en la cajonera cubierta de muñecas y objetos peludos y rosas, así como de fotos de mi pequeña.

Una vez desocupada del todo y más cómoda, me dirigí a la terraza, ésta tenía una encantadora vista al mar de la cual ya me había contado mi hermano. En verdad era un lugar muy agradable, Arturo había instalado una pequeña sala y una parrilla ahí y yo me desplomé cansada sobre el blanco sillón de lona luego de curiosear. Mi mente se puso a divagar de inmediato.

¿Había sido una verdadera estúpida o simplemente realista respecto a Rob? ¿Valía la pena si quiera mortificarme por lo que había hecho? ¿Cuáles eran las posibilidades de volverle a ver de frente? Seguramente, ninguna; más bien me convertiría en una anécdota para sus entrevistas y suspiré resignada al imaginarlo, “…Sí… Algunas de mis fans son geniales, una vez viajé con una chica por avión que fue muy buena compañía…” Y luego reiría nervioso y bobo sabiendo lo que para él significaba una “buena compañía”. ¡Uf! ¡Ojalá y nunca mencionara mi nombre! Sin querer, me llevé los dedos a los labios con ligereza, buscando en ellos la suavidad de su boca. ¿Por qué lo había hecho? ¿Le habría gustado de verdad o sería una más? Al menos, para mí, había sido uno de los mejores besos de mi vida…

Rob, Rob, Rob… Rob y Kristen -encarné una ceja cuando su imagen abrazados se me plantó en la cabeza-, ¡Valla que si yo era una idiota! Él mismo me lo había dicho, iba en busca de “su chica”… ¿Y a mí…? A mí ya me había dejado bien acomodada en San Diego. ¡Nada! Que yo no era más que eso para él: nada.

Tenía que usar el tiempo en ésa ciudad para resolver asuntos más reales… ¿Amaba a mi “ex” lo suficiente como para sortear todo por él? ¿O sólo era una ilusión basada por el lastre que acarreaba desde que ya no estábamos juntos? Lo que fuera, la verdad, no se me daba la gana deducirlo. Además, los recuerdos de las últimas horas tampoco me dejaban concentrarme. Harta de especular, subí los pies al sillón arrojando las zapatillas y me hice un ovillo para dejar que mi cabeza se perdiera en el sueño.

Desperté asustada ante la estruendosa voz de Arturo llamándome a gritos.

-¡Estoy arriba!

En un instante mi enorme hermano estuvo ahí para darme un apretado abrazo que le devolví con cariño. Nuestra relación fraternal era de esas en las que de cerca no podíamos llevarnos muy bien, pero a la distancia, nos queríamos mucho. Esperaba que no chocáramos demasiado en mi estadía, él era muy amable en recibirme en su hogar tan repentinamente.

-¿Qué tal tu viaje? ¿Todo bien? ¿No te perdiste para llegar acá? ¿Qué te parece mi casa? ¡Estás linda hermanita!

Poco a poco le respondí todas sus preguntas, claro que decidí omitir el detalle de que me habían traído hasta su casa, porque siendo él como era, seguro me armaría un escándalo por ello sin importar que hubiese sido una estrella de Hollywood.

Después de un rato salimos a comer fuera y a dar un tour por lo que sería mi ciudad los siguientes días, charlamos de la familia y traté de ponerlo al corriente de sus vidas y a la par, saber más de cómo estaba él. Estaba nerviosa respecto a cuándo iba Arturo a preguntar por mi novio, o ex novio, pero la pregunta nunca llegó; intuí que mis padres le habían aconsejado dejarme en paz al respecto y lo agradecí enormemente.

Una de las noticias que me dio, fue la de que todo el plan que había pensado para mi estadía se había venido abajo debido al paciente de urgencia que había recién operado.

-Oye, lamento que no voy a poder estar mucho tiempo contigo. El paciente de hoy requiere un serio seguimiento y luego hay que darle quimioterapias y radiaciones también… No creo que pueda volver a casa temprano en varios días. Discúlpame de verdad hermanita.-.

-Oh, no te preocupes. Ya me las ingeniaré Arturo. - Era sincera en mi respuesta, era mejor estar sola dado el peso de mis secretos.

Esa noche, mucho después de la cena y mientras estaba ya sola en mi cuarto, recibí una llamada al móvil: era Imanol, mi novio.

-¿Qué tal tu viaje?

-Todo bien Imanol, gracias. Y tú, ¿cómo estás? - Pregunté tímida, porque su voz se oía apagada.-

-Normal, mucho trabajo…

Luego, se hizo un absurdo e incómodo silencio. Yo no le había dicho sobre las verdaderas razones para irme de viaje y supuse que, de todos modos, él las sospechaba.

-Nina, no puedo durar mucho al teléfono, sólo quiero saber cómo estas verdaderamente… cómo estamos nosotros…

Me encogí inevitablemente ante su franqueza y agradecí no estar frente a frente. Mi corazón temblaba en mi garganta ante el pensamiento de perder a Imanol definitivamente, pero tampoco me sentía segura sobre si realmente él había superado todas sus inseguridades y vuelto a ser el hombre que amé tanto y tan ingenuamente.

-Imanol, si tuviera la respuesta a eso, tú no me lo hubieras preguntado; pero quiero creer que todo va a estar bien con nosotros.

-Mmm, si… Nina… -Le oí endurecer la voz- ¿en verdad debo esperarte…? Yo no sé si valga la pena… Pienso que si te interesara, no te hubieses marchado.

Me sentí irritada y arrinconada por sus palabras y no pude controlar el enojo, aún me quedaba mucho resentimiento para con él y no terminaba de aprender de dejarlo pasar.

-No es mi decisión si no quieres esperar. Si tú prefieres dejarme ya, ¡hazlo! pero no me uses de excusa. Yo sólo respondo por mí.

Obviamente, Imanol respondió molesto por mi brusquedad.

-¡Okay! Si estas insinuando que me largue de tu vida, lo haré, pero tampoco me recrimines luego por ello. Tú eres la que se fue.

-¡Te he dicho que sólo son vacaciones!, ¡no me mudé a otro país! Y además, no es como si todo fuera tan fácil… No estoy esperando nada de ti porque no sé quién eres ahora. Entre nosotros no hay nada escrito que no pongamos tú y yo. Si no quieres permanecer por el motivo que sea, no puedo forzarte Imanol. - La decepción me ahogaba, pero no iba a demostrarlo, no quería ser débil con él, nunca más… No, la niña enamorada era alguien a quién yo había desterrado con desprecio.

Para mi sorpresa, en vez de seguir peleando conmigo, hizo una pausa y luego me habló con calma.

-Nina, usa bien tú tiempo… No te llamaré durante estos días, pero te esperaré.

Me desarmó por completo y yo también hice a un lado mi rabia.

-Gracias…

Poco después colgamos; ninguno dijo “te amo”. No me extrañó, pero si lo resentí, aunque yo misma me había prometido no volver a decírselo tan fácilmente.

Me fui a dormir agotada y a la mañana siguiente, me levanté temprano para prepararle algo de desayunar a mi hermano y despedirlo, luego volví cansada a la cama. Ya vería después lo que haría.

Desperté cerca del medio día un poco mejor, tomé una ducha y me arreglé para coger calle. Luego de mi búsqueda en Google sobre qué hacer en San Diego ésos días, visitar algún museo y caminar por la zona turística me parecieron buenas ideas… Decidí que comería por ahí mimo, pensando que seguramente el puerto debía estar plagado de pequeños locales.

Resultó que aunque interesante, pasadas cuatro horas sola en la calle, me sentí bastante aburrida y me dirigí de nuevo a casa para la preparar la cena. El día terminó en la terraza de mi hermano compartiendo una cerveza y hablando largo y tendido de nuevo sobre la familia y de él. Un par de horas más tarde noté que Arturo estaba cansado y propuse la idea de irnos a acostar, que fue bien recibida por él…

A solas en mi cuarto encendí la computadora para matar el tiempo y cediendo a un impulso, tecleé el nombre “Robert Pattinson” en el buscador. Su cara apareció ante mí rápidamente en varios resultados y me metí a un sitio que afirmaba tener siempre las noticias más recientes sobre él.

… Se sabe que Rob fue visto ayer en el aeropuerto de San Diego, CA., seguramente atendiendo a un llamado de Summit ante el inminente rodaje de Eclipse, el cuál inicia dentro de un mes en Canadá… También se sabe llegó en compañía de una desconocida chica extranjera, de la cual se despidió en la terminal. Nos preguntamos, ¿qué tendrá que decir Kristen al respecto?...

Me quedé impactada. ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Quién?... ¡Oh!, eso era obvio… La azafata. Ésa chica estaba más loca de lo que había pensado en un principio. Me alegré enormemente de no haber dejado que me fotografiaran, porque seguro encontraría mi cara ahí mismo, junto a las que aparecían en el link de Rob y la asistente de vuelo. Revisé la fecha de la nota y para mi sorpresa eran de un día antes. La mujer no había tardado nada de tiempo en compartir el chisme. ¡Pobre Rob! ¡Qué vida tan expuesta llevaba!

Navegué un poco más de tiempo preocupada, pero la información no pasaba de lo mismo por ningún lado. Entonces, sentí el impulso de checar mi correo con ansia, no quise ni expresarlo en voz alta, pero deseaba fervorosamente encontrar algo ahí… Segundos después, un baño frío le cayó a mis hormonas; en mi bandeja no había nada nuevo. -“Idiota”- murmuré a mí misma y con enfado apagué la laptop. -“Vete a dormir, tonta. Y deja de soñar despierta.”-. Apagué las luces y casi una hora después, me quedé finalmente dormida.

El tercer día ahí empezó similar al anterior, en un desayuno compartido a toda velocidad y una charla sobre mis planes de ir de compras y las rutas a utilizar ya que hoy usaría el auto extra de mi hermano. Nos despedimos y luego de arreglar la casa y ducharme salí sin intenciones de regresar hasta bien entrada la tarde.

Horas después, cansada de caminar, probarme ropa y acalorada, regresé a la ciudad. Enfilé hacia el puerto, en busca de un pequeño y sencillo lugar para comer en paz y luego hice lo que el día anterior había visto a muchos hacer, sentarse en la playa a beberse una cerveza y ver el atardecer. Lástima que en mi caso, estaba completamente sola y terminé volviendo a pensar en los hombres de mi vida. Solté una risotada ahogada ante ésa frase. ¡Ja! Seguro Robert no contaba como uno de ellos… Pero sí que haría una gran anécdota para mis nietos, y sólo para mis nietos.

Más alegre después de dejar a mi imaginación volar y volar, me calcé mis sandalias y decidí era hora de volver a casa, pues ya estaba oscureciendo. En el auto y aún risueña por mi vívida imaginación, enfilé a casa canturreando. Media hora después llegué al portón del fraccionamiento y revisé la calle antes de abrir la reja eléctrica. Fue así que lo noté, un hombre joven estaba sentado sobre una gran mochila y fumando cerca de la puerta. Nerviosa, giré un poco el auto para poder aluzarlo y revisarle bien.

Cuando los faros lo bañaron de luz, vi bien el revuelto pelo castaño y la camisa clara desfajada mientras él se enderezaba e intentaba protegerse un poco la vista. Mi corazón brincó hasta mi garganta. ¡No podía ser! ¿Qué estaba haciendo él aquí? Sin apagar el motor, abrí la puerta y caminé hacia él llena de incredulidad.

-¿Robert? -él tiró el cigarrillo al suelo antes de acercarse a mi desgarbadamente-, ¿Cómo? ¡Qué gusto verte de nuevo!

-Hola Nin…

Su voz sonó rara y entonces lo miré bien. Su gesto no era el mismo que había dejado yo hacía dos días. Se notaba algo le había pasado.

-Robert, ¿pasa algo?

-Nada… bueno… ¿Me invitas a pasar? En realidad llevo aquí ya un rato y temo que alguno de los vecinos haya llamado a la policía.

-¡Claro! Sube al auto, vamos a adentro.

Tomó su maleta y me siguió. En segundos estaba guardando el auto en el garage y apagándolo. Él no hizo el intento de bajarse y yo lo imité sin hablar, esperando dijera algo. Lo vi mirar hacia sí mismo y sonreír apenado por unos instantes antes de expresarse.

-Nin, discúlpame por esto, yo… bueno, yo no lo pensé bien y de repente ya me hallaba en un avión de regreso a S.D. y luego… sólo seguí mi camino hasta aquí… No he querido imponerme, sólo que, pensé que tal vez tu… Bueno, tenía ganas de estar con una amiga y no solo… Si quieres, me marcho, se que tu también tienes tus problemas y no deseo abrumarte con los míos…

Yo lo escuchaba atónita, pestañeando aturdida de mirarlo a mi lado de nuevo y oírle. Él había vuelto a buscarme una vez más.

Robert había callado y me miraba aún con pena en el rostro y evidentemente esperaba yo dijera algo, pero mi aturdimiento no me lo permitía aún.

-… ¿Nin?... -Ahora le oí más incómodo que antes y finalmente pude reconectar mi habla con mis pensamientos.

- Yo… Rob… Disculpa… Es sólo que me tomaste desprevenida. Y… ¡no!... No me molestas para nada, es sólo que no esperaba volverte a ver… tan pronto.

-Sí, se que esto es inusual, también para mi, pero… Bueno…

Y volvimos a quedarnos callados en la penumbra del auto, con la apenas audible música en el fondo. Se acercó lentamente a mí y yo no me quité. Ésta vez el beso fue distinto al anterior, con sentimientos que percibí en él sin poderlos descifrar; yo sólo respondí y me dejé llevar por todo. Cuando terminó, fue él quién ahora besó mi mejilla con cariño y luego me sonrió tranquilo y con algo de pena.

-¡Valla! Parece que no puedo dejar de hacer eso contigo… -Yo suspiré simplemente en paz- ¡Semejante amigo te he salido…!

-Ya… -le dije cariñosa- Que toda ésta “amistad” ha sido rara desde un inicio… -Ahora le dí yo un beso breve en los labios y sonreí un poco- ¡Anda! Ayúdame a bajar las cosas, ya veremos qué le digo a mi hermano cuando regrese.

Me miró por un momento asustado y luego, debido a quién sabe que pensamiento raro de ésos suyos, soltó una risotada, divertido.

-Ojala tu hermano no sea el típico sobre protector, por que entonces… Si que será una escena muy entretenida.

Yo me reí al imaginarme todo… Mi hermano era aún más alto que él y bastante más corpulento… Y sí, con su hermanita diez años menor, cabía la posibilidad de que actuara celoso. ¡Más valía planeáramos bien qué íbamos a contarle!

Unos minutos después teníamos las bolsas y paquetes amontonados en la sala, incluyendo su maleta, que para mí, brillaba como un faro en un puerto nebuloso… Jamás mencionó la palabra “hotel”, y yo recordé la habitación desocupada en la parte de arriba… “¡No! No te hagas ideas Nin”, me dije mientras me movía por la cocina sirviendo bebidas; “Como han sido las cosas hasta ahora, todo podría suceder…”, me respondí alegre.

Ambos subimos a la terraza y nos sentamos a platicar esperando por mi hermano.

A pesar de la relajada escena entre dos amigos hablando de tontería y media, mi lado racional me bombardeaba con la duda constante; “¿Por qué esta aquí?”.

--------------------------------------------- -------------------------------------------
Yo también tengo curiosidad.

Cariños: Sissy

15 comentarios:

Shalom Malakh (juli) dijo...

hay dios mi sissy que suertuda la nin... yo si quisiera ser ella y pos claro si el hermano no dice nada que ella tome la iniciativa y lo invite a quedarse en la otra piesa :P aaaahhhhhhh dormir a una pared de rob..... y porque llego tan pronto.... dinos dinos ... no nos hagas esperar mucho porfis siiii..... :P
att.shalom

Lizzy dijo...

La verdad porque estará de vuelta allí?? porque convengamos que a un hombre tan deseado como el no debería de faltarle compañía jamas, visto y considerando que somos unas miles las que mataríamos por hacerle compañía jajajaja
Bueno espero que a nin la vida le sonría y que Rob sea finalmente feliz.
Cuidate mucho y nos leemos siempre...
http://miangelpersonal.blogspot.com/

coki cullen dijo...

jejeje...que le habra pasado?? menuda suerte....

Camilaloto dijo...

Sissy! Quiero ser Nin!! Esta historia esta súper fresca, lo único malo, es que nos toca esperar ;).
No, no hagas esperar mucho!!
Un abrazo.

LISY dijo...

Se nota que Robert esta deseoso de vivir de manera simple y libre y Nin es la mujer perfecta para comenzar a ser feliz y por lo tanto no va a dejar escapar su oportunidad de salirse de esa vida fribola que lleva y tener la companera ideal.

LIndo capitulo SISSY te felicito querida amiga!

Besos y abrazos,

LISY

lauriii!!! dijo...

a mi taem me djo con curiosidad...q ace alli?

nashkalight dijo...

mmmm encerio loco q hace ahi? simplemente genial esta historia quein fuera nin que envidia jajajaja pero me queda la duda que hace ahi con la maleta?? tengo tanta curiosidad uffff buenooo segui asi coka me encantas tus historiass jijiji xD

coka dijo...

Nashlight esta historia es de mi Sissy, no es mia, ella ha querido gentilmente derramar su arte aqui.
gracias por visitarnos igual!

Axavenus dijo...

Que suerte la de Nin.... me muero de ansias por saber que paso....
Me encantaria llegar a mi casa y que el este esperandome!!!

Espero con ansias el proximo capitulo.

Anónimo dijo...

Por favor, no puedo acceder al capitulo 6, y se positivamente que es super. ¿me pueden ayudar? Gracias

Anónimo dijo...

Ja, Ja, es genial esta historia (bueno la verdad es que me gustan todas, y no podría decidirme por ninguna, ya que todas tienen un estilo propio). Me tienes intrigadísima....que suerte ser Nin, aunque reconozco que lo mejor es la imaginación y el arte con el que todas escribis (Coka, Alexa, Sissy, etc...)
Gracias por hacernos a todas participes

Anónimo dijo...

cuando escribes el siguiente me muero por saber que es lo que hace ahi

Bell.mary dijo...

Por que regresaria que sera lo que quiere???????? me dejaste con esa duda, yo creo que lo que lo motiva a regresar es vivir una vida simple sin tantas complicaciones y con ella se siente asi un hombre normal...........
Sin duda Nin quisiera ser tu....
Saludos y besitos.

angela dijo...

me da escalofrios.. nervios.. me he moridod el labio como diez veces expentant.. que beioo rob en vovler... aff

healcar dijo...

no puedo parar de leer y tengo un millón de cosas que hacer, de verdad que tienes talento te felicito y porfa escribe muchas mas historias y cuentos porfa. De veras que suertuda es Nin.