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martes, 20 de agosto de 2013

Contigo en el alba-Capitulo 7


Hace 3 años dejé de crecer. 
Hace 2 años que no veo a Jacob Black. 
Hace un año que soy novia de Nahuel y dentro de 2 semanas me caso con él, pero hay algo que me perturba y no me deja dormir. 
¿Me estaré equivocando? - Renesmee

ORIGINAL DE KOKORO BLACK

 DIA DE LA BODA




Renesmee POV

Veníamos en silencio en mi carro, dirigiéndonos hacia La Push. Yo no me atrevía a dirigirle la palabra, ni tampoco él a mí. Simplemente veníamos en silencio, yo manejando con la mano izquierda, mientras que con la derecha tomaba la mano izquierda de Jacob. Nuestras manos entrelazadas… sin decir ninguna palabra…. no hacían falta.
Me parece que cualquier palabra que hubiéramos dicho hubiera arruinado el momento. Sentí el calor de su mano, la misma mano que había sentido hace una hora recorriendo mi cuerpo; Tan cálida, tan pasional, por un momento sentí que la sangre se acumulaba en mis mejillas.
Y pensar que hace solo una hora… nosotros… casi…
Casi.
Inhalé profundamente, me sentía apenada con él.
¿Qué pensaría de mí?
¿Qué no lo amo lo suficiente?
Las imágenes recorriendo mi cabeza, como una película en cámara lenta.
Me dolía tanto el pecho por sus palabras. Su enfado me dolía, su provocación me dolía, las ganas de besarlo me dolían; lloraba sin parar y él limpiaba mis lagrimas mientras acariciaba mi pierna desnuda con su cálida mano.
Sentí la excitación crecer aun más dentro de mi pecho y no pude evitar soltar un gemido. Jake no resistió más; soltó un hermoso gruñido de su garganta y en ese momento nuestros labios se juntaron… otra vez.
Para qué describir lo que sentí, si creo que es más que obvió; simplemente fue el momento más mágico de toda mi vida… yo creo que ni la primera vez que nos besamos sentí lo que hace una hora.
Mágico era poco, simplemente Glorioso.
Sus besos tan cálidos y tan pasionales, volvieron a provocar en mí, todas las emociones que solo una vez había sentido… hacía 2 años, y al recordarlos no pude evitar apartarlo de mi lado y pedirle que me disculpara. Él no se molestó conmigo, hasta se comportó comprensible. Traté de justificarme con la verdad: desde ese día nunca había hecho nada parecido, no podía, aunque lo había intentado con Nahuel, jamás pude. Su recuerdo había estado demasiado latente, los besos de Jake se habían quedado impregnados en mi cuerpo todo este tiempo. ¿Y cómo no lo estarían si ese hombre besaba tan jodidamente bien?
Más sin embargo, ahora veníamos tranquilamente, de vuelta a La Push, con mis cosas, mi auto, y teniéndonos el uno al otro, ¿Qué más podría pedir?
Jacob es el amor de mi vida. Es tan lindo, gracioso y guapísimo que aun no se porque mi cuerpo lo repelió de esa forma.
¿Acaso hay algo mal conmigo? ¿Algún día volveríamos a recobrar la confianza? Sentí que él apretó aun más su mano a la mía y suspiró. ¿Qué estaría pensando él? ¿Estaría decepcionado de mí? Yo lo estaría si fuera él. Me imagino que Jake ya esta acostumbrado a que se le entreguen… lo pensaba porque él tenía a Leah.
Bufé y se me revolvió la tripa al pensar en eso. Leah siempre me había caído bien, pero ahora cada vez que escuchaba su nombre, era como si me hiciera una cortada y le echara sal y limón. ¡Ardía! Y ardía en muchos sentidos, uno de los predominantes después de la culpa eran los Celos. ¡LOS MALDITOS CELOS!
—¡Auch!—exclamó Jake, sin querer había apretado mucho su mano, quizás… de más.
—¡Oh! Cuanto lo siento —musité en el tono más sarcástico y traté de forzar una sonrisa. Él me miró y se soltó a carcajadas.
—¿De que te ríes? ¿Te parezco graciosa?
—Es que la cara que pusiste no tiene precio Nessie— volvió a soltar una risotada.
—¡Huy! ¡Tu payasita personal! ¡Qué divertido!
Aceleré aun más el coche, ya estábamos en La Push y a decir verdad ya era tarde.
—¿Por qué casi me descuartizas la mano?
—Porque sí, te lo mereces después de todo lo que me has hecho pasar esta noche.
—¿Yo? —preguntó levantando una de sus cejas—. Y lo que tú has provocado en mi qué ¿eh? ¿Eso no cuenta?
Sentí como me volvía a sonreír. Frené mi auto frente de su casa.
—¿No te importaría, si escondo mi auto en tu cochera?… me da un poco de pena.
Sentí que la sangre había vuelto a subir a mis mejillas. La escena que pasaba por mi cabeza… yo y Jake solos en su casa una semana y que todos dándose cuenta.
Me sonrojé ligeramente. ¡Qué pena!
Hice un mohín para mi misma y asentí segura. Me valía todo un pepino. Ansiaba estar a su lado, ansiaba tener conmigo al hombre más hermoso, guapo y varonil que jamás había conocido. Amaba tener al mismísimo infierno en el cielo… ¿A poco no?
Pero aun así quería esconder mi auto.
¡Qué tipa tan más rara soy! Me preocupa que pensaran los demás y al mismo tiempo me daba lo mismo…
—Claro, lo que quieras y mejor para mí, así le pongo candado y evito que salgas huyendo en medio de la semana.
—Qué gracioso, Jake.
Aunque a decir verdad, si me había ocasionado gracia, ya que yo misma había considerado la posibilidad de huir si las cosas salían mal. Sin duda Jake me conocía mejor que nadie y me había cachado. Simplemente me sonreí. Jake se bajó del auto y abrió su cochera. Yo procedí a dejar mi carro dentro de esta y me bajé del mustang con la maleta. Me acerqué a Jake y le dejé las llaves.
—Tome joven, espero que no le pase nada a mi auto… —sonreí— y son la prueba para que veas que no pienso huir.
Por lo menos ya no lo pensaba.
La sonrisa de Jake acaparaba toda mi visión y ahí estaba como babosa, literalmente babeando por su hermoso rostro varonil. ¿Ya mencione lo varonil que se ve? ¡Ese hombre me encanta!
—Vamos a dentro.
—Sí.
Rápidamente me quitó la maleta de la mano y me abrió la puerta, caminé lentamente y hasta cerré los ojos para que fuera más fácil pasar ese lumbral, lleno de memorias.
Memorias de una hibrida y su lobuno mejor amigo.
La ráfaga de aire que me pegó en la espalda cuando cerró la puerta, hizo que abriera los ojos y su olor se me metiera hasta por el último de los poros.
Delicioso
—Vamos a arriba— dijo interrumpiendo mi transe.
—Ah sí…— musité temerosamente. ¿Qué demonios tenía planeado Jacob para esta noche? ¿Dónde dormiría? ¿Dormiríamos juntos? Se me estaba haciendo costumbre de ponerme coloradita, pero es que así fue, y no ayudaba nada voltear a ver a Jacob y volver a notar su hermoso pecho, tan marcado y tan perfecto. Él caminó escaleras arriba y yo simplemente lo seguí en silencio. Se detuvo frente a la puerta de su cuarto.
—Tú te quedaras en mi cuarto y yo me quedare en la que era la recamara de mi padre.
—No me parece buena idea, preferiría quedarme en la sala.
Mi cara se contrajo un poco y mostré antipatía por la habitación. El cuarto de Jake… la última vez que lo había visto había sido allí, y aún peor, en esa cama él debía de haberse revolcado con Leah.
Se me revolvió el estomago.
Creo que tendría que ir a la farmacia por un pepto bismol o algo por el estilo, ya se me estaba haciendo costumbre que se me revolviera el estomago.
No sé que fue lo que Jake vio en mi cara, pero se apresuró rápidamente a tomarme el rostro con sus dos grandes y cálidas manos dejando caer la maleta al suelo.
—Nessie, esta habitación solo puede ser para ti, nadie a tocado esta habitación desde aquella noche hace dos años que te fuiste, después de ese día, mi mundo cambió— su mirada se volvió apagada y fría —simplemente saqué toda mi ropa y me quedé en el cuarto de papá.
Yo quise consolarlo, pero mi corazón se encontraba igual de abatido que el suyo. Solo pude alzar su rostro con mis dos manos y ahora nos encontrábamos los dos tomándonos los rostros el uno al otro… mirándonos fijamente.
—Jake, lo siento…
Y lágrimas se volvieron a dibujar en mi rostro. De seguro era el mapache oficial de Forks ya que toda esa tarde había llorado…
¡Qué patética soy!
—Yo también lo siento Nessie— vi salir un par de lágrimas de sus hermosos ojos oscuros como la noche y suspiró—. Nessie no pienso presionarte, me disculpo por lo que sucedió hace rato en el bosque, es que perdí el control con tu cuerpo tan cerca del mío… y…. ok tranquilo —murmuró como para si mismo— y también me disculpo de nuevo por lo que sucedió hace dos años, es que yo sé que…
Tapé su boca con uno de mis dedos.
—En verdad ya no me importa. Me gustaría dejar eso atrás. Solo quiero disfrutar esta semana a tu lado, aclarar mis sentimientos y también… me gustaría recobrar tú confianza y que tú recobres la mía.
Su rostro se iluminó y sonrió.
—Si eso es lo que mi princesa quiere, será lo que la princesa tendrá.
Me soltó el rostro e hizo una pequeña reverencia. De verdad que Jake me hacia reír tanto. Solté un pequeño suspiro seguido de una sonrisa. Jake tomó mi maleta, abrió la puerta de su cuarto, entró, dejó la maleta en la que alguna vez había sido su cama y me volvió a ver.
—¿Ves cómo todo sigue igual?
Y era verdad, hasta la cama se encontraba destendida, quizás de la última vez que habíamos estado acostados ahí.
—Buenas noches princesa… estaré en el cuarto contiguo por si me necesitas, el baño es el de la puerta de enfrente por si quisieras darte un baño…
Por un momento me dio la impresión que le había costado trabajo decir esas últimas palabras. Se dio la vuelta y se fue al cuarto de al lado. Yo miraba todo alrededor del cuarto de Jake; la misma cama, el pequeño escritorio de madera aun lado de la ventana, el closet con una de sus puertas abiertas, la pequeña mesita de madera que se encontraba al lado de la cama, la misma de donde….
Mi corazón latió con fuerza…
Me acerqué casi corriendo a la mesita y la abrí de un tirón rápido. Casi ahogué un grito, cuando la vi, la misma bolsita de piel estaba de nuevo ahí… la abrí y la vacíe sobre la pálida palma de mi mano. Un collar con un lobo y una niñita, tallado en madera salió de la aclamada bolsita. ¡Ahí estaba! Y no solo eso, si no que lo había arreglado porque yo recordaba haber hecho añicos la cadena cuando la había arrancado de mi cuello. Mis lágrimas brotaron una vez más y me lo puse a toda prisa. En verdad era hermoso, y me juré a mi misma que jamás me lo volvería a quitar.
Ahora sí que me encontraba cansada, no tuve tiempo para nada más, ya ni sabia que hora sería, cerré la puerta no sin antes echar un ojo al cuarto donde estaba Jake. Su puerta estaba cerrada. Di la vuelta, saqué mi pijama, me desvestí y cambié, y me dejé caer en la cama. Olía a él, aun no podía creerme que después de tanto tiempo olía a él… y así sin más me quedé dormida.


Hoy es el día de mi boda, después de esa semana con Jake me había dado cuenta de que jamás podríamos estar juntos y que nuestro amor era totalmente imposible. Por más que me lloró y por más que yo lloré, no estaba bien. No era lo correcto. A decir verdad, dejar a Jacob en La Push destrozado y llorando, es la peor imagen que tendré arrastrando por el resto de mi vida, pero él me lo había prometido, una semana y si no me convencía me dejaría ir para casarme con Nahuel. Y eso fue exactamente lo que pasó, jamás pude recuperar la confianza. Sí me había dado cuenta de que lo amaba a él más que a nadie en el mundo, pero por lo mismo tenía que dejarlo ir… ¿Qué caso tenía seguir con alguien en quien no confías? A veces el amor no es suficiente. ¡Y que no me pregunte nadie como fue que tomé esta decisión que ni yo misma la entiendo! Volteé a ver mi pecho, acaricié el collar del lobo y la niña y traté de esconderlo por debajo de mi vestido de novia mientras me daba la vuelta para que tía Rose se tirara a llorar -en sentido figurado ya que en realidad no podía llorar- y me abrazara.
—Te ves divina.
Sus sollozos me causaron ternura. Por lo menos alguien era feliz.
—Muy linda, pero hay algo en tu semblante que no me gusta Nessie— dijo la Tía Alice… tan perceptible como siempre.
—No hay nada que el maquillaje no arregle ¿Verdad, tía Rose? —pregunté sonriéndole a tía Rosalie, tratando de sonar lo más natural posible.
—Por su puesto— musitó como si fuese lo más obvio y en seguida se dispuso a terminar de maquillarme.
—Me voy a ir adelantando, nos vemos en la iglesia, estoy segura que esta será una boda… muy interesante— dijo la tía Alice, sonriendo de una manera bastante peculiar.
¿A qué se refería con eso?
Se dio la vuelta y como una pequeña duendecilla, salió a prisa de la habitación sin darme oportunidad de abordarla. ¿Qué pretendía hacer ella? ¿Un boicot? Me aterraban las ideas locas de la tía Alice secuestrándome, o peor aun secuestrando a Nahuel…
Por un momento sonreí. ¿En qué tonterías estaba pensando? Ni siquiera la tía Alice caería tan bajo por cumplir uno de sus caprichos. Aunque este fuera… verme feliz.
—¿Me puedes dejar un momento a sola con ella Rosalie?
La voz de mi madre retumbaba por la habitación.
—Por su puesto, ya esta lista —se puso de pie—. Me voy a ir yendo con Emmett a la iglesia, no tarden mucho chicas —me dio un beso en la frente, y se fue para dejarme a solas con mi madre.
—Renesmee…
—¿Sí? —pregunté nerviosa.
—¿Por qué haces esto?
—¿Qué cosa?
—Nessie ya no eres una niña, sé que me entiendes. De hecho, creer que eras una niña fue lo que me hizo perderte.
—¡Oh, Mamá! —mis ojos se llenaron de lágrimas pero las sequé rápidamente. No quería que estropearan mi maquillaje—. Olvídalo madre, ya no tiene importancia.
—Sí la tiene porque gracias a eso que sucedió, estás ahora aquí, casándote con el hombre equivocado.
Sus palabras retumbaban en la habitación; de verdad que mi madre era magnifica, tanto en belleza como en sabiduría, tantos años al lado de mi padre habían tenido su efecto.
—Ya es muy tarde para eso madre.
—Nunca es demasiado tarde… bueno, no hasta que te cases… Nahuel es muy bueno y no se merece esto.
—Por lo mismo, no se merece que lo plante el día de su boda.
—Hija, yo respeto tu decisión. Si esto es lo que quieres hacer… pues yo te apoyo; solo quiero que sepas que te amo, y quería saber si me permitirías darte un abrazo antes de que dejes de ser mi niña.
Mi corazón dio un vuelco, en verdad la había extrañado tanto todo ese tiempo separadas, corrí a sus brazos y me acuné en ellos como cuando tenía 4 años.
—Te quiero mamá.
—Y yo a ti Renesmee.
Ninguna de las 2 lloramos. Ella porque su condición de vampiresa no la dejaba y yo, porque no quería arruinar mi maquillaje.
—Espero que no te arrepientas Renesmee de la decisión que tomaste.
—Yo también mamá, yo también…
En la iglesia todo estaba adornado con hermosos lirios, 2 ramos al frente en el altar y otros más pequeños en cada una de las bancas. Una iglesia un tanto simple, claro estaba que yo la había escogido, irónicamente no me agradaba la idea de casarme por la iglesia. ¿Acaso nosotros teníamos permiso de estar ahí sin tener alma? ¿O sí la teníamos? Bueno eso era un pensamiento punto y aparte. La organizadora quería boda en iglesia… y boda en iglesia tendría. ¿Algún día le ganaría en algo a la tía Alice? Bufé.
Tendríamos un pequeño teatro el día de hoy y todo patrocinado por la tía Alice.
Genial ¿no?
Para esto… ¿Dónde estaba? ¡Ah si! yo estaba al pie de la puerta de la dichosa iglesia, tomando el brazo de mi padre, mientras que tocaban la típica marcha nupcial. Estaba que se me caía la cara de vergüenza.
A lo lejos miraba en las bancas a toda mi familia e invitados y ahí aun lado del sacerdote, se encontraba Nahuel, quien por cierto se miraba guapísimo con ese traje de pingüinito.
Seguía la nupcia resonando por la iglesia, mientras que mi padre y yo nos íbamos acercando al novio.
Nahuel me recibía con una sonrisa triunfal, mientras que yo sentía que me acercaba a mi funeral, sonreí tímidamente y mi padre me colocó al lado del novio, para proseguir con la ceremonia.
La misa era muy emotiva, el sacerdote hablaba mucho del amor y de la confianza entre la pareja y más sermones a los cuales no ponía mucha atención. Mirando de reojo a los invitados distinguí a la tía Alice inquieta y volteando mucho hacia tras, como si estuviera esperando a alguien.
¿Qué tal si mi tía había llamado a Jacob? El corazón me golpeó fuertemente y angustiado. De mi tía me podía esperar lo que fuera. Traté de calmarme. ¿De qué servía lastimar así a mi corazón? Jake jamás vendría… él cumpliría su promesa.
—¿Renesmee?
Nahuel me hablaba despacio, el padre ya había hecho la pregunta a la cual se supone que debería de contestar: Acepto. Me di cuenta que él ya había contestado y hasta me había puesto el anillo. Ahora era mi turno, me estaban esperando… y yo me encontraba en el dilema más grande de mi vida… aceptar o no hacerlo.
Cerré los ojos, suspiré un momento y los volví a abrir
—Acepto —tomé el anillo y se lo puse mientras recitaba las palabras que el sacerdote me iba soplando al oído.
Ya estaba ahí ¿Cómo me iba a echar para atrás estando ahí, frente a uno de los seres más maravillosos de este mundo? Nahuel me sonreía tan deliciosamente que por solo unos momentos me olvidé de lo que me angustiaba.
Jacob Black.
—Si alguien tiene un motivo para detener esta boda… que hable ahora o calle para siempre…
Ningún sonido. Nada. Como si le hubieran puesto pausa a una película.
—Yo los declaro, marido y mu…
—¡DETENGASE!
Mi corazón desbocado brincó como nunca al oír su voz, no podía creer que estuviera ahí. Volteé e inmediatamente lo vi, con sus pantalones rasgados y sin camisa…. ¡Por Dios! ¿Qué ese hombre no conocía la ropa? Sacudí la cabeza y después lo volví a contemplar; sus ojos estaban llenos de lágrimas, su pelo más desmarañado que de costumbre, y su respiración más entrecortada que nunca.
—Yo tengo un motivo para que esta hermosa mujer no se case…— gritó para que todos lo escucharan. —Renesmee Carlie Cullen… tú no te puedes casar con él, porque no lo amas… ¡Tú me amas a mi!
Lágrimas caían a borbotones de su rostro. Ni siquiera miré el rostro de Nahuel, me daba pena mirarlo. Mi pie se acercó un poco más al chico que lloraba en la puerta de la iglesia, pero me detuve.
—Por favor Nessie, quédate conmigo…— susurró Nahuel.
Giré a verlo con amargura, me quité anillo y se lo puse en la mano.
—Lo siento.
No me atreví a verlo al rostro. Dejé caer el ramo al suelo y corrí hacia los brazos del hombre que me llamaba desde la puerta de la iglesia.
—¡JACOB! ¡JACOB! ¡JACOB!

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Hola a todos, muchas gracias por seguirme leyendo, sé que no soy muy buena redactando, pero lo hago por amor al arte y pues si a alguien le gusta más que bien^^ Recuerden que sus reviews son mis vitaminas de cada día. Espero les guste este capitulo.

Koko

* Todos los personajes y nombres le pertenecen a Stephenie Meyer

5 comentarios:

Bell.mary dijo...

Muy buen capitulo, pobre Jacke lo que sufrio cuando penso que habia perdido a Renesmme, sin duda a veces es dificil seguir adelante cuando no tienes confianza, pero la verdad es que el amor puede vencerlo todo ..... no podia creer que se fuera a casar con Nahuel pero al ver que llego Jacke que grito de la emocion... estare esperando el siguiente capitulo con ansias...........
Me encanta esta historia ... gracias Kokoro por compartirla y a nuestra querida Coka por publicarla.......Besos

María Veronica dijo...

me encanta esta historia y el rumbo que esta tomando!! gran trabajoo mucho exito por aqui siempre pendiente de todo!! saludos para todas!

maty dijo...

buenismo el capitulo como siempre me encanta... aun k e de confesar k ise trampa desde k publicaste el tercero mis ancias por saber mas y saber k en realidad ya estaba completo y busk la pagina de kokoro y lo leei completo ya jajaj sorry soy una loca adicta empedernida de fic´s :D pero es un gusto releerlo :D

Anónimo dijo...

Buenisimo.... espero y no tardes mucho, x favor x favor, no no hagas sufrir...

Anónimo dijo...

Buenisimo.... espero y no tardes mucho, x favor x favor, no no hagas sufrir...