Un Asesinato sin resolver y muchas intrigas.
Bajo el engañosamente suave exterior, Bella Swan es una mujer que sabe exactamente lo que quiere. Un hombre fuerte que la tome sin preguntar, porque está dispuesta a darlo todo...
El policía de Dallas Edward Masen, está en una misión secreta: encontrar el hombre que mató a su compañero y llevarlo ante la justicia. Hasta ahora, ha encontrado un vínculo entre el asesino y Bella, y si Edward ha de acercarse a ella para atrapar al asesino, que así sea.
CAPITULO 1
DALLAS,
TEXAS.
—Yo no
quiero que vuelvas al trabajo aún.
Edward
Masen dejó caer su taza de café en la usada mesa del comedor y miró fijamente a
Mick Winslow con confusión.
— ¿De qué
coño estás hablando, Mick?
El hombre
mayor se pasó una mano cansada sobre su rostro, una cara profundamente surcada
por arrugas y por cansancio. Había llamado a Edward temprano por la mañana y le
pidió que se encontraran para tomar una taza de café. Debido a que Edward tenía
su evaluación física y psiquiátrica en una hora. El último obstáculo para
regresar a trabajar como un policía de Dallas.
Él había
estado plagado de dudas. ¿Qué persona cuerda no lo estaría? No había estado
completamente seguro de que podría regresar a un trabajo, cuando Alex, su
pareja, no lo haría. Nunca. Pero, por supuesto, el volvería. El asesino de Alex
tenía que ser capturado. La justicia tenía que hacerse. El que se interponía en
su camino era un doctor para que dijera que estaba bien físicamente y una
evaluación psiquiátrica sobre el estado de su tarro. Él podía fácilmente pasar
esa mierda.
— ¿Tú no
piensas que nunca más pueda trabajar encubierto?—Edward preguntó cuándo Mick no
respondió todavía.
—No. Eso no
es lo que digo.
—Entonces,
¿qué carajos estás diciendo?
Mick enfocó
sus ojos cargados por el dolor en Edward. Parecía tan desgastado ahora. No como
el hombre grande, fornido, con una voz resonante y personalidad a juego.
—Escúchame
hasta el final. Tengo que pedirte un favor. Hijo.
Edward se
estremeció, no sólo por que Mick le llamara hijo, sino porque el verdadero hijo
de Mick se había ido. Perdido para ambos.
—Quiero que
me ayudes para llevar al asesino de Alex a la justicia.
Edward
debería haber visto esto venir. Mick estaba más allá de la frustración por la
falta de progreso en el caso del asesinato de Alex. Era comprensible. Esto
reflejaba el propio sentimiento de injusticia ardiente en Edward. Y era por lo
que estaba impaciente de regresar a su trabajo. De esta forma él podría
encontrar al asesino de Alex y hacerle pagar al bastardo.
—Pero no
quieren que vuelva a la fuerza.
—Ellos
dejaron caer el balón de la investigación—dijo Mick con dureza. —Tú lo sabes, y
yo lo sé. Están de pie alrededor con un dedo en sus culos mientras el asesino
de mi muchacho camina libremente. Ellos no tienen ni siquiera un sospechoso.
Alex era un buen policía. Un policía muy bueno. No se merecía acabar así.
Los ojos de
Edward se estrecharon ligeramente. No lo había dirigido personalmente, pero aun
así, se le levantaron los pelos de punta por tener que preguntarle a Mick sobre
el manejo del caso por parte del Departamento. Nada de lo que había visto le
había llevado a creer que alguien hubiera tomada la muerte de Alex a la ligera.
— ¿Por qué
no quieres que vuelva?—Edward apuntó, tratando de empujar de nuevo a Mick al
asunto. Él no quería meterse en un agujero por Alex. No ahora. No cuando le
había tomado esto mucho tiempo, para ser capaz de pensar en su compañero sin
parecer que algo le quemaba por dentro.
Una
camarera se acercó con una cafetera y comenzó a rellenar sus tazas. Mick la
separó lejos en un gesto irritado. Ella rápidamente se retiró, las cejas se
levantaban en un ceño oscuro en la cara de Mick.
—He estado
haciendo algunas investigaciones por mi cuenta.
Edward
frunció el ceño. ¿Era por esto por lo que Mick parecía un muerto recalentado?
¿Había estado dedicando cada hora del día, renunciando a dormir, en un intento
desesperado de atrapar al asesino?
—Estás
retirado, Mick. Deja el trabajo policial para nosotros.
La pena
llenó los ojos de Mick.
—Voy a
olvidar que dijiste eso, hijo.
Edward
meneó la cabeza.
— ¿Qué has
encontrado?
—Creo que
tengo una sólida ventaja en quién puede tener noticias del asesino de Alex.
Cuando menos él estaba en la escena esa noche, así que si él no lo hizo, con
absoluta seguridad sabe quién fue. Pero mi instinto me dice que ese bastardo le
pegó un tiro a Alex por la espalda.
El estómago
de Edward se arremolinó, y el café que había tomado le quemaba como un ácido.
Imágenes de Alex, boca abajo, como un pedazo de basura descartada, en un charco
de sangre en el suelo.
—Si tienes
pruebas, ¿Por qué no has ido a Billings?, y ¿por qué estás aquí pidiéndome que
no regrese al trabajo?
—Debido a
que Billings es un clavo desagradable que tiene su cabeza tan lejos del culo
que puede oler la cena de la semana pasada—refunfuñó Mick. —Acudí a él cuando
supe del tipo que estaba allí. Vulturi. Aro Vulturi.
— ¿Sabes su
nombre?—Interrumpió Edward.
Mick
levantó la mano.
—Déjame
terminar. Sé mucho más que el nombre de esa mierda.
Edward
asintió con la cabeza y trató de relajarse en su asiento. Echó un vistazo a su
reloj. Él iba a llegar tarde.
—Fui a
Billings. Le dije todo lo que sabía. Él me echó. Me dijo que yo era un hombre
acabado y que debía dejar el trabajo de la policía a los profesionales. Me dijo
que cuando necesitara mi ayuda, él malditamente me la pediría. Esto va en torno
del departamento, que piensa que Alex tuvo la culpa en el tiroteo.
— ¿Qué?
¿Qué mierda?
—He estado
oyendo rumores, Edward. Parece que la idea general es que actuó sin razón, y
que su muerte es una consecuencia desagradable de sus acciones. ‘Flagrante
desprecio del deber’, estas palabras fueron lanzadas alrededor de más de una
conversación.
Edward miró
con incredulidad a Mick.
—No puedes
decirlo en serio. Yo estaba allí. Di mi informe.
—Tú dirías
cualquier cosa para cubrir a tu compañero.
Edward
frunció los labios en una mueca.
Mick
levantó su mano.
—Eso es lo
que dicen ellos. No yo.
Edward se
echó hacia atrás, respirando hondo para calmar la ira que hervía en su
interior. Echó una larga y dura mirada a Mick. ¿Qué estaba haciendo con él?
¿Tratando de enojarle lo suficiente para que estuviera de acuerdo con cualquier
cosa que Mick quisiera? Él nunca había sabido que Mick fuera cualquier cosa
menos directo, pero la pérdida de un hijo podía tener un modo de doblar la
conciencia de cualquiera.
Mick apoyó
sus codos en la mesa y se inclinó sobre ella, mirando fijamente a los ojos de
Edward.
—Tú vete a
tu evaluación, hijo. Habla con Billings. Si piensas que estoy loco como una
cabra después de que estés de vuelta en la oficina central durante unas horas,
y sigues pensándolo, vuelve al trabajo y olvida que alguna vez hemos tenido
esta conversación. Pero si averiguas que tengo razón, me llamas esta tarde.
Vienes, y podemos hablar de cómo podemos apresar al hijo de mala madre que mató
a mi hijo. Tu compañero. Tu hermano.
Mick salió
de la cabina y lanzó unos arrugados billetes sobre la mesa antes de caminar
hacia la salida. Habría sido difícil solicitar tranquilamente un permiso para
estar ausente, cuando lo que quería hacer era poner su puño a través de la
pared. Edward había considerado evadir la evaluación psicológica, pero aquella
mierda estaría en su expediente personal para siempre, y no quería que esto lo
siguiera durante los próximos veinte años.
Estuvo de
pie en la sala de su apartamento, caminando, demasiado inquieto para sentarse y
esperar a que Mick llegara. El anciano no había parecido ni una pizca
sorprendido cuando Edward le llamó. Ni siquiera preguntó que había oído
alrededor de la oficina central.
Pero él lo
sabía. Se lo había dicho a Edward, pero Edward no le había creído. Él había
vuelto voluntariamente, teniendo intención de no hacer caso de la petición de
Mick. No importa lo que pasara, Edward quería estar allí donde pudiera ayudar
en la investigación, no en una búsqueda inútil. Pero Billings había trazado una
línea difícil en la arena. Edward no debía acercarse a la investigación. Demasiado
cerca, y una mierda. Al igual que necesitaba un montón de psicología cuando el
asesino de su compañero estaba suelto.
Cuando él había preguntado a quemarropa
sobre los rumores que flotaban sobre que Alex tenía la culpa, Billings lo había
negado rotundamente, diciendo que la investigación estaba en curso, y que el
departamento haría todo lo que estuviera en su poder para llevar a los
tribunales al asesino. Edward también había preguntado sobre Vulturi, y su
posible conexión con el asesinato, pero Billings había rechazado hacer
comentarios.
Había
salido de la oficina frustrado, sólo para encontrarse con muchas miradas
comprensivas de sus compañeros policías. Muchos murmuraron su opinión que de
ninguna manera Alex había hecho algo malo. Pero el hecho que ellos tuvieran que
decírselo a Edward lo enojó, lejos de conseguir lo contrario. No debería haber
ninguna duda. Esto había levantado preguntas en su mente por la dirección en la
que iba la investigación.
Mick entró
por la puerta, no molestándose en llamar. Edward encontró su mirada, y encontró
la cruda determinación que hervía a fuego lento allí.
—Así que ya
lo sabes—dijo Mick en voz baja. — ¿Vas a ayudarme?
—Conseguí
un permiso de seis meses—dijo Edward al momento. —Ahora dime todo lo que has
averiguado y entonces podremos clavar a ese bastardo.
Mick se
acercó al sofá y se hundió en los cojines. Echó un vistazo a propósito a
Edward.
—Necesito
que vayas a Houston.
— ¿Qué hay
en Houston?
—Isabella
Swan.
Edward
cruzó sus brazos sobre el pecho.
— ¿Qué
tiene que ver ella con Aro Vulturi?
—Tal vez
nada. Pero ella es la única pista que tengo ahora mismo.
—Entonces,
¿qué pasa con ella? ¿Quién es ella?
Mick se
rascó detrás del cuello y luego movió la cabeza.
—Aro
Vulturi llamó a la madre de Isabella justo al momento de los disparos. Ambos
desaparecieron sólo unos días después de que le pegaran un tiro a Alex. Nadie
les ha visto. Yo la he estado investigando. Más o menos una perdedora como
Vulturi. Pasa por los empleos como si fueran un caramelo, y tiene una historia
de consumo de drogas. Su hija trabaja para Charlie Swan, el hombre que la
adoptó. Él es dueño de la firma de Seguridad Swan e Hijos. Firma de primera
categoría. Colores fuera de las líneas. Te caería bien.
Edward
esperaba impaciente por que Mick se pusiera sobre el punto. No importaba si le
gustaría o no Swan. Lo que le importaba era si su hija podría llevarle al
asesino de Alex.
—Por lo
visto, Isabella se hizo cargo de su madre durante casi toda su vida hasta hace
unos años cuando su madre quedó fuera de juego de una sobredosis, y Swan entró
en escena y se llevó a Isabella de nuevo a Houston. Desde entonces, la madre
esporádicamente ha llamado a su hija, la mayor parte de las veces pidiendo
parte del dinero que ella ha ganado. La última vez que la llamó fue hace un
año. Ahora, lo que creo es que si la madre tiene la costumbre de llamar a la
hija cuando necesita dinero, ella podría muy bien intentar llamarla otra vez,
ahora que Vulturi ha entrado en escena. Aro está desesperado. Necesita dinero
ahora que está huyendo. Dinero que la madre no tiene. Si te acercas a la hija,
y haces algo de espionaje, ella podría muy bien llevarnos a Vulturi a través de
su madre.
Edward
asintió con la cabeza. Hasta ahora tenía sentido. La madre y el novio estaban
huyendo. Probablemente con poco dinero en efectivo. Ella podría muy bien
ponerse en contacto con Isabella y pedirle ayuda. Por lo que sabía, la muchacha
podría saber exactamente donde estaba su madre.
—Mi amigo
Griffin es amigo de Swan, y este le debe un favor—continuó Mick. —Le he pedido
que te contrate en su empresa de seguridad. Él sabe quién eres, que eres un
poli, y que tu compañero ha sido asesinado.
—Pero nada
más, ¿verdad?
Mick
sacudió su cabeza.
—Lo que él
sabe es que estás de permiso mientras tratas con la muerte de tu compañero y
tomas la decisión sobre si quieres volver de nuevo a tu trabajo.
Edward miró
bruscamente a Mick.
Mick se
encogió de hombros.
—Parecía
una explicación bastante plausible.
Lo que sea.
No le importaba un comino lo que pensara Swan que eran sus razones para tomar
ese permiso.
— ¿Crees
que Swan está en todo esto? ¿Tiene algo que ver con la madre de Isabella?
Mick
sacudió la cabeza.
—Giffin me
contó todo. Estuvieron casados brevemente diez años atrás. No ha tenido nada
que ver con ella desde entonces. Es un buen hombre. Su hijo es ex—militar. Él
tiene a otros dos chicos trabajando para él. Uno estaba en las Fuerzas
Especiales, y otro un poli antes de que una herida lo sacara de la línea del
deber. Ellos hacen un buen trabajo.
—Así que es
sólo por su hija por la que tengo que preocuparme.
Mick
asintió con la cabeza.
—Exactamente.
Parecía
bastante simple. Entra, consigue la información y sal. Se la entregaría al
departamento en bandeja de plata. Sonaba como un paseo después de algunos casos
en los que había estado metido durante años. Y sí, él podría usar el permiso.
Entonces él no tendría que pensar mucho en volver a su trabajo sin su
compañero.
Mick se le
quedó mirando durante un largo rato antes de que el pareciera arrugarse
justamente delante de Edward.
—Gracias,
hijo. Sabía que podía contar contigo.
—No tienes
por qué darme las gracias—dijo Edward en un momento. —Alex habría hecho lo
mismo por mí en un instante.
Se acercó y
se sentó junto a Mick. Ninguno habló durante un largo momento, y luego Edward
extendió la mano y la puso sobre el hombro de Mick.
—Alex
tendrá la justicia que se merece. Lo juro.
---------------------------------------------------------------------------------------------
Chikas es una trama muy entretenida, es policial, lo que es nuevo por aquí, así que espero que les guste.
Comenten!!!
4 comentarios:
Me encantan las historias con trama policiaca,lo que me recuerda y sugiero que veáis la serie española "Los hombres de Paco".Es una comedia romántica y policíaca donde hay una historia de amor tipo crepúsculo en el sentido de que hay un trio amoroso. Recomiendo la veáis a mi me encantan sobre todo los actores Hugo Silva y Mario Casas.Después de esto quiero dar las gracias a Krizia y Coka por esta nueva historia tan maravillosa entre el policía Edward y Bella,historia q nos enamorará y hará sufrir por lo trágica de la situación en la que se va desarrollar parece que habrá engaños y traiciones.Deseando leer mas pronto. Un besazo. Maria del Mar desde España
Estas historias son de lo mejor se vienen cosas muy buenas...gracias x el capitulo!
Me encanto, adoro las historias con trama polícial o que involucre soldados me encantan esos tipos de hombre aahhhhhh
Es una historia diferente a la que estamos acostumbradas aquí pero la verdad se ve muy interesante, ya quiero ver en escena a Edward y sobre todo ver su reacción cuando conozca a Bella, sin lugar a duda sera una historia muy entretenida así que ha esperar más capítulos porque si con solo el primer capítulo nos dejo intrigadas ya me imagino conforme avance la historia.
Gracias Krizia por tomarte tu tiempo y compartir una adaptación mas, y gracias Coka por publicarla...Besos
KRIZIA... ESTO PINTA MUY BUENO Y SI ES ALGO DIFERENTE DE LO QUE LEEMOS AKI JIJIJI ESTARE ANCIOSA POR SEGUIR LEYENDO MAS :D
GRACIAS COKA POR PUBLICAR, KRIZIA ESCOGE MUY BUENAS HISTORIAS :D
Publicar un comentario