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sábado, 15 de febrero de 2014

Detras de los ojos azules - Capitulo 11


Descubrir que la muerte gusta de ti, siempre será peligroso. Aceptar ser su confidente, puede ser peor. Porque la verdad de las novelas, usualmente, no es como se cuenta en el papel.

Elise, enamorada de la vida y deslumbrada por quien menos debía, descubrirá su propia historia en los ojos transparentes que la encontraron sin buscarla.


Oportunidades y elecciones. Recuerdos y miedos. Ambos, Muerte y Elise, revivirán lo que no creyeron pudiera darse. El cambio de las decisiones, no quiere decir que todo saldrá bien esta vez.

No hay finales felices, sólo finales, que a veces… Pueden continuar eternamente.


ADIVINANZAS


 Original de Sissy the Angel
Cerca de la madrugada, la vivencia del sexo entre ambos se hizo avasalladora en todo lo antinatural que era per se. Aquello se trataba de un inmortal de hielo, replicando el vivo calor de una humana. Ni Elise ni nadie, podría estar preparado para algo así.

Así que cuando pudo liberarse a través del sueño de la agobiante extenuación de haber sido amada consecutivamente por Edward, su mente la obligó a reconocer que eso, que ÉL, era algo más. Impulsada por la falta de barreras y luego de contemplar al avasalladoramente hermoso hombre que la miraba con adoración tendido desnudo a su lado, se escuchó a sí misma hablar.

-Edward...

Él sonrió fascinado, captando no sólo la voz, sino la vibración de la delicada piel en la garganta al decir su nombre. El extraño timbre no le perturbó, aún estaba demasiado excitado como para que algo tan predecible, lo hiciera; simplemente la besó con suavidad en los labios y esperó a que continuara mientras le acariciaba el vientre.

Elise tembló al contacto de los atemperados dedos y casi desistió de seguir, de no ser porque algo en sus instintos la apremiaba a continuar.

-Edward… ¿Qué eres…?

La mandíbula se tensó de inmediato ante la pregunta, conteniendo el aire un momento. De todas las veces que se planteó la situación, jamás logró concretar el modo de contestar a eso. Esperaba poder hacerlo sin aterrorizarla por completo.

-Elise… Tú misma ya debes saber la respuesta.

Los ojos de Elise se abrieron ampliamente al escucharle. No sentía miedo, pero sí ansiedad, Edward le estaba confirmando su sospecha.

-Yo… ¿vas a quedarte ahora?

-No Elise. No debo estar aquí cuando amanezca, pero si me pides quedarme lo haré, sólo que no podré salir hasta que anochezca de nuevo.

Elise pestañeó ante la información recibida. Edward no decía nada claro como siempre, pero igual la dejaba con la sensación de que se perdía algo crucial en lo que no alcanzaba a descifrar.

-Yo… No entiendo…

-Concéntrate Elise, no sólo en lo que crees saber, sino en cómo te sientes respecto a mí. ¿Aún crees que estas a salvo a mi lado?

Él la miraba sumamente preocupado. Si Elise temía todo sería mucho más difícil. Ella por su parte obedeció a la petición, rebuscando en su interior a cerca de Edward; y a pesar de que su intuición le alertaba sobre algo anormal, no dudaba ni un poco de él.

-Sé que tú nunca me harías daño voluntariamente Edward.

-Entonces, ¿sabes que soy, peligroso?

Ella contempló la pregunta unos segundos. ¿Peligroso? Si. ¿Tenerle miedo? No.

-Sé, siento que, puedo confiarte mi vida misma. ¿No es así?

Edward exhaló aliviado.

-Elise, lo has estado haciendo todo éste tiempo en realidad… Y jamás, jamás quiero decepcionarte.

-Edward… ¿Qué estamos diciendo? No estoy segura sobre lo que estoy entendiendo.

-Elise, temo contestarte francamente.

-Edward… -le dijo mientras le tomaba el rostro para hacerlo mirarla de frente.- Tú ya sabes mi verdad. Yo, voy, a morir pronto. No creo que pueda haber nada más atemorizante que ese conocimiento y heme aquí.

Escucharla hablar tan calmada sobre su condena maravilló al vampiro, envidiándola en su capacidad para adaptarse y seguir adelante; pero esto, decirle que algunos monstruos de las historias de terror existían, seguro sería demasiado hasta para ella.

-Hermosa Elise, soy una leyenda que camina. Una historia que se prefiere creer como un cuento.

Ella tragó saliva involuntariamente. Aquello no era un juego, cada palabra que escogían para comunicarse era absolutamente real e implicaba muchas e inesperadas posibilidades.

-¿Edward…?

-Elise, quiero decírtelo, pero preferiría que tú lo nombraras primero. Todos los indicios están ahí, sólo necesitas juntarlos.

Su raciocinio se rebeló a lo escuchado. Aquello no podía ser verdad, un leve escalofrío le recorrió la espalda y abruptamente escogió contener todas las ideas e imágenes que se le venían a la mente. Su corazón estuvo de acuerdo en esa acción, ¿qué más daba la respuesta? Ella lo amaba, fuese lo que él fuese.

-No me importa. Me da igual lo que seas, te cruzaste en mi vida al final y no voy a desperdiciar el tiempo que me queda con estúpidos miedos.

El vampiro se quedó en shock momentáneo. ¿Cómo podía decir eso ella? La lógica decía que ella iba a gritar horrorizada e intentaría huir mientras él le rogaba se tranquilizara; pero en cambio, lo aceptaba sin dudar, tal como lo había hecho Isabella en su momento.

¿Final? De repente esa palabra le recordó que no había tiempo que perder. Elise no se extinguiría si él podía evitarlo.

-Elise, no puedes decir sólo eso.

-Sí puedo Edward. Si volviste y te quedas, tú también tendrás que ver a un monstruo muy temible adueñarse de mí. Ahora soy yo la que quiere saber Edward, si tienes miedo. Yo lo tengo por ti, porque perder a Bella te destruyó y conmigo no va a ser muy diferente, también voy a morir…

-No tienes que hacerlo.

-¿Hacer qué, Edward?

-Morir.

-¿De qué estás hablando?

-Elise, no quiero que temas o dudes de mí, pero debo ir en busca de mi padre. Él podría ayudarnos.

Elise se sintió levemente irritada. Al parecer todo lo que había creído entender parecía ser una locura de su cabeza.

-¡Vamos, Edward! A menos que tu padre haya descubierto recientemente una cura milagrosa contra el cáncer, dudo que haya algo que alguien pueda hacer.

-Te equivocas Elise. Aún existe una posibilidad.

-Edward, si estás hablando de dinero… No es posible, yo… Esto ya es una metástasis. Tengo cuatro, cinco meses a lo sumo.

-Elise, dijiste que confiabas en mí. Entiende que no te estoy mintiendo si te pido que esperes mientras localizo a Carlisle y si tienes que irte, ten la certeza de que te encontraré si me lo permites. Sea lo que sea que decidas, no te dejaré sola.

-Pero tienes que marcharte ahora, ¿no? –Dijo ella con leve sarcasmo.-

-Elise, no dudes. Es sólo que hace demasiado que no sé de mi padre y aunque tengo una idea de dónde empezar a buscarlo, hallarlo podría tomar más de un par de días.

Edward la miró suplicante. Genuinamente quería que ella accediera, que le diera la oportunidad de decirle la verdad sobre él.

Elise tomó todo lo escuchado y lo sopesó contra lo que sentía en su interior. Amaba a Edward y quería creer que él en verdad estaría ahí para ella hasta el final, pero sabía también que aquello podía ser demasiado para cualquiera y temía que esa fuese la última noche que supiese de él. Aún así, no iba a obligarlo a permanecer a su lado y con renuencia e intentando ser lógica, le dio un voto de confianza al dejarlo ir.

-Ve Edward. No temas, si no vuelves a tiempo, te dejaré datos sobre mi paradero para que puedas encontrarme.

El ceño de él se cimbró levemente, podía leer en su voz y en su errático corazón la duda, pero la amó más en su desprendimiento. ¡Debía marcharse, ya! Entre más rápido hablara con Carlisle, más pronto estaría de vuelta a su lado.

Se miraron llenos de sentimientos encontrados al besarse los amantes, los miedos de ambos eran bien cimentados, pero la fe que cada uno otorgaba al otro, les dio la fortaleza para separarse. Edward se vistió con renuencia, sin dejar de observar a la pelirroja que le contemplaba desnuda y sin sentir recato de mostrarse así ante él. Una vez listo suspiró mientras dejaba caer pesadamente los brazos a sus costados. No quería irse, pero tenía que hacerlo. -Ángel Elise, dulce Elise; cree en mí, opta por mí a mi retorno.-, suplicó en silencio. Acercándose sobre ella, dio un último beso a su boca y en un secreto deseo, hizo lo mismo con la base de su cuello.

-Volveré Elise. Mientras tanto, piensa en todo lo que te dije, necesito que aunque te niegues a creerlo, descubras la verdad sobre lo que soy.

Ella, aún aturdida por el contacto de los labios sobre su piel, suspiró mientras asentía.
-Lo intentaré. No tardes demasiado.

-No dudes de mí.

Sin temor y a propósito, Edward desapareció al instante de ahí al moverse a la verdadera velocidad de que era capaz mientras sonreía con ironía. ¡Si ella aún necesitaba de más señales…!

Elise se sobresaltó al hallarse tan repentinamente sola como si todo hubiese sido una alucinación, pero Edward había estado ahí. Todo el lugar –ella- estaba llena de él. Fue natural sentir miedo al comprender de nuevo que ninguna persona podía moverse así, pero entonces lo recordó; Él, no era solamente una persona…

--------0--------

La última semana en el trabajo, no cerró un solo día con la esperada aparición de Edward a la puerta del mismo. Elise no quería dudar de la promesa, pero no añorarlo era imposible a pesar de la distracción que le ofrecía las múltiples despedidas que sus varios amigos le organizaron, ni siquiera la de ése viernes en donde el mismo Lucca asistió.

-¿Así que por fin vas en pos de tu travesía Elli?

Fue la frase con que Lucca se acercó para abordarla con una sonrisa amplia en el rostro y una bebida en la mano. A Elise le dio gusto verlo, sería bueno poder despedirse de él también.

-Sí Lucca…

-¿Ko  Samui?

Elise sonrió asintiendo.

-Sí, en semana y media estaré parada en la arena de Tailandia y comiendo pancakes de banana.

-Jack Johnson…

Ambos empezaron a canturrear una estrofa de una canción del nombrado cantante que empleaban cuando eran menores y hacían planes para viajar juntos, luego de terminarla, soltaron la risa con añoranza.

-Me alegro de que no renunciaras a tus sueños Elli.

-Gracias.

-Yo… Bueno, quizá vaya después, cuando sea el momento para mí. –Lucca la miró con cierta incomodidad.- ¿E irás sola o con Edward? ¿Es tu novio ahora no? ¿Por qué no lo veo por aquí? ¿No vino?

-Edward tuvo que irse de improviso, asuntos familiares.

-Pero entonces, ¿nadie te acompañará Elli? –A Lucca no le hizo gracia imaginarse a Elise sola al otro lado del mundo. Una cosa era que ya no estuvieran juntos y otra que le fuera completamente indiferente.-

-Bueno, si no se puede antes, me alcanzará en Tailandia; pero estaré bien Lucca, no te preocupes.

-Elise no seas tan cabezota, eres demasiado inteligente como para pretender obviar los riesgos de viajar por ti misma. Simplemente, eres muy guapa.

-Oye, gracias por la confianza… -Fingió ofenderse mientras Lucca se enfadaba un poco más.-

-No te burles Elise. Lo digo en serio.

-Y yo igual.

-Vamos Elli. ¡Jamás imaginé que el tal Edward te dejaría ir sola! No sé, es que tú y él parecen… Bueno, es hasta incómodo mirarlos juntos a veces.

-¿Qué? –dijo ella entre una risa- ¿Cómo dices? ¿Por qué?

-Es que ustedes, nunca había visto a una pareja mirarse así. Tú nunca me viste así Elli y fuiste capaz de de hacer a un lado tu sueño con tal de esperarme. Créeme que no me es fácil decirte esto porque, bueno, es obvio que no puedo ser completamente imparcial pero; ustedes dos parecen algo aparte cuando uno los sorprende en una caricia. Dan la impresión  más bien de ser una de esas parejas viejas que se dicen todo sin hablar. Elli, ¿por qué nunca fue así entre nosotros?

-¿Celos?-, pensó para sí Elise muy sorprendida. Darse cuenta de ello no le causó ningún sentimiento de satisfacción y fue muy raro. No se había dado cuenta que ya no le dolía saberlo con la rubia… Que por cierto, tampoco estaba a la vista.

-Yo, no lo sé Lucca. Ni siquiera supe cuando empezamos a alejarnos.

El interpelado bajó la vista mientras encorvaba el cuerpo un poco antes de responder.

-Yo si…

-¿Cómo?
-Es que Elli, yo no pude seguirte el ritmo. Me sentí muy presionado.

-¿De qué hablas? Yo nunca te pedí boda.

-No, Elli, no es eso, es, bueno… Es que es muy difícil mantenerse a la altura contigo. Yo no puedo ser tan optimista todo el tiempo y aceptar las cosas, además… Mira a tu alrededor, eres un imán para las personas. ¿Cómo compito con eso? Tu atención estaba dividida siempre con todo el mundo.

-¡Hey, eso no es cierto! Me estás pintando como si yo fuese una santa y no es así. ¿O estás diciendo que te descuidé? No recuerdo nada así. Más bien me parece que empezaste a llegar tarde, a dejarme fuera, a alejarte de mí hasta que fue evidente que algo estaba roto.

-Elise, no podía estar contigo, ya no me sentía contento en casa, empezaste a convertirte en un agobio.

Elise se sintió molesta ante la inmadurez de Lucca, pero luego de torcer el labio suspiró, ése era el problema de él y no iba a cargar con el cuento. Como fuese, ya no eran pareja y además, la separación había resultado para bien.

-Mira Lucca, lamento que te hayas pensado que las cosas eran así. Si en verdad te puse semejante presión en los hombros me alegro que te hayas salido de ella. Yo estoy bien y tu también, ambos estamos avanzando y a fin de cuentas eso es lo que importa, ¿no? Por cierto, ¿dónde está tu novia? ¿No vino tampoco?

-No la invité, no pensé que fuese adecuado… Elise, ¿es en serio que no me guardas rencor?

-No Lucca. Ya no. Supongo que tienes razón, yo avanzo muy rápido y además, ¿de qué me serviría seguir sintiendo rabia?

-Elli, yo… Ya… No voy a aguarte la noche. La verdad me siento mejor de haberte dicho todo antes de que te fueras.

-Qué bien Lucca. A mí también me hizo bien.

-¿Me mandarás una postal de allá?

Elise aceptó de buena gana el cambio de tema. El pasado estaba zanjado y eso le daba paz.
-¡Claro! Además, pienso abrir un blog para postearles mis correrías. Creo que lo voy a llamar, “…Los Días de Elise…”.

-¡Ja! Es una buena idea Ellie. Estarás un poco lejos de alcance, pero si necesitas ayuda… Cuenta conmigo también, ¿sí?

-Gracias Lucca.

-Oye, sólo una duda Elli… Edward, ¿todo bien con él?

-Eso quiero creer Lucca.

-Más le vale cuide bien de ti, dile que le mando decir eso cuando lo veas, ¿de acuerdo?

Elise rió contenta, si es que él regresaba, se lo comentaría en algún momento.

La fiesta se prolongó por un par de horas más y Elise estaba agotada para cuando se metió en la cama. Edward no estuvo ahí tampoco esa noche.

-------------0---------


El domingo por la  mañana, con ayuda de Marita y Ralph, terminó de empacar el remolque rentado para conducir hasta casa. La despedida fue conmovedora. Marita también era una trotamundos y se había establecido en América al enamorarse de Ralph, y comprendía muy bien –o al menos eso pensaba-, la comezón de Elise por ver el  mundo.

-La vida cambia muy rápidamente querida, y me alegro por retomar tus planes, es una gran oportunidad. ¡Aprovéchala! Y si Edward no era para ti… El mundo es muy grande y tú lo vas a ver de primera mano.

Marita soltó una alegre carcajada colgándose de su pareja y se haciéndose para un lado mientras Elise cerraba la portezuela tras de sí. Hubo lágrimas en los ojos de todos y muchas sonrisas. Ellos no sabían que quizá sería la última vez que verían a su querida amiga.

Debido al peso extra, el viaje duró mucho más de lo normal, pero antes del temprano anochecer, estuvo en casa. Sus padres la recibieron felices y le ayudaron con todo lo que se pudo esa tarde. La cena familiar no estuvo carente de interrogaciones y dudas, porque sus padres, al igual que muchos, estaban preocupados por imaginar a su hija haciendo correrías por el mundo pero no querían detenerla. Su niña tenía todo el derecho de vivir y si así quería hacerlo, lo iban a respetar.

Por supuesto que su madre le preguntó también por el novio del cuál no había habido señales y se sintió inquieta de ver a su hija tan enamorada y a la vez sola. Tuvo que darle un voto de confianza, aún era joven, con casi veinticinco años le faltaba mucho por hacer antes de establecerse y sólo le besó la frente como antaño, cuando todos se fueron a descansar esa noche.
En su cuarto Elise tardó en dormirse, acosada por las inquietudes de todos. Sabía que tenían razón, pero estaba hecho, se iría sola. Y aunque quería creer en el retorno de Edward, habían pasado muchos días sin noticias suyas. Quizá sería mejor así, no le rompería más el corazón por su muerte.

“Muerte”. Esa palabra horrible. ¿Cómo se había atrevido Edward a decir que podían burlarla? Eso era imposible. Quizá la misma estaba furiosa con Elise por haberse escapado aquella noche del asalto en el estacionamiento y por eso había regresado con tanta saña. Si Edward no hubiera aparecido, ella ya tendría meses bajo tierra.

Edward…

¿Cómo era que había llegado a su lado tan pronto y derrumbado a esos hombres armados en instantes? Del mismo modo en que había desaparecido de su departamento en dos ocasiones. ¿Qué era él? Se había negado a pensar en el asunto durante días. No quería llegar a una conclusión que le pudiese causar miedo. Edward la quería y ella a él, no importaba nada más. Pero… ÉL mismo le había pedido buscara la verdad para poder hablar a su retorno.

El cansancio la venció eventualmente y esa noche tuvo los sueños más extraños y atemorizantes en mucho tiempo. El amado y pálido rostro masculino se apareció en medio de la negrura de la noche para presentarse ante ella con una presencia avasalladora y dominante que no cuadraba con el mensaje de amor y súplica en sus ojos. Un anciano deforme, pálido, de uñas largas y vestido de una forma arcaica  brotó al costado de Edward sonriendo tenebrosamente. Edward no se retiró y en cambio le hizo espacio a su lado, señalándoselo a Elise significativamente con la cabeza. Ella los miraba a ambos con escalofríos corriéndole por la espalda. El anciano se adivinaba un monstruo peligroso mientras ambos se acercaban hacia ella lentamente. Por un momento, fue Edward quien la abrazó, pero luego abrió el abrazo para que el anciano se acercara y se uniera al contacto para el pavor de Elise. El pálido y arrugado extraño alargó sorpresivamente una de sus manos hacia el rostro de ella y Elise pudo ver con horror unas enormes garras por uñas que se le acercaban al cuello sosteniéndola con imposible velocidad y dejándola congelada como en hipnosis, contemplando como el viejillo descubría unos horribles colmillos que desgarraron su piel y manchaban las ropas de sangre, mientras que Edward se unía a besarla en la boca con suma pasión.

Elise despertó con el corazón saliéndosele por la garganta de la impresión. No. Aquello no podía ser. Edward no podía ser eso. Edward jamás le haría daño. ¡Dios! ¡No! Era imposible.
Pasó el resto de la noche temblando cuando el anciano asomaba su imagen repentinamente a la memoria. El único modo de exorcizarlo fue recordar una vez más, la noche que Edward y ella se amaron. Elise se esposó de la mirada que tanto adoraba para usarla de escudo contra el miedo. Una vez bien resguardada en ella y evocando en su cabeza la voz de Edward diciéndole que estaba a salvo a su lado, pudo volver a dormir tranquilamente hasta que el sol estuvo bien alto y su madre tocaba a la puerta para invitarla a desayunar con ella en la cocina.

El resto del día, procuró bien amordazar la pesadilla en su mente. Si es que Edward volvía, había mucho por hablar.

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Edward se halló de regreso mucho más pronto de lo que esperaba, su padre aún le amaba incondicionalmente y había dejado pistas por todos lados para que le encontrase si es que alguna vez decidía éste regresar a su lado.

Lo que Carlisle le había dicho le había llenado de esperanza, un descubrimiento que le daría tiempo a Elise para decidir, para conocerlo verdaderamente y tomar la decisión que fuese, aligerando un poco la presión.  Claro, ambas opciones, seguían siendo igual de terroríficas pero al menos… Al menos no tendría que morir tan pronto si ella se negaba a cambiar.

Mientras corría como un borrón entre los árboles de las elevadas montañas, Edward permitió a su muerto corazón latir con la pequeña esperanza de que Elise siguiese teniendo la capacidad de aceptar todo sin temor y con el tiempo, convencerla de quedarse a su lado. De ser así, tenía mucho por confesarle. Demasiados errores en una vida muy larga, mentiras que le apesadumbraban el corazón y una confidencia más, la verdad sobre Isabella y el cómo él, enloquecido; había optado sin capacidad de negación, a revivir a Bella a través de ella.

Cuando halló el departamento vacío, no perdió el tiempo y retomó curso en dirección de la pequeña ciudad de donde era oriunda Elise. Esa misma noche se presentaría ante ella, y buscando elevar sus posibilidades, se aseó y arregló con esmero antes de reencontrarse con ella y bueno, sus padres.

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¡Wow! No me di cuenta de cuán rápido terminé de contar éste capítulo. Supongo que una vez salvada la brecha de la intimidad física, hasta a mi me es más fácil seguir contando su historia.

¿Cómo ven el escenario, chicas? ¿Hay segundas oportunidades para todos, o lo miedos son más fuertes que las opciones? Quiero saber de ustedes, por favor.
Cariños: Sissy



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“Eyes on fire” – Blue Foundation. Twilight Music

11 comentarios:

Laura dijo...

Muy bonito el capitulo,y fue una gran despedida de Elise con sus amigos y q tambien aclaro las cosas con se ex,asi q ya ella esta mas tranquila sobre como va el rumbo de su vida....
y ya averiguo sobre lo de Edward y le ira a decir cuando lo vuelva a ver,muchas explicaciones le va a pedir,lo q me dejo con la intriga q fue lo q le dijo Carlisle a Edward sobre la enfermedad de Elise mmmm,ya quiero q se vuelvan a ver....muchas gracias x el capitulo estubo excelente Sissy,cuidate mucho y te cuidas un monton!

Sissy dijo...

Mi loquita linda!!!!
No sabes que gusto me dio platicar por fin contigo! Tres semanas "out" por mi malestar físico fueron demasiadas.
Te extrañé muchísimo!
Aquí me tienes, entrando a Forks en lo que le respaldo unos archivos visuales a mi marido en el PC y me topo con que ya publicaste el onceavo.
Muchas gracias, como siempre.

Laura, muchas gracias por ser la primera y por tu apoyo. Qué bueno que te gustó.

Te cuento y a todas las demás, que ya tenía un par de meses sin leer éste capítulo y hoy que lo hice, me sentí satisfecha. Lo sentí coherente y con fluidez. Espero que a ustedes también les guste.

Les dejo cariños y nuevamente, un agradecimiento a todas que en días pasados estuvieron al pendiente de mi. Las quiero!!!!

Cariños: Sissy

Anónimo dijo...

QUE HERMOSO CAPITULO SISSY...BIEN NARRADO CONGRUENTE EN FIN LO DISFRUTE MUCHO CASI LA UNA DE LA A.M. Y A LA CAMITA ...OJALA ELISE SE DE LA OPORTUNIDAD Y MI EDWARD VUELVA A ENCONTRAR LA FELICIDAD BESOS ....LIZZZ.......MEXICO

althena dijo...

Sissy!! como siempre amo tus capis me encanta como nos vas narrando la vida de Elise y Edaward!!! ya kiero ver el reencuentro y ver tambien la charla que ambos tendran!!!! te mando muchos besos cuidate y estaremos ansiosas esperando el siguiente cap!!!

Unknown dijo...

Hola Sissy, contenta de que estés mejor de tu intoxicación alimentaria.
En cuanto al capítulo muy suave y fluido con esa forma de despedirse de su ex novio.
Sorprendente que Carlisle tenga otra opción ademas de la transformación. Veremos de que se trata.
Quizás Edward tarda demasiado en volver con Elise.
Muy coherente en todo el desarrollo, muy paso a paso. Me ha dejado con sabor a poco el capítulo. Besos amiga y hasta el siguiente.

Lorena dijo...

me encanto el capitulo Sissy!!!! espero ansiosa el reencuentro de Elise con Edward!!!!! como se sentira ella al confirmar quien es el ??? Gracias Coka por publicar!!!

Anónimo dijo...

Me fascino este capitulo y me encanta esta historia,estoy deseando ese encuentro con Edward despues de averiguar que es el en realidad.Como siempre esperare ansiosa el proximo.Besos desde España.

Unknown dijo...

Hola sissy que bueno leer otro maravilloso cap de tu historia de verdad que es genial como narras. me gusto la manera como elise se tomo lo del secreto de Edward independientemente de que aun no lo haya dicho claramente.
No me queda mas que felicitarte y esperar con paciencia a que se publique el siguiente, para ver la confrontacion de ellos dos y las impreciones de la familia de elise..
Un gran abrazo mujer
Isabella black cali colombia

Unknown dijo...

HOLA SISSY COMO TU CAPITULO ESTUVO LINDO ME ENCANTA COMO LA FE UNE A DOS PERSONAS ENAMORADAS ... ESTABA ESPERANDO ESTE CAPI TODOS LOS DÍAS ENTRABA PARA VER SI YA SALIA Y POR FIN NOS OTORGASTE ESTE HERMOSO CAPITULO GRACIAS

Bell.mary dijo...

Hola mi querida Sissy antes que nada que bueno que ya estas mejor de salud, pero de todos modos a cuidarse para no recaer..
En cuanto al capitulo como siempre nena me ha gustado muchisimo, me agrado ver que todos los amigos de Elize le hicieron una bonita despedida, que bien que pudo tener esa conversacion con su ex y dejar aclarado todo entre ellos, muy madura en su proceder al decirle que para que guardarle rencor, creo que es lo correcto mejor seguir adelante y disfrutando de la vida y no amargarsela con rencores.
Me sorprendio ver que Carlisle tiene una opcion mas que le dara mas tiemp a Elize asi ella puede tomar la decision sin estar presionada que sera? habra que esperar a que Edward le cuente solo espero que llegue pronto con ella y que lo escuche y tome una buena decision....
Nena que me he quedado con ganas de mas, sera que tus capitulos me envuelven tanto que quisiera que no terminaran, pero bueno sere una chica buena y esperare hasta el proximo...
Gracias por compartirlo y Gracias a Coka por publicarlo... Besos para ambas.

maty dijo...

k hermoso capitulo sissy, por fin edward podra contarle todo a elise y espero k elise no se asuste y acepte todo lo que le proponga edward, ai k emocion cuando s epresente y conosca a los suegros jajajja creo k estoy mas emocionada k elise jajaja ...

felicidades sissy como siempre te quedo espectacular y gracias coka por publicar

y ovio ansiosa por leer el proximo :D

saludos
maty