hacer Jake para proteger lo que más ama ahora que es humano? Secuela de Contigo en el
alba.
Disclaimer: Todos los personajes y nombres le pertenecen a Stephanie Meyer,
MALDITA MEYER !! PORQUE HACE HOMBRES TAN IRRESISTIBLES!!!
TAYLOR BLACK
original de Kokoro Black
Jacob POV
Abrí los ojos y contemplé su cuerpo desnudo a mi lado. Con
solo observar su figura sin barreras, me sentía listo y ansioso de entrar en ella y
fundirme en su cuerpo... otra vez. Sonreí mientras la tapaba con la sabana. Ella se removió un poco,
pero suspiró y sonrió dulcemente.
Quizás soñaba conmigo. O eso quería creer.
Como fuera, me puse de pie y me coloqué los bóxers y unos
pantalones de mezclilla limpios y enteros. Aun no me acostumbraba a usar pantalones sin
rasgaduras, pero no era tan malo.
Aun más cuando mi esposa semi-vampiro los hacía tiras en la
urgencia de juntar nuestros
cuerpos. Extrañaría eso de ella cuando fuera completamente
humana. Cuando fuera débil y
vulnerable... como yo.
Traté de hacer a un lado esa clase de pensamientos. A Nessie
no le hacía nada de gracia y no quería arruinarle el día. Era Domingo y tenía el día libre
del taller, así que sería nuestro
momento en familia y no deseaba echárselo a perder.Quería
sorprenderla haciendo el desayuno. Ella se esforzaba mucho y era natural que se cansara. Sarabelle nos tenía corriendo de un lado a otro.
Esa hija mía... se parecía a mí.Sonreí.
Abrí la puerta en calma y bajé las escaleras. Todo estaba
tan silencioso y ordenado que me
estremecía. La mansión Cullen solía ser así... no veía el
día que nos largáramos de allí, pero Nessie quería esperar a que nuestros hijos tuvieran una
apariencia estable antes de movernos a cualquier sitio.
Los Cullen vivían aún en Salem, pero más parecían mis
vecinos que los animalillos que vivían en el bosque de a junto. Casi todos los días un miembro de
la familia llegaba a jugar con los niños.
Saqué los ingredientes del desayuno. Bastante para mí y para
Tay, mientras que para Nessie debía cocinar una proporción normal y una muy pequeña para
Sarabelle que odiaba la comida "humana". Emocionado me puse manos a la obra,
hasta escuchar un ruido en mi espalda. No necesité voltear para saber quién era...
-¿Descansaste bien, campeón?
-Creo que sí.
Casi dejé caer la pala. La voz de Tay había sido
perturbadoramente ronca. Volteé a verlo y
parecía fácil unos dos años más grande. Entrecerré los ojos
y traté de visualizar qué demonios había cambiado esta vez.
-Taylor... volviste a crecer en la noche.
Tay se rascó la cabeza, levantó una pierna dejando a relucir
lo brincacharcos que le quedaba la pijama y sonrió.
-Quizás... un poco. Da igual... a la tía Alice le dará
gusto, eso significa más "shopping time" -dijo las últimas palabras entre comillas y arremedando la
voz cantarina de la mas enana de los Cullen.
No pude evitar soltarme a carcajadas.
-Tienes razón.- contesté siguiendo su conversación. No
quería que se diera cuenta de lo
mucho que me angustiaba ver su extremadamente rápido
crecimiento. Parecía que la sangre licántropa había influido en su rápido crecimiento, así como
conmigo.
¡Pero no había comparación! Yo a mis 16 parecía un chico de
21 años ¡¡No a mis casi dos años parecía de 11!! Al paso que iban no sabía si dejarían de
crecer, por dentro solo rogaba por que así fuera.
-Y dime papá, ¿Qué tal te fue a noche con mamá? ¡Cielos con
esos gritos! Ufff- silbó por lo bajo y sentí un calor del demonio. Hasta Taylor
estaba opinando del tema. Nessie tenía razón y teníamos que empezar a cuidar ese aspecto.
-Esos gritos no son de tu incumbencia. Mejor enfócate en los
libros que te encargo Carlisle que leyeras para la semana entrante.
-Ya los leí. -contesto con autosuficiencia.
-¿Todos?
-Sí.
-Vaya... saliste a tu abuela. Bella estará orgullosa de ti.
-Así parece.
-¡PAPI!
Solté la espátula y retiré la cacerola del fuego antes de
tenderle los brazos a mi pequeño
monstruo que corría a mis brazos. La abracé fuerte en mi
pecho. Sentía que solo así podía
sentir que la abrazaba, me sentía tan débil a su lado.
-¿Cómo amaneciste? -pregunté acomodando uno de sus bucles
por detrás de su oreja.
-Enojada.
-¿Enojada? -preguntó la voz de mi diosa desde el marco de la
puerta. Su cabello estaba hecho toda una maraña y solo estaba enredada en una bata de
cachemir.
Traté de obligarme a dejar de fantasear con llevármela al
cuarto y enmarañarle mas el cabello mientras retiraba esa bata...
-Sí. Ustedes de nuevo jugaron en la noche. ¡Y peor, hicieron
luchitas en el agua! Podía
escuchar como los charcos caían al piso. ¡NO. ES. JUSTO!
Nessie abrió sus ojos como platos y antes de que yo me
carcajeara, Taylor lo hizo primero.
-Dios santo...
Nessie se llevo una mano a la boca cuando cayó en cuenta del
crecimiento abrupto que Taylor había tenido la noche anterior.
-Sí, mamá, volví a crecer.- musitó Taylor rodando sus ojos.
-El desayuno está listo.Preferí desviar el centro de
atención a la comida. Ya hablaríamos Nessie y yo del crecimiento de nuestro hijo.
El desayuno pasó en armonía. Nuestros hijos bromeaban, pero
Nessie no pronunciaba palabra alguna. Sabía lo angustiada que estaría, yo me sentía igual
que ella, pero ya sabría como hacerle olvidar por un momento la angustia...
-Jacob... esto no está bien.
Levanté la mirada en cuanto cerró la puerta de nuestra
recamara. Sabia de que me hablaba, pero decidí hacerme el tonto y tratar de hacerla sonreír.
-Lo sé... el sexo a gritos es mala idea. Tenemos unos hijos
pocos sutiles y con un muy buen oído.
Casi la vi sonreír y sonrojarse por el comentario, pero solo
fue una fracción de segundos antes de que pusiera de nuevo una cara larga y suspirara en mi
dirección.
-Sabes a lo que me refiero...
Me puse de pie y la acorralé contra la puerta.
-Nessie ya me angustie. Ya te angustiante. Ya nada mas
podemos hacer... no hay forma de
detener su crecimiento o de revertirlo, solo nos queda
disfrutar a nuestros hijos a cada día.
-Creo que sí. Tienes razón.- musitó ella con resignación.
-Pues vamos a convivir con... nuestros hijos- dijo ella tratando de zafarse de mi agarré.
-Si, pero primero... convive un ratito con tu esposo.
Una sonrisa picara dibujo su rostro.
-Creo que ya conviví lo suficiente con mi esposo anoche. Y
no creo que nuestros hijos no
pasaran por desapercibido que sus padres se desaparezcan un
rato y escuchen... gritos.
Realmente creerán que somos conejos.
Volví a soltarme a carcajadas antes de acercarme a su boca y
robarle ese beso que tanto
ansiaba por realizar. Dejé que mis brazos se enredaran en su
cintura y la apreté a mi torso.
Abrió su boca y mi lengua ansiosa se metió hasta sus
pulmones. Su sabor era exquisito.
Nadie sabía como Nessie. Nadie suspiraba como ella lo hacía. Nadie
era tan apasionada.
Nadie era tan única. Tan sublime... tan dulce...
Mi piel ardía cada vez que entraba en contacto con la suya.
El aire en mis pulmones era casi nulo así que con pesadez tuve que hacer la cabeza para
atrás, en un intento desesperado de oxigeno.Ella se rio musicalmente y enmarcó mi cara con sus
dos delicadas manos.
-No sé qué haría sin ti Jacob... tan solo recordar todo lo
que pasamos para estar aquí juntos...
-Shhh - la callé con un beso rápido pero cargado de
sentimientos y la miré a los hermosos ojos chocolate. -Lo importante es que estamos juntos ¿no?
-Si.
Estábamos a punto de volver a besarnos cuando la puerta sonó
a su espalda.
-Mami... ¿Ya van a jugar a las luchitas otra vez?
Nessie arqueó una ceja y me dio un rápido beso antes de
aplicar más fuerza y hacerme a un lado. Demostrando así, lo débil y patético que podía ser.
No era nada a su lado... no era más que un inservible padre
y un debilucho esposo.
Ella escrutó mi mirada y suspiró.
-No empieces Jacob. Estábamos muy bien.
-¿Qué? No he dicho nada.
-No necesitas decirlo... Te conozco y sé muy bien lo que
refleja tu mirada.
-No quiero hablar de eso.
-Perfecto.- escupió molesta y abrió la puerta estrellándola
al salir.
Lo había hecho... de nuevo. Nessie se había molestado una
vez más...
Me agarré del puente de la nariz y sentí unas enormes ganas
de gritar y maldecir a los cuatro vientos.
¿Por qué había sido tan estúpido como para renunciar a mi
espíritu lobo?
Si tan solo hubiera sido más consiente... más prudente.
Traté de relajarme... a fin de cuentas, la única manera de
poder estar con Nessie era esa...
renunciar a mi espíritu lobo. Tenía que resignarme. Respiré
con pesadez y salí a la sala.
-Mami. ¿Porque lloras?
Me quedé congelado en el umbral del pasillo. Nessie lloraba
sentada en el sofa y Sarabelle la abrazaba mientras que Taylor las miraba del otro lado del
sillón.-No es nada.- musitó mi musa, tratando de fingir que todo estaba bien.
-Es por nosotros ¿cierto?- preguntó Taylor que estaba
demasiado serio.
No pude evitar llevarme una mano al pecho y removerme
incomodo.
-No. No es por ustedes.
-Sí lo es. Mamá no soy tonto. ¿No saben qué hacer con
nosotros, verdad? Solo somos una
carga.
Sentí a mi corazón hacerse pedazos. Aun podía cerrar los
ojos y claramente visualizaba el
primer día que miré a Taylor en los brazos de Nahuel cuando
creía que era su hijo. Era el niño más bonito que jamás hubiese visto y por dentro solo deseaba
que fuera mío. Y así lo era...
Taylor era hijo mío, era mío. Fruto de mi amor por Nessie.
Él no podía sentirse como una
carga... la única carga de la familia era yo.
Di otro paso en su dirección y Sarabelle volteó a verme.
-Papi... mamá esta triste. Taylor dice que es por nuestra
culpa. ¿Es cierto?
-¡No! - gritamos Nessie y yo al mismo tiempo.
Nuestras miradas se juntaron y nos quedamos así unos
momentos. Me sentía como un idiota, se suponía sería un día perfecto y lo acababa de arruinar...
como siempre. Rompí la conexión con la mirada a Nessie y me dirigí hacia mi hijo.
-Taylor...
-No lo digas papá. La verdad es que no quiero escucharlos.-
se puso de pie.- No quiero
escuchar mentiras y palabras de amor que en realidad no
sientas. Por algo no estuviste
conmigo en mi primer año.- y salió por la puerta.
Me quede congelado. Después del "a veces llevarse bien,
no lo es todo.... así que me voy" de Nessie, no creí que volviera a escuchar a un ser amado
dirigirme palabras que me rompieran el corazón de esa forma. Volteé a ver a Nessie y compartimos
una mirada cómplice, antes de que saliera corriendo en dirección a mi hijo.
-¡Taylor! -grité mientras me internaba en el bosque.
No tenía ni idea de a donde había ido. Pero no podía estar
tan lejos. Taylor no era fan de correra velocidad más allá de las posibilidades de un humano. De
hecho parecía como si deseara ser humano...
Volví a gritar su nombre y me respondió. Solo caminé unos
tres metros antes de visualizarlo sentado en un tronco con la cabeza enterrada en las
manos.-Taylor...
-Ya papá. Lamento lo que dije.- se disculpó levantando la
mirada y pude ver sus ojos
inundados.
-¿Puedo sentarme a tu lado?
-Claro.
Me senté y lo miré de nuevo. Taylor parecía más un
adolescente que un niño. Estaba a punto de cumplir sus dos años y ya casi era un hombre...
-Taylor... todo eso que dijiste... sabes que no es cierto
¿verdad?
-La verdad papá, es que no sé que es cierto y que no lo es.
Esas palabras las sentí como una apuñalada rasgándome parte
del alma.
-Sabes porque no estuve contigo en tu primer año. Sabes que
no sabía de tu existencia... lo
que si no sabes es... cómo lo lamento. Te juro que si lo
hubiese sabido... ahí me hubieras
tenido... hubiera estado a tu lado. Te lo juro.
Taylor sonrió un poco y suspiró.
-¿Tu me quieres... papá?
-No. No te quiero.- Vi como su rostro se tensó y se puso
pálido como la cal. -Te amo Tay.
No puedo creer que si quiera lo dudes.- musité mientras le
revolvía el pelo con una mano.
Pero cuál fue mi sorpresa al sentir su frente arder.
-Taylor... ¿te sientes bien?
-La verdad es que no lo sé.
-Déjame checarte.
Toqué su rostro y su temperatura era alarmantemente
caliente. Jamás lo había sentido de esa forma. Lo primero y lo único que se vino a mi mente fue...
los días antes de que entrara en fase por primera vez.
-Taylor... estas que ardes...
-Supongo que mama te dice lo mismo.
No pude evitar sonreír.-Lo siento mucho, Taylor. Solo quiero
que comprendas que te amo... aunque te esfuerces en parecerte a mi.- dije bromeando en una pequeña carcajada.
-De hecho... así es papá. Solo quiero ser como tú. Es por
eso que me esfuerzo en parecer
humano... me esfuerzo en ser como tú y poder así merecer tu
cariño y que no te sientas menos por mi culpa.
-Taylor...
Estiré mis brazos y lo acurruqué en mi pecho. Su calor
traspasaba mi ropa, pero no importaba.
No sabía que significaba la temperatura de su cuerpo. Pero
sus palabras me habían aturdido más que cualquier otra acción. Mi Taylor Black... mi hijo...
me amaba... y quería ser como yo.
¿Algún padre podría sentirse más orgulloso que yo?
-Te amo hijo.
-Y yo los amo a ustedes.- Taylor y yo volteamos para ver a
Nessie con los ojos llorosos y
cargando en brazos a Sarabelle dormida.
Estiré mi mano en su dirección y ella se encaminó hacia
nosotros. Tomó mi mano y nos sonrió como solo una diosa podría hacer. La hice sentarse entre mis
piernas y le coloqué un beso ansioso en su cabellera mientras que con la otra mano
acaricie a mi agotada hijita.
-Lo siento... mamá, papá.
-No corazón, no lo sientas... lo sentimos más nosotros. No
hemos sabido ser unos buenos
padres. -Nessie le plantó un beso en la frente y se quedó
muda.
Apreté su pierna y la hice verme a los ojos. No quería que
le dijera nada, no debía asustar a Taylor. "Pero está ardiendo" - escuché a sus pensamientos
gritarme por la cabeza.
Solo asentí.
Taylor sonrió y bromeó un poco antes de regresar a nuestro
"hogar". Pasamos el resto del díaviendo películas y bromeando entre los cuatro. Pero Nessie
no podía apartar su mirada de Taylor... y no podía culparla yo tampoco lo había hecho.
Cuando entró la noche arropamos a Sarabelle y después nos
dirigimos al cuarto de Tay... pero estaba cerrado con llave.
-¿Tay? ¿Campeón, estas ahí?
-Sí, pa. Buenas noches.Nessie y yo nos volteamos a ver
abatidos. Solíamos darle un beso todas las noches antes de que se durmiera... jamás nos había puesto candado.
-Crece demasiado rápido... -musitó Nessie en un hilo de voz.
-Solo un poco.- Respondió Tay del otro lado de la puerta.
-Descansa, ma.
-Descansa mi amor.
Nos fuimos a nuestro dormitorio y ni siquiera nos volteamos
a ver. Cada uno de los dos nos
vestimos por nuestro lado y nos acomodamos en la cama para
que cada uno se volteara por su lado y se removiera incomodo.
Había tanto por decirnos, pero no tenía ni idea de por dónde
empezar. Suspiré resignándome y me quedé dormido.
Decir que las pesadillas que me agobiaban eran
protagonizadas por Taylor Black no sería nada raro. La angustia que me provocaba mi hijo era algo
perturbador y extraño. Taylor parecía estar a punto de convertirse en lobo... pero ¿eso qué
significaba...? ¿Que debía de esperar de esa transformación...? ¿A Sarabelle le pasaría igual?
Di miles de vueltas por la cama, y desperté más de 10 veces
por la noche. Obviamente no
había sido el único. En muchas de las veces que había
despertado... Nessie estaba sentada en la cama. Pero ninguno de los dos supo que decir así que
mejor optábamos por tratar de conciliar el sueño.
Todo era angustioso y desesperante. Solo quería que mi
familia estuviera feliz y a salvo... y yo no me sentía capaz de lograrlo.
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Un millón de besos... por cierto:
Estoy enamorada de TAY... Ahahahahahhaha ¿Aullidos para esta
lobita Alpha?
Koko
3 comentarios:
AUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!!!!!!
AUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!!!!!
AUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!!!!
Como decirlo... a si ya se como!!! Amoooooooo esta historia!! Estoy enamoradisima de estos hombres lobos!!!
Los amooo, lloreeeeeeeee, son tan hermosos, ahiiiiiiii nooo soy un cumulo de sentimientos por culpa de estos dos TnT me hicieron llorarr
Me impacte con esta novedad!! Me encanta que Tay sea lobo, nose me encanta!!! Sarabelle ya me la imagino!!! como se ha de divertir con el tio Emmet el tio mas super travieso del mundo!! deden divertirse mucho!!!
Espero que el crecimiento de los chicos sea igual al de Nessy =S
Me tienes en el borde Kokoro!!! Estoy ansiosa por saber lo que se aproxima!!!
Me encanta, me encanta, me encanta!!!!
Mil gracias por compartirnos tu talento hermosa!!
Un fuerte abrazo
Nancy Q.
Hermoso capitulo Kokoro refleja el amor de familia y como en todas sus problemas que son comunes, digo después las reconciliaciones son las mejores jejeje
Me encanta Tay tan maduro para su edad si es preocupante ver los cambios en el y no saber que esperar, es para ponerse a pensar pero no para alejarse, creo que tienen que hablarlo y hacerle frente juntos sol así pueden apoyarse uno a otro.
Adoro las ocurrencias de Sarabelle jajajaja pobres no los dejan luchar agusto, ella enojada porque no la dejan jugar, estos niños son un amor.
Gracias Kokoro por el capitulo muy interesante que se esta poniendo esta historia, diferente pero muy divertida.
Y gracias Coka por publicarla...Besos chicas
donde puedo encontara el capitulo 17
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