Son tres amigas inseparables que se deleitan compartiendo sus aventuras y secretos.
Pero su última apuesta será la más arriesgada de todas: cada una debe acostarse con cualquier hombre que las otras dos escojan para ella… y luego relatar todos y cada uno de los jugosos detalles.
Capítulo 8
Solo Mayores de 18
Adaptación de Krizia Cullen
Bella
tenía el aspecto de una diosa, tumbada en la cama, con el cuerpo enrojecido por
efecto del orgasmo y las piernas completamente abiertas. El pecho se le movía cada
vez que respiraba y parecía estar absolutamente feliz. Jacob le dirigió una
sonrisa, deseando besarla, abrazarla y quererla para siempre.
Sin
embargo, ésas eran emociones a las que no estaba preparado para enfrentarse.
Como
Edward le recordó, esta noche era para joder y nada más.
Y
francamente, eso era lo único que estaba dispuesto a hacer. Cualquier otra cosa
le encaminaría directamente al desastre otra vez.
Por
supuesto, ella tenía un aspecto endemoniadamente apetitoso, con la vulva
hinchada y húmeda, y suplicando a gritos una polla. Tenía los testículos tan
apretados y tensos que palpitaban. Ansiaba enterrarse en su pequeño coño
apretado y embestir sin parar, hasta lanzar un aullido largo y estridente,
lanzando una tonelada de semen dentro de ella.
Y
sabía exactamente donde quería estar Edward.
—Ponte
boca abajo, Bella —dijo Edward.
Ella
arqueó una ceja, con una sonrisa satisfecha en la cara.
—Sí,
mi capitán.
Edward
lanzó unas cuantas almohadas al centro de la cama y colocó el vientre de Bella encima
de ellas. Hizo intención de subirse, pero Jacob le puso una mano en el hombro.
—Espera
un segundo. Quiero follarla yo así primero.
Edward
se encogió de hombros.
—Muy
bien. A mí puede chupármela. Me muero por tener esos pequeños y calientes labios
alrededor de mi polla.
La
idea de ver a Bella chupando a Edward excitaba a Jacob más de lo que estaba
dispuesto a admitir. Pero demonios, le gustaba ver porno, y las felaciones
siempre le ponían cachondo. El pene de Edward era enorme y él siempre
disfrutaba viendo a las mujeres succionándolo. Ver a Bella haciéndolo mientras
Jacob la follaba sólo haría que la experiencia fuera más intensa.
Se
colocó entre las piernas de Bella, deteniéndose un instante a admirar el
espectáculo del trasero de Bella. Tumbada de aquella forma, ofrecía una visión
perfecta de su ano y de su vulva húmeda y brillante a causa de su orgasmo.
Edward se deslizó en la cama, a la altura de la cabeza de
Bella,
extendió las piernas y le colocó la polla directamente en la boca.
—Chúpamela,
Bella —ordenó Edward.
Jacob
situó su pene en la entrada de su coño mientras ella aceptaba la cabeza del de
Edward entre sus labios. Se estremeció al recordar la sensación que provocaba
tener su cálida boca rodeándole la polla. Fue avanzando lentamente en su coño,
cerrando los ojos y gimiendo cuando lo envolvió el húmedo calor de su vagina.
—Estás
muy apretada, Bella. Me absorbes, me oprimes, tiras de mí. —Se movió poco a poco
hacia atrás y se lanzó hacia delante, introduciéndosela con cuidado, mientras
contemplaba como sus labios descendían lentamente sobre el miembro de Edward, y
el modo en que su pequeña lengua sonrosada salía rápidamente de su boca para
lamer toda la longitud de su pene.
No
sabía que era mejor, si follarla o que le hiciera una mamada. Una cosa era
segura: Bella disfrutaba realmente del sexo. Y no había nada mejor que una
mujer que disfrutara abiertamente follando.
Bella
se encontraba nuevamente entre dos pollas y deleitándose con las dos. El pene
de Edward que se deslizaba entre sus labios tenía una textura y un sabor muy
diferentes al de Jacob. Su boca no era capaz de abarcarlo tanto como al de Jacob,
y desde luego Jacob no tenía una polla pequeña. Pero la de Edward era
monstruosamente grande y a duras penas le cabía la mitad en la boca. Aunque él
iba con mucho cuidado y apenas se movía contra sus labios para no llevarla demasiado
lejos contra los suaves tejidos del fondo de la garganta.
Estudió
los ojos entrecerrados de Edward mientras la chupaba, la manera en que ladeaba
la cabeza y se concentraba en su boca, como si separara la emoción de la
experiencia. Tan diferente de Jacob, quien en su momento pareció profundamente
conectado a ella, expresando a cada instante su placer. Jacob la había mirado a
los ojos. Edward miraba su boca.
Aunque
odiara compararlos a los dos, no pudo por menos que notar las diferencias en
sus reacciones ante lo que ella les hacía.
Edward
le cogió la barbilla.
—Bella,
¿alguna vez te han follado el culo?
Ella
se detuvo, mientras él retiraba el pene.
—No.
Él
dirigió la vista hacia Jacob.
—Ponte
debajo. Yo quiero su culo.
Ella
se estremeció ante la sombría promesa de su voz. Jacob se retiró, la incorporó
y lanzó las almohadas al suelo. Rodó sobre ella y se tumbó de espaldas,
poniendo a Bella a horcajadas sobre él.
—Móntate
en mi polla —dijo Jacob, sujetándole las caderas—. Fóllala.
La
urgencia se apoderó de la habitación, una gruesa pared de tensa excitación
envolvió a Bella. Se estremeció, se levantó y se deslizó sobre el pene de Jacob,
frotando el clítoris en cada glorioso centímetro mientras la penetraba. Apoyó
las manos a ambos lados de sus hombros y se alzó y descendió, controlando el
ritmo. Jacob le acarició los pechos, rozándole los pezones con los pulgares. La
sensación le tensó de inmediato el clítoris, produciéndole una espiral de
sensaciones, una especie de torbellino de impulsos eléctricos.
Edward,
a su espalda, le apartó el pelo y le besó el cuello.
—Túmbate
encima de Jacob, nena.
Ella
obedeció y entonces Edward le besó la curva de la espalda, deteniéndose al
llegar al punto en el que ésta se unía a sus nalgas.
—Hueles
maravillosamente, Bella —dijo él—. Por todas partes.
En
esta posición, oía a Edward, notaba lo que le hacía, pero sólo podía ver a Jacob,
quien hundió los dedos en su pelo y la atrajo para darle un beso.
Mientras
lo hacía, Edward le separó las nalgas y continuó besando su cuerpo. Contuvo el
aliento cuando sintió la humedad cálida de su lengua invadiendo su ano.
¡Ah,
Dios! ¿Qué le estaba haciendo? La sensibilidad de aquel lugar la llevó
inmediatamente a lanzar un salvaje gemido contra los labios de Jacob.
Abrió
mucho los ojos e interrumpió el beso, pero Jacob la volvió a atraer hacia sí, devorándole
la boca mientras Edward realizaba perversidades en su ano con la lengua.
¡Oh,
Dios, aquello era sensacional! Cada una de las locas fantasías que había
tenido, cobró vida con la lengua invasora de Edward. Incluso se preguntó si
Jacob estaría notando la lengua de Edward en los testículos y el pene. ¡Oh, qué
maldad! Imaginarlo hizo que su coño se contrajera contra la polla de Jacob, y
éste lanzó un gemido, le succionó la lengua y se introdujo más profundamente en
su vagina.
Su
clítoris se arrastraba sobre la pelvis de Jacob con cada movimiento; con
aquella duplicidad de sensaciones era capaz de correrse fácilmente. Sin embargo
se contuvo ya que deseaba culminar una vez realizadas sus más íntimas
fantasías. Cuando Edward se movió a su espalada y sintió que algo frío y húmedo
le cubría el ano, jadeó contra la boca de Jacob, esperando la invasión.
—Relájate,
Bella —dijo Edward detrás de ella—. Voy a ir despacio.
Ella
no podía relajarse. Estaba agitada, excitada, al borde del orgasmo y
desesperada por ser invadida de inmediato por dos pollas. Se había masturbado
innumerables veces con esa fantasía y disfrutado de la idea de ser follada por
partida doble. Y ahora, eso estaba a punto de convertirse en realidad.
Edward
presionó la gruesa cabeza de su pene contra su ano, abriéndose paso entre los músculos
apretados. Aquello quemaba, pero ella ya se lo esperaba y no hizo caso,
permitiéndole que se deslizara fácilmente a través de la barrera. Jacob la
sostuvo, le acarició el pelo e interrumpió sus propios movimientos, mientras
ella se acostumbraba a la polla de Edward en su interior. Ella esperó a que su
cuerpo aceptara toda la longitud de Edward, saboreando cada sensación. Edward introdujo
lentamente cada centímetro, enviando vibraciones por todo su cuerpo. Cuando
Edward empujó más las paredes vaginales contra Jacob, su coño se aferró con más
fuerza a la polla de éste.
El
clítoris golpeaba la piel de Jacob cada vez que Edward se retiraba un poco. Y
su ano estaba colmado por los gloriosos centímetros del pene de Edward.
Estaba
sucediendo de verdad. Realmente la estaban follando dos hombres. Dios, sentía
no poder grabarlo en vídeo para poder masturbarse viéndolo, muchas veces. Era
mucho mejor que hacerlo ella misma con dos vibradores. Unas pollas de verdad,
de carne caliente y pulsante, separadas tan sólo por una delgada barrera,
moviéndose dentro de ella. Casi podían joderse el uno al otro.
Y
aquella sí que era una idea atrevida. Ni siquiera se había dado cuenta nunca de
que pudiera excitarla tanto un hombre con otro, y sin embargo, ahora sabía que
probablemente los testículos de ambos estuvieran tocándose.
¿Se
daban cuenta ellos? ¿Les excitaba? Esperaba que sí, porque a ella le sucedía.
Sus fantasías siempre estaban saturadas con lo prohibido. Pero aquella noche
eran su realidad.
—
¿Os sentís el uno al otro? —preguntó, necesitando saberlo.
—Sí
—respondió Jacob, con los ojos oscurecidos de pasión. Se elevó, empujando hasta
el fondo, y su coño lo aferró como un torno, arrancándole un siseo.
—
¿Eso te excita, Bella? —Preguntó Edward—. ¿ Pensar que ambos podemos notar la
polla del otro moviéndose dentro de ti?
—Sí
—contestó ella sin vacilar, arqueándose hacia atrás contra su pene. Él
respondió follándole el ano con más fuerza.
Y
entonces, se encontró volando sobre el abismo sin poder contenerse.
—
¡Oh, me voy a correr! —No sabía qué hacer para pararlo, pero la sensación de
plenitud, de saber que ambos se estaban jodiendo el uno al otro, era una
fantasía que la hacía tambalearse.
Su
clítoris estalló y lanzó un grito, contrayéndose alrededor de ellos, mientras
se retorcía, se aferraba a ellos y volvía a moverse contra los dos. Entonces
ambos empezaron a moverse, entrando y saliendo de ella con furia, uno por
delante, el otro por detrás, con un ritmo que hizo que el orgasmo alcanzara de
nuevo su punto máximo, empapándolos con su propia humedad mientras
experimentaba un estremecimiento tras otro.
Era
como caer en un agujero negro; no podía hablar, sólo follar con ambos como una salvaje,
arañando el pecho de Jacob. Edward se inclinó sobre ella, le introdujo por
completo la polla en el ano, la mordió en la nuca y gruñó mientras metía y
sacaba el pene con golpes fuertes y violentos.
A
ella no le importó. Deseaba el dolor, deseaba volver a correrse. Cuando lo
hizo, su grito fue aún más fuerte. En esta ocasión elevó los glúteos,
separándose del pecho de Jacob para acercarse a Edward, y giró la cabeza para
devorarle los labios. Debió de morderle porque notó el sabor de la sangre. Él
gruñó y se rió, con un sonido sombrío y demoníaco. Le asió los pechos, le pellizcó
los pezones, se estremeció contra ella y lanzó un juramento al correrse.
Bajo
ella, Jacob asió sus caderas con fuerza, clavándole los dedos al tiempo que la
obligaba a descender sobre su polla. Ella apartó la boca de la de Edward y clavó
los ojos en él, en su cara tan llena de placer que era casi doloroso ver como
se corría, arqueándose salvajemente contra ella, impulsando las caderas hacia
arriba y moviéndose violentamente bajo su cuerpo.
Ella
jadeaba, apenas podía moverse. Estaba cubierta de sudor y sabía que estaba
hecha un asco, pero jamás se había sentido tan femenina, tan salvaje ni tan
saciada en toda su vida. El agotamiento se apoderó de ella y se desplomó
mientras Edward se retiraba y la apartaba de Jacob.
Entre
los dos la llevaron a la ducha, la secaron y la metieron en la cama, pero ella
fue sólo vagamente consciente de todo eso y agradeció la dichosa oscuridad
cuando se apagó la luz.
A
cada lado de ella se acostó un cuerpo caliente, y sonrió mientras se iba
quedando dormida, pensando que cualquier chica podía llegar a acostumbrarse a
aquello.
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Aquí nuevamente agradeciendo a Krizia que comparta su adaptación con nosotros y rogando por un cigarro, jajaja...
No puedo dejar de aclarar una vez mas que este texto SOLO ES PARA MAYORES DE 18, chicas por favor lo que este etiquetado con este símbolo no lo lean si tienen menos que estos años, porque no son aptos para ustedes.
Una forma de agradecer es comentar, que tal les parece la historia, besos y gracias!!!
9 comentarios:
O.O oh dios... oh dios... no se q mas decir! sin palabras :O
OMG NECESITO UNA DUCHA BIEN FRIA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
OMG! Donde carajos esta mi cigarrooooooooo
Krizia con esta narracion tan mmmm detallada solo me queda decir: Ya vengoooo voy por mi maridooooo jajajajaja
GRACIAAAAAAAAAAAAAAAAAS!!!
Ahhhhhh por dios más q ducha fría preciso pasar por eso yo también
Este....
Krizia....
Ja ja ha ja ja ja!
Me ganó de nuevo la risa nerviosa.
No! O sea! Leo tu capi y veo a Fassbender a medio vestir en la sección de Papurris y morí.
Ja!
Mujer, por Dios! No hay tina llena de hielos que le baje a una la calentura por culpa de lo leído.
Mala.
Ja!
Krizia felicidades por el capitulo cuanto detalle y tan preciso jejeje.De momento la relación de estos tres es pura calentura y pasión y no pasa nada pero creo q de eso a los sentimientos les queda nada y me gustaría saber que pasara cuando hayan sentimientos y Bella tenga q decidirse... Habrá q esperar...un besazo a todas.Maria Del Mar desde España
Oh por Dios que capítulo tan candente... Quien me manda leerlo a estas horas de la mañana y solita ahora me tocara ducha y bien fría para bajar la temperatura jajajajaja pero ya me desquitare a la noche ;)
G
Excelente adaptación Krizia gracias nena por compartirla ...Besos
wow!!! krizia esto es demaciado HOT!!! y claro que por supuesto que cualquier chica se podria acostumbrar a eso.... un sueño hecho realidad .... mira que tener a esos dos bombones complaciendote uff!!! necesito una dicha bien fria ... ya estoy como bell.mary kien me manda leerlo a esta hora :s
jajja gracias krizia esta adaptacion esta buenisima :D
gracias coka por publicar :D
Aaaaaaayyyyyyy. Eso no puede ser cierto. Por Dios mujer, me vas a matar. Simplemente SENSACIONAL!!!!!
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