SAFE & SOUND
(Sanos y Salvos)
(Sanos y Salvos)
I could show you love
In a tidal wave of mystery
You'll still be standing next to me
In a tidal wave of mystery
You'll still be standing next to me
CAPITULO CON LEMON
Original de Sissy
La canción que
suena me encanta y me siento efervescente. Toda esta noche tiene un aire de
magia con brillos dorados que no entiendo, ni me preocupo por hacerlo.
El pequeño
y exclusivo sitio en el que me encuentro festejando es perfecto en su distribución que no es ni
circular ni cuadrada en los tres subniveles en que está construido.
Río feliz. Bailo
feliz. Mi novio me abraza con fuerza mientras me dice algo al oído y nuestros
amigos están a nuestro lado acompañándonos a celebrar el compromiso que hicimos
la noche anterior; ésta noche y desde ayer, luzco un diamante en el dedo anular
izquierdo del cual me siento orgullosa de portar.
Hay otro grupo casi
al lado del nuestro que está igual de animado pero se nota están más
“entonados” que nosotros. Son en su mayoría hombres y aunque sí hay un par de
chicas, seguramente son pareja de algunos de ellos. Eso sí, todos tienen en
común el ser atractivos y es imposible no mirarles de reojo de vez en cuando a
pesar de la exclusividad del lugar y la regla dorada y silenciosa de que lo que
aquí suceda y quienes se diviertan aquí, quedan en el anonimato de la noche.
He notado
a uno de ellos en específico, un chico en camiseta desfajada y gorra beisbolera
puesta al revés que se adivina rubio bajo ella por el color de su barba de tres días. Tiene una sonrisa impactante y contagiosa.
Sí, sé que estoy comprometida y muy enamorada de mi novio pero hay algo en él
que me atrae incontrolablemente. Es famoso, es Robert Pattinson y está de
juerga aquí, la misma noche que yo.
Por supuesto que no
voy a ir a molestarlo, eso sería totalmente vulgar y de mal gusto. Amén de
estar pecando contra la política del club para el cual mi novio hizo reserva
hace más de cuatro meses, cuando planeó todo con suma anticipación. Así de preferente
y complicado para entrar es éste lugar si es que no eres “alguien”, en El Lay.
Lo que me está
matando es que él también me ha notado. Es rarísimo, pero justo cuando él
estaba tomando un sorbo de su Heiniken*,
nuestras miradas coincidieron y la risa que cada uno traía colgada por todo el
rostro se nos congeló junto con ese instante. Me fue fácil e inmediato notarle
el cambio en la expresión porque seguro era la misma mueca que la mía. Tengo la
extrañísima sensación de que nos conocemos de otro lado, de que nos hemos visto
ya muchas veces antes y que hay algo apremiante que tenemos que hablar. ¿Será
el alcohol o la adrenalina en mi sangre lo que me provoca semejante
alucinación? Debo estar completamente chiflada, porque en serio que a pesar de
que tengo ya varios años viviendo en ésta ciudad, jamás me lo había topado
afuera de la pantalla de cine donde lo había visto impersonando al vampiro
Edward Cullen o al millonario de Cosmopolis.
Sus cejas se elevan
contrariadas y de repente me suelta de su mirada; eso se siente como si me
hubiese caído de un bungee-jumping sin aviso de que me encontraba amarrada a
él. Regreso a la realidad del donde me encuentro mientras mi novio me jala
hacia él para chocar nuestros vasos y cantarme una estrofa de la canción que
suena, yo le sonrío tratando de recomponerme y quitarme de encima la sensación
de apuro que me cosquillea por todo el interior y que me está poniendo los
pelos de la nuca erizados.
Trato de seguir
festejando, de reírme de los chistes de mis amigas, de devolver con locura los
besos de mi novio; pero la inquietud no me abandona. Estoy luchando por no
voltear a mirarlo de nuevo. Seguro que para alguien como él debe ser sumamente
incómodo que no te dejen en paz ni siquiera en los momentos más privados y no
quiero ser yo quien se lo arruine, pero… ¡Ay! Siento que me ahogo por la
necesidad de acercarme a él.
No sé cuánto tiempo
ha pasado desde ése primer contacto visual, de repente la música que me tenía
tan elevada se ha convertido en algo irrelevante y ya no me estoy en paz.
Pierdo la batalla y miro en su dirección. Las luces doradas y las sombras
extrañas no lo pueden esconder. Se ha sentado un momento y está charlando con
un moreno, un chico de bigote que se adivina no pasa de los treinta tampoco. De
repente, eleva su cabeza y vuelve a mirarme justo a mí mientras la boca se le
queda abierta. Su amigo ríe con sorna y decide seguir el rumbo de la mirada del
que se quedó mudo y de repente tengo a ambos concentrados en mi persona de un
modo muy distinto. Robert en shock y su amigo con cara de coqueto perverso. Yo
doy un respingo porque de nuevo me quedo atrapada, pero ésta vez, una alucinación
me cae encima como una avalancha veloz.
Estoy en
otro lugar y soy una adolescente de nuevo, una chiquilla del colegio
secundario, mi peinado me lo dice; y estoy mal sentada sobre el piso en un poco
iluminado rincón tras bambalinas en el auditorio de la escuela. A mi lado está
Él, hecho un chiquillo flaco y larguirucho con cara de adolescente arrebolado.
Estamos en medio de una conversación de esas que se sentían increíblemente
profundas y pragmáticas cuando tienes quince, pero que en realidad no sirven
para descubrir el hilo negro. Él se está riendo y tartamudeando por culpa de la
misma risa y yo lo miro con el labio torcido. ¿Por qué no me puede creer lo que
le digo?
-En serio,
Pattinson. Ya deja de reírte. Te va a ir bien.
-¡Ja! Mira que eres
cándida Liv, ya te confesé por qué me uní al club de drama. La verdad es que la
actuación no es lo mío, pero me la estoy pasando en grande…
-Y yo te digo que
lo haces bien, que no seas tan odioso con lo de tu modestia. Si lo que quieres
es que las chicas no noten tu inseguridad empieza por creértela tú.
-¡Oh, Liv! –Se
acerca a mí y me da un empujón con su hombro al chocarlo contra el mío en
complicidad.- Lo creería si tú me das un beso…
El gesto me ha
tomado por sorpresa y doy un respingo. El muy ladino ya se está acercando a mí
de a poco a poco y yo tuerzo el labio en una media sonrisa sarcástica evaluando
la torpe estrategia del chico de pelo rebelde que está jugando sus cartas
abiertamente. Decido que sí, que lo dejaré besarme y quizá hasta ir un poco más
allá. Quizá hasta segunda base… ¡Debo estar loca! Y en mi interior suelto una
carcajada nerviosa. Me gusta éste tonto.
Estoy de vuelta al
presente por culpa de mi amiga Gracee, que se ha dado cuenta de que estoy ida
mirando al actor y me pellizca la costilla, divertida.
-¡Hey, chica
comprometida! Controla tu voyerismo, recuerda que estamos festejándote a ti y
que tienes a tu novio justo al lado, ¿sí?
Siento palidecer al
oírla. Me giro hacia ella y le miro en blanco. En la mente aún puedo verme en
esa penumbra y sentir el beso y las caricias que nos estábamos dando. Y sí… Lo
dejé llegar a segunda base y el busto me estaba doliendo de ansias. Me ruborizo
al instante.
Me pongo de
espaldas al grupo de Robert y me concentro en prepararme una nueva bebida a
pesar de que mi vaso aún está a medias. Gracee le ha dado un vistazo al moreno
y ambos se ríen en complicidad. Al parecer mi amiga está coqueteando con el
descarado de la otra mesa y con eso me deja en paz.
Aún en cuclillas
hago un esfuerzo por verter lentamente el vodka sobre mis hielos. En el
transparente líquido se aparecen de repente otras memorias.
Estoy de
nuevo a su lado, sentados a la espera de que lo llamen para su escena. Esta vez
está caracterizado de Cedric Didggory y una vez más, está ruborizado en su
palidez. La conversación no es tan boba como la última, de hecho él está
bastante nervioso y juega a golpearse el muslo con una pajilla mientras que
sostiene una lata de coka-cola con la otra.
-¿Qué haces aquí Liv?
Pareces mi conciencia que sólo quiere molestarme. –Me dice con un tono ácido y
agudo. A mí me hiere su afirmación.
-Eres un idiota,
Pattinson. Ya basta de esa actitud conmigo. El que seamos, amigos, desde hace tiempo no te da derecho a decirme ése tipo de
cosas.
-No, es que eres
una alucinación. No sé de donde sales, pero te apareces justo cuando traigo
problemas y me pones irritable.
-¿YO? ¿Una
alucinación? ¿Estás chiflado?
-Eso me gustaría
saberlo. No te veía desde aquella vez en la escuela y desapareciste repentinamente
luego de besarme. Me dejaste bastante molesto. Me usaste y aún estoy enojado
contigo.
-¿Qué yo qué? Si
mal no recuerdo, tú fuiste el que me besó y si me fui y porque… -La lengua se
me atoró ahí mismo, estaba haciendo esfuerzos titánicos por recordar el motivo
de mi partida y simplemente éste se negaba a llegar a mi habla.
-¿Lo ves? No te
puedes ni defender. Además, no entiendo qué parte tienes tú aquí. No te había
visto antes por los sets.
-Me ha colado una
amiga de mi cuñada. Es parte del staff técnico y me invitó a darme una vuelta
calladita. No tenía idea de que tú participabas en el film. –Le contesté con
cierta rabia para aclararle que nuestra coincidencia no tenía nada que ver con
él.
-¿Tu cuñada?
-Sí, es amiga de
una de las maquillistas.
-Hum…
-Oye… No has
cambiado nada. –Me mira de reojo ante la afirmación cargada de sorna.- Sigues
siendo el mismo inseguro. ¿O acaso estas aquí para seguir intentando ligarte
niñas, eh?
Me mira con cierto
arrepentimiento, pillado en cosas que sólo nosotros dos sabemos. Exhala aire,
tuerce el rostro y jalándose el engomado pelo, se muerde los labios antes de
contestarme.
-Yo… eh… Pues, sí…
He salido con una de ellas, pero nada más. En realidad, bueno…
Estoy saliendo con alguien que me gusta mucho…
Estoy saliendo con alguien que me gusta mucho…
A mí se me retuerce
algo por dentro y mis labios imitan esa sensación. No me lo ha dicho por
despecho, sino como una confesión.
-Me alegro por ti.
-¿Estas molesta?
-¿Por qué habría de
estarlo?
-Porque, bueno, tu
y yo… ¿Oye, entonces soñé todo? ¿No te acuerdas de nada?
El agua
quina se derrama del vaso y me empapa la mano y giro de golpe la muñeca para
detener el líquido pegajoso que cae por mi vaso hasta la mesa. ¿¡Qué diablos me
está pasando!?
Ahora sí que estoy
asustada. Me niego a ponerme de pie y buscarle de nuevo la mirada, en vez de
eso tomo una servilleta de papel y seco el desorden. Ahora se me están viniendo
los recuerdos a la cabeza de golpe y ya no pierdo la orientación del donde me
encuentro en la realidad.
Nos hemos visto en
muchas partes antes y en muchas ocasiones.
En sueños.
Eso fue antes,
mucho antes de que él fuera si quiera famoso.
¿Pero cómo? Yo ni
siquiera vivía en América entonces. ¡Mucho menos Londres! Volteo a ver la
botella y luego a mi grupo de amigos. De repente siento que es una escena de la
película de “The Hangover” donde el
peludo ese de Zach Galifianakis confiesa que le puso algo a la bebida y me
preocupo en serio. ¿Acaso estaba adulterado nuestro vodka? Nadie más da señas
de estar tan alocado como yo en realidad. Me dejo caer en el silloncito y mi
amor, al darse cuenta de ello, se sienta a mi lado.
-¿Todo bien Liv?
Lo miro dudativa.
No voy a soltarle que estoy desvariando con el tipo de la mesa de al lado y
miento.
-Sí. Es sólo que
creo que se me ha subido un poco la bebida.
Él se ríe travieso
mientras sacude los hombros y me besa velozmente los labios.
-Guapa, es que
anoche nos bebimos dos botellas de champagne solitos, aparte de la botella de
tinto en la cena. ¿Quieres que te pida un vaso de agua natural?
-Creo que no es una
mala idea, Elliot. ¿Podrías?
Él vuelve a reírse
y con un guiño se levanta para contactar a un mesero y hacerle mi pedido. Yo
comienzo a dudar de mi sano juicio. ¿En serio es cosa del alcohol?
Ha pasado
más de una hora desde que todo inició y mi grupo parece no darse cuenta de que
me estoy deschavetando. Decido reubicarme y me pongo más cerca del límite entre
nuestras salas, pero a espaldas de él. Ya no quiero verle y me apoyo en mis
chicas para ello. La canción que suena nos encanta a todas y empezamos a bailar
en grupo, riendo y cantando y tratando de crear una tonta coreografía para la misma
y nos está saliendo genial… O al menos, en nuestra imaginación es así, pero no
importa. Estamos aquí para celebrar y eso estamos haciendo.
De repente alguien
choca contra mi espalda un poco más que suavemente y no se trata de mis amigas.
Volteo a ver por mero impulso y me quedo tiesa. Ha sido Él con su espalda
también, y se ha girado para musitar una disculpa.
Ninguno de los dos
hace mucho. Yo inclino la cabeza para aceptar sus palabras y veo como él me
esconde los ojos nerviosamente. Me apeno también, me da vergüenza la sarta de espejismos
que he tenido y no quiero que me vaya a tomar por una de sus dementes fans,
pero a la vez quisiera tanto preguntarle algo… Algo que no estoy segura qué es.
Elliot se ha dado
cuenta de que estoy haciendo contacto con un guapo y ni tardo ni perezoso, se
acerca a mi lado para plantarme un beso en los labios.
Robert atestigua el
acto y se repliega. No hemos intercambiado ni una palabra más, pero me parece
que ambos estamos conectados por un invisible hilo eléctrico que cada vez zumba
con mayor fuerza.
Es completamente
ridículo.
Elliot ha procurado
ya no despegarse de mi lado y yo comienzo a sentirme verdaderamente incómoda.
Es evidente que algo me pasa, porque Gracee se me acerca y me pregunta al oído
si todo está bien. Le respondo que sí, pero que creo que definitivamente tengo
que irme más despacio con la fiesta porque me siento rara desde un rato.
Vuelvo a sentarme
luego de que ella me sugiere preocupada que lo haga y me imita, mientras me
frota el desnudo brazo. Apenas me relajo, mi mente vuelve a jugarme otra.
Estamos en hotel de
Cannes. Esa tarde fue la premier de la última película con Cronenberg y está
sumamente borracho y tumbado en un amplio sillón de su suite por no haber
podido llegar a la cama. Aún está vestido de gala y se ve guapísimo a pesar de
estar en semejantes condiciones.
Me acerco a él
curiosa, porque no recuerdo cómo es que llegué ahí y quiero preguntárselo. Lentamente
me coloco cerca de su rostro, escudriñándole los ojos mientras lo llamo por su
nombre.
-¿Robert…?
Abre uno a medias y
sonríe torcidamente mientras lo vuelve a cerrar.
-¡Hola Liv! –Me
saluda con afecto- ¡Qué gusto que hayas decidido aparecerte hoy!
Estoy casi en
cuclillas a su lado y escucho sorprendida sus cálidas palabras mientras que él se
endereza levemente sobre el mueble.
-¿Qué hora es Liv?
-No lo sé. ¿Oye,
qué está pasando?
-Supongo que sólo
cosas buenas porque te has asomado a mi mente de nuevo y sólo vienes cuando
algo importante sucede.
-Sí… sí… Pero he
llegado a la conclusión de que cada vez que lo haces es para bien…
Está completamente
erguido en su asiento y me sonríe amplia y turbiamente mientras abre sus brazos
hacia mí, haciendo un gesto para que me le acerque con la mano. Yo obedezco y
de repente me hallo abrazada por la cintura baja y empujada sobre sus piernas.
-Ya no soy el
chiquillo tonto de antes, pero aún me gusta besarte Liv.
Se me corta la
respiración en el presente, porque ya no tengo problema para ver todo esto como
una película en mi mente y combinar la música que escucho en el club, con lo
que parece ser un recuerdo.
Me abrazo de su
cuello y aunque algo incómoda en la pose, recibo de buena gana su beso con
sabor a alcohol y de carácter bastante desinhibido. El ombligo se me pega a la
espalda de la impresión al revivir esa escena mientras estoy sentada junto a mi
amiga.
Su lengua está
acariciando la mía con suma posesión mientras me mordisquea los labios y yo le
devuelvo el beso con fervor. Su incipiente barba comienza a aparecer y se
siente deliciosamente áspera sobre mi rostro y cuello cuando decide ir en esa
dirección, succionando a la par de lamerlo y yo tiemblo de placer, con los
pezones erizados de ansia y un cosquilleo comenzado a hacerse muy notorio entre
mis piernas.
Con demasiada
confianza y conocimiento mete su mano en mi escote y se me viene un espasmo de
placer cuando sus dedos alcanzan su objetivo. Definitivamente ésta vez es mucho
mejor que cuando éramos adolescentes. Ninguno de los dos está aprendiendo sobre
la marcha y ya sabemos disfrutar y hacer gozar. Me concentro completamente en
la escena que no estoy dispuesta a dejar escapar inconclusa como las
anteriores. ¡Es demasiado buena como para ello, y me ruborizo de placer!
Su mano libre baja
por mi pierna hasta encontrar el borde de mi vestido y se escurre por debajo
subiendo de nuevo acariciando con decidida suavidad la piel de mi muslo,
dejando una estela de excitación por toda ella que se mueve hacia arriba y
poniéndome húmeda de anticipación.
Sus dedos
encuentran mi ropa interior y juguetean con ella antes de realizar la misma
acción que con mi falda. Su vista se concentra en mi cuando comienza a
acariciarme la zona. Me toca como si no fuese la primera vez, como si fuésemos
amantes de tiempo; de esos que ya saben el camino y se fascinan de recorrerlo
juntos uno y otra vez. ¡Dios! El corazón se me está parando a ratos con cada
espasmo que me provoca con su tacto.
-Mía por fin… Justo
hoy… No pudo ser mejor el cierre del día.
Parece que en
realidad no está hablando conmigo, como si estuviese convencido de que está
soñando y que le está sacando provecho al momento sin el menor recato porque
así es como son las cosas en los sueños, ¿no?
A mí ya me da
igual, porque creo que estamos en la misma. Soy su alucinación o él la mía,
pero eso es completamente irrelevante para estas alturas.
Termino de
desabotonarle la camisa con algo de torpeza porque él se niega a dejar de
acariciarme, sólo se acomoda un poco para ayudarme con ello a acelerar el
proceso y apenas logro ver su piel blanca libre de tela poso mis labios sobre
de ella. Mis labios besan su pecho y lo lamen y mordisquean aquí y allá,
concentrándome en lugares que le provocan placer y hacen que el bulto entre sus
piernas crezca y se endurezca muy notoriamente. Es tanta su excitación que saca
sus manos de mi ropa para con ambas soltar el cinturón de su traje, apretando
los labios en la acción. Yo me quito levemente de encima para permitírselo
y en un instante él termina de desabrocharse
y liberar su erección. Estoy pasmada, mirándolo. Él me sonríe maliciosamente y
con un beso posesivo toma también mi mano para guiarla hacia su miembro para
que lo acaricie. Es mi turno de explorarlo y hacerlo temblar.
Pronto, muy pronto él
está a punto. Ninguno de los dos quiere esperar más y con poca delicadeza
comienza a jalar de mi tanga hasta romperla. Es una lástima porque era
sumamente hermosa, pero ha cumplido su objetivo, además… ¡Qué rayos importa una
braga cuando estoy a punto de montarme encima
de Robert!
Lo siento entrar
bien profundo en mí y tengo que acostumbrarme un momento. Él se muerde los
labios y se clava de mi rostro, escudriñando por mi reacción ante su embiste; y
es que no soy sólo yo la que se mueve, él no quiere esperar y entre ambos vamos
y venimos uno sobre el otro para morir en el encuentro.
Se me sale un jadeo
completamente sexual cuando siento el orgasmo y es lo suficientemente audible
como para que Gracee que aún sigue a mi lado se gire bruscamente en mi
dirección y me mire entre escandalizada y divertida mientras me da un codazo
certero en las costillas. La realidad me hace “click” y me llevo la mano a la
boca aterrorizada. El cuerpo lo siento caliente y sudoroso, pero no es por el
ambiente del salón, es por lo que acabo de experimentar. Ahora sí que giro en
su dirección y le busco impacientemente a mis espaldas. No está ahí.
Gracee levanta una
ceja desorientada, no tiene idea de lo que me pasa pero tampoco voy a
explicárselo. Me tomaría por chiflada. Estoy tan excitada y alterada que quiero
es levantarme de ahí, ¡ya!
-¿Oye, qué te pasa
Liv? Te estás pasando de rara. ¿Acaso, bueno, acaso tomaste algo más…?
La fulmino con la
mirada. Es mi mejor amiga acá en Los Ángeles, pero en ése instante me es obvio
que no me conoce bien, de lo contrario nunca hubiese si quiera imaginado algo
como eso.
-No Gracee. Me
siento mal, eso es todo.
Me pongo de pie, y
observo frente a mí. Elliot tiene el ojo vigía puesto encima de mí a pesar de
que no deja de convivir con todos y eso me molesta mucho de repente. Lo amo, lo
adoro, pero justo en ese instante estoy dudando de mí y de lo que siento.
Me disculpo con
Gracee y me pongo de pie usando mi bebida como escudo mientras me cruzo de
brazos y tensamente le doy un sorbo. Estoy tratando de recomponerme porque me
siento saturada de ideas que no sabía que estaban ahí y de plano creo que, o me
volví loca, o en serio Gracee no está tan equivocada y me pusieron algo en el
vaso.
De repente, un
mesero se me acerca y disimuladamente me entrega una servilleta. Tiene algo
escrito encima y me dice que quien me la envía es de la mesa de al lado.
Tiemblo.
Mi primer impulso
es estrujarla en mi mano. Pasado el
primer impacto, miro con sigilo a mí alrededor para saber si Elliot aún me está
vigilando. Efectivamente, se ha dado cuenta de que el mesero me dijo algo y me
hace el gesto universal de interrogación al respecto con sus hombros y manos.
Yo le contesto del mismo modo fingiendo irrelevancia y él confía en mí. ¿Por
qué no habría de hacerlo?
Busco también a
Gracee, no quiero que ella se entere tampoco de lo que sucede. La verdad es que
me desagrada mucho la sensación de que alguno de los dos me descubra y no
quiero sermones.
Disimulo y pasados
un par de minutos, abro finalmente el arrugado papelito para leerlo. Una letra
desgarbada en tinta azul ha garabateado un breve mensaje: “Liv, encuéntrame en los baños. Recuerdo, recuerdo todo.”
El estómago se me
cae al piso y el corazón se me atora en la garganta.
¡¿QUÉ?!
Arrugo de nuevo la
nota y la jalo instintivamente contra mi pecho. La electricidad se apodera de
mí y soy una chispa a punto de explotar. Miro a todos lados con la respiración
entrecortada pero no lo dudo. Tomo mi chaqueta de piel y me la monto sobre el
vestido corto al igual que mi pequeño bolso clutch con cadena. Me disculpo para
ir al baño y huyo antes de que alguien se ofrezca a acompañarme.
La cabeza me está
dando vueltas y siento que no piso el suelo, cosa que no tiene nada que ver con
mis tacones negros y mientras avanzo al segundo nivel, pierdo velocidad.
Comienzo a ver cosas de nuevo.
Estamos acurrucados
en el quicio de un largo ventanal en lo que parece ser una finca de la campiña.
Afuera llueve levemente, pero se nota que pronto saldrá el sol; así de
cambiante es el clima en éste país. Esta vez estoy hablándole con premura
mientras que él me acaricia el rostro preocupado.
-Robert… Robert…
¡Recuerda! ¡Recuerda!, le dije insistente.
Estaré en la fiesta, con él… Si no me encuentras ésa vez, me perderás
para siempre. Me casaré con él y seré feliz. A ti te olvidaré, porque así es
como sucederá si fallas. No tendré un
solo recuerdo de ti y nunca sabremos si esto iba a ser grandioso. Por favor…
Por favor, no lo olvides… No me olvides.
La boca se me ha
caído al escucharme hablar.
-“Sanos y Salvos”.
Lo recordaré Liv, lo hare. – Y me besa con cuidado los labios.
De repente, me doy
cuenta de que he llegado a los baños y que todo está más oscuro en la antesala,
que en todo el club. Dos chicas salen riendo del baño y su risa me sorprende
haciéndome dar un pequeño salto. La alucinación ha terminado por completo y
tengo la sensación de que estoy despertando de un sueño y que por más que me
esfuerce, no voy a poder recordarlo más allá de la cualidad de grandeza del
mismo.
Giro en torno mío
cuando las chicas desaparecen, no veo a nadie más y comienzo a dudar. Hay unas
breves escaleras que llevan a la zona más calmada del club, una serie de
privados con música diferente a la del resto del lugar. Quizá es ahí a donde
debería dirigirme, pero sé que cuentan con seguridad y que si no estoy en la
lista, me retacharán de inmediato.
Cuando finalmente
me acerco a las escaleras, una sombra se mueve por detrás y respingo apretando
el bolso contra mi costado. El hombre
sale hacia la luz con las palmas
abiertas elevadas en mi dirección, intentando con ello tranquilizarme.
Es Robert.
Yo me quedo quieta,
paralizada en mis pies y noto que la respiración se me acaba.
-¿Liv?
Su voz británica
acaricia mi nombre en su interrogación y con ello el bloqueo en mi mente quiere
disiparse. ¿Cómo sabe mi nombre?
En verdad de
repente no sé ni que hago ahí, sólo sé que me enviaron una nota para citarme y
que tontamente acudí sin pensarlo. Estoy sumamente nerviosa, el actor Robert
Pattinson está hablando conmigo y sus claros ojos me cuestionan con
preocupación.
-Liv… Liv… "Sanos y Salvos", lo recordé. Dime que aún estoy a tiempo. Que no te has casado.
Elevo y miro mi
mano izquierda, en mi alargado dedo hay sólo una argolla, no dos y se la
muestro confundida.
Sus ojos muy
abiertos han seguido el rumbo de los míos y con cierto alivio exhala aire
contenido. Se lleva la mano a la cabeza y de repente le estorba la gorra,
halando de ella para dejar el aplastado cabello libre y expuesto. Tiene una
vena saltada en la frente cruzándole hasta las cejas y comprendo que está muy
preocupado, pero ¿qué tiene que ver eso conmigo?
-¿De… De dónde nos
conocemos?
-¿No lo recuerdas
Liv?
Me contesta
desilusionado.
-Yo… Es que… Eres
Robert Pattinson pero, oye… ¿Tú me enviaste la nota?
-Liv… Casi me muero
cuando te vi, enfrente de mí. Creí que estaba tan borracho que me había quedado
dormido en la juerga y estaba soñando de nuevo contigo.
-¿Cómo?
La verdad era que
aunque estaba hablando con él, estaba completamente bloqueada, no me acordaba
de nada de todo lo extraño que me había sucedido a lo largo de la noche. Sólo
tenía la sensación de que algo apremiante en mi interior pujaba por emerger.
-Es que… ¿Es que tú
no? Tú también me estuviste mirando toda la noche, choqué contigo a propósito,
pero me aturdí tanto por lo que pasaba en mi cabeza que me acobardé cuando el
tipo ése te besó. ¿Él es tu novio?
-Sí, él es Elliot.
Me caso con él en tres meses.
Robert dio un
respingo al oírme.
-¡No hay tiempo!
Liv, tienes que recordar tú también.
-Es que, sé que hay
algo, pero de repente… Bueno, no puedo ubicarlo bien en realidad.
Yo elevé una ceja
mientras se me cortaba la respiración y asentía, extendiendo la mía en su
dirección a la vez.
Sus dedos se
entrelazaron con suavidad de los míos y luego de percatarme de la exquisitez de
su contacto, repentinamente sentí como si una corriente eléctrica me hubiese
golpeado a través de ella anclándome y fundiendo ambas manos en una sola.
Una montaña de
recuerdos me golpearon como la sombra de un fantasma que se posesiona de tu
persona impasiblemente. Cientos de imágenes nuestras se amontonaron en mi mente
mientras un escalofrío recorría mi cuerpo desde mis piernas hasta la nuca.
Reíamos mucho, jugando, bromeando, besándonos amorosamente y nada parecía muy
lejano, porque de hecho me veía tal cual como lo hago poco después de que
llegué a El Lay a estudiar la carrera cinco años atrás.
Lo extraño
es que finalmente era consciente de que todos esos recuerdos eran sueños. Hermosos
sueños con un hermoso hombre que había conocido desde que éramos unos
chiquillos y que en realidad nos habíamos amado desde aquél beso en el teatro
de la escuela.
Era una locura.
Ensimismada comencé
a sonreír como boba ante mi reflexión y todo lo que estaba sintiendo en mi
interior. Elevé mi cabeza hacia él y lo encontré como reflejo mío, satisfecho y
feliz, asintiendo para responder a la muda pregunta sobre si él estaba
experimentando la misma alucinación que yo.
Envolviéndome en
sus brazos y rodeando su cuello nos besamos al borde del llanto de la emoción.
Me había encontrado justo a tiempo. Lo habíamos logrado. ¡Bendita magia! Nunca
más iba a dudar que los cuentos de hadas se hacían realidad.
Luego de besarnos
un poco más recordé a Elliot y mis amigos. ¿Cómo iba explicarles esto?, pensé
mientras miraba preocupada en dirección hacia la zona de fiesta. Al parecer
Robert percibió mi ansiedad y tomó una decisión imperiosa.
-Liv, vámonos de
aquí, ahora.
-¿Cómo? –Le miré
sobresaltada.- Pero… ¿Y Elliot?
-¡Al diablo con
Elliot y todo! Escápate conmigo, ¡ya!
Lo dudé un poco,
mirando hacia la roca en mi dedo, azorada.
-Es que voy a
lastimarlo.
-Yo no estoy
dispuesto a perderte Liv. Es ahora o nunca, tú misma lo dijiste. Vas a
olvidarme si no nos vamos en éste instante.
Dejé de respirar
asustada. Era mucho lo que me estaba jugando.
-Liv, -me dijo
acercándome a él por la cintura- "Sanos y Salvos", escucha… La están tocando
justo ahora.
Elevé mi cabeza confundida.
Efectivamente, unas voces masculinas repetían una y otra vez esa frase acompañada
de promesas que parecían dirigidas hacia nosotros.
“…I could show you
love, In a tidal wave of mystery, You'll still be standing next to me… You could
be my luck, Even if we're six feet underground, I know that we'll be safe and
sound, you safe and sound… Safe and sound…”*
No lo dudé más.
-¡Vámonos!
Él sonrió de oreja
a oreja y me besó lleno de felicidad.
Tomados de la mano
nos escapamos de ahí. Huyendo de la realidad para vivir nuestro sueño.
------------------------------------------0-------------------------------------------
¡Uf! ¡Uf! ¡Uf!
¿Así o más loca? No
lo sé. Decidan ustedes ahora que terminaron de leerme.
Les dije que sueño
a color, con música de fondo y hasta en otros idiomas. Y mis sueños a veces son
tan reales, que sólo me doy cuenta que estoy dormida cuando las palabras en los
libros en los que a veces estoy leyendo, comienzan a caerse derretidas sobre el
papel.
Fue un sueño
grandioso, ¿no lo creen?
Las quiero: Sissy
CAPITAL CITIES: “Safe
and Sound”. Salió al aire en el 2011, pero se hizo éxito
mundial ahora, en el 2013. Sonó en mi mente una y otra vez en mi sueño. Obvio
que la hice un loop infinito para teclear el Shot.
----------------------------------------------0-------------------------
P.D: Una anécdota graciosa. Cuando le conté a Coka
brevemente de éste sueño casi me salta al cuello por la pantalla. “…
¡Ves! ¡Ves! Te he dicho que sí estas enamoriscada de Robert aunque te la has
pasado negándolo. Te lo he dicho, que si te lo encuentra de frente y él te dice…
Tú y yo… Dejas a tu esposo y me lo has negado una y otra vez. ¡Pero éste sueño
te traicionó! ¡Tú, te vas con él en el instante que te lo pida!...” Algo así fue lo que me dijo y yo me reí a carcajadas esa noche por el
skype. Sólo que ahora que releo lo que soñé, pues… Quizá… Quizá acepto que si
de nuevo tuviera 27 y lo conociera… ¡Jajaja!
15 comentarios:
Bueno, que conste hice advertencias al por mayor. Les dije que ésta era una chifladura de aquellas de mi mente y aún así me atreví a compartirlas.
Siempre pueden reírse y no volverlo a ver, pero el asunto es que yo no paro de leerlo desde que lo terminé hoy y eso que lo empecé a teclear ayer. Ja ja ja!!!
Les juro que no añadí nada, ni exageré, así de prolifera es mi imaginación algunas noches...
¡En fin! Aquí está, no sean tan duras al juzgarme por lo escrito, ¿sí?
Las quiero!!!
Sissy
-----
SAFE AND SOUND (A Salvo y Seguros)
Yo podría elevarte, podría mostrarte lo que quieres ver y llevarte a donde quieras ir.
Tú podrías ser toda mi suerte, e incluso si el cielo se está desmoronando, yo sé que estaremos a salvo y seguros (a salvo y seguros).
Yo podría llenar tu vaso, tú sabes que mi río no se evaporará. Éste mundo que aún apreciamos.
Tú podrías ser mi suerte. Aún en un huracán de desaprobaciones, sé que estaremos a salvo y seguros...
YO podría mostrarte el amor, en una marejada de misterio, y aún así tú estarías ahí junto a mí.
Tú podrías ser mi suerte, y aún si estamos a tres metros bajo tierra, sé que estaremos a salvo y seguros.
----
Besos!!!
Hola Sissy.
Menudo sueño, no sueño. Increíble como desarrollas el entramado desde una premisa un tanto chocante.
Sabes darle coherencia a los sentimientos difusos de los dos personajes.
Haces avanzar la narración a través de las reflexiones de Liv.
Gracias por regalarme un trocito de tus sueños. Besos
hola sissy... k espectacular sueño chifladura o no te kedo genial y me e kedado con las ganas de tener tus sueños ajjaja y si algun dia llega rob y te dice tu y yo... y te vas con el... espero k no seas egoista y nos los presentes jajaja..
felicidades siempre es un gusto leer algo de tu inspiracion :D
COMO SIEMPRE ME DEJASTE SIN PALABRAS QUE BARBARA...Y SI CULPABLE YO TAMBIEN HE SOÑADO CON EL ....Y DE QUE MANERA LO HAS HECHO SISY...COMO SIEMPRE ME ENCANTA COMO NARRAS UNA HISTORIA ...SALUDOS
LIZZZ
MEXICO
Tremendo sueño amiga y ya sabes no importa si es un chifladura yo las amo porque a traves de tus sueños me contagias y dejas que goze yo tambien, me transportas a un mundo magico como en este Shot que esta mas que fabuloso me gusto muchisimo como narras cada uno de esos encuentros como nos vas llevando a disfrutar de cada detalle de esos momentos que compartian y por dios que grito de emocion cuando le manda la nota y se encuentran que shock no saber si creer en sus sueños o no ...... me encanto ese final y si amiga definitivamente estas enamoradisima de Robert jajajajaja bueno quien no amiga y como dices si tuviera unos cuantos años menos porque no si me lo topara haria una chifladura ;)
Gracias mi querida Sissy por darnos la oportunidad de gozar con tus locuras las amo nena.....
Besos <3 <3 <3
A mi me gustaría soñar asiiiiii!!! Jajaja eres increíble sissy!! Bueno la escritora de harry potter supuestamente también soñó una noche y se puso a escribir, creo que en algún momento a ti te pasará así y tendrás mucho éxito espero que te animes! Saludos! P.D: ando perdida por que las pasantías y la tesis están acabando conmigo... Jajaja
waoo... que sueño!!! jajaja... hahaha que emocionante, la chifladura como tu la llamas me encanto y si heee, como dijera Coka estas enamorada jajaja
Ay! Amigas!
No saben qué gusto me da ver tanta respuesta tan pronto! Creanme que me llegan al mail cada uno de sus comments que hacen por aquí y me muero por leerlos en cuanto me vibra el celular.
Ah! Pero les voy a alegar tanto por aquí, como en el chatter lo mismo que a Coka. NO estoy enamorada de Robert. Tengo un crush, que no es lo mismo, es como cuando vi a Brad Pitt en Leyendas de Pasión o en Joe Black y me alucinó; sólo que de Robert tuve que informarme más y más a medida que avanzaba "Mi Secreto" y se ha vuelto algo muy cercano. Pero estoy justo como Nin al inicio, él es un famoso y no alguien real para mi a pesar de que siento que conozco mucho de él. Tanto así, que cuando creí verle en persona por acá en mi ciudad -sí, aún sigo dudando si era él porque se veía igualito a esas fotos que estan emergiendo cuando va al gym-, no me atreví a saludarlo.
NO sabría que hacer o decir si lo tuviese en persona aunque me dijera, "... Tú y yo...". No. Definitivamente, en mi vida real, no le haría caso como hombre. Creo que lo amo más porque amo escribir y él ha sido mi gran fuente de inspiración, digamos en la modificación textual del género, mi muso.
Denme la lata que quieran, como lo hace Coka, pero creo firmemente que él siempre será un hermoso recuerdo en mi corazón, más no un amor.
Besos a todas!
Sissy, nos puedes intentar engañar a nosotros, quizá tu consciente no lo acepta pero el inconsciente de tu pluma habla por sí sola
jajajaja si opino igual que Coka tu inconsciente te delata mira sino teniendo tremendos sueños con el...... ;)
los sueños nos delatan sissy!!!!
ME ENCANTO!!! Estuvo genial, ¡NO! Genial se queda corto comparado con lo ... pues no hay palabras para describir este OS, Estarias dispuesta a continuarlo. ME ENCANTARIA SABER COMO SIGUE :D
Besos.
Agy Cullen
Hola Sissy que tu querido muso siga acompañándote mucho tiempo para que tus lectoras tengamos muchas historias tuyas que leer.
El subconsciente es muy sabio.
Besos amiga.
muy buen sueñooo!! me encanta todo lo que escriben !! las felicitoo
HAY POR TODOS LOS DIOSES!!!! quien te culparía por dejarlo todo por ''él'' jajajaja...
yo amo a mi novio pero por dios que este hombre atenta contra todos mis principios de persona moral y comprometida, yo que soy mas santa que santa Elena HAHAAAHAHAAA!! jajaajaja
Yo también quiero soñar así un ratito Sissy!!
pero creo que después de un sueño como ese no iba a querer despegarme de la cama para volver al el n_n! bueno!! pero al final de cuentas ... SE VALE SOÑAR... y como dice mi Coka del alma! SOÑAR ES GRATIS!!!
graciias Sissy! por compartir!
un fuerte abrazo*
Nancy Q
*-*
Publicar un comentario