A la caza del Vampiro, Capitulo 13

CONOCIENDO A TI


Diario de Alexa

Esa madrugada…

Mientras estaba recostada en la arena, miraba las estrellas e intentaba descifrar cual constelación era la Osa Mayor o El Cinturón de Orión, todo esto para evadirme de lo que estaba sucediendo y poder recuperar la cordura, mientras inhalaba por la nariz y botaba por la boca, intentando controlar la sangre que hervía debajo de mi piel solo de pensar que él se encontraba a solo unos pasos en la cabaña. Siempre fui medio cobardona para nadar en el mar y de noche aun peor, pero que ganas tenía de sumergirme hasta la mollera para apagar esta fiebre que me abrazaba.

Lentamente me fui recuperando y retomando mi equilibrio, al fin decidí volver porque ya era hora, habían pasado mucho tiempo desde mi salida intempestiva de la casa y no podía seguir dejando a Coka a cargo de toda la situación que no era fácil.

Entre a la casa por la puerta de la cocina y camine despacio como si temiera despertar a alguien, cuando en realidad lo que temía era despertar mis propios instintos tan descontrolados en el último tiempo. Un paso tras otro sin escuchar el menor ruido avance, hasta que decidí entrar a la habitación donde se encontraba Robert. Él se encontraba sentado tomando con sus manos los tobillos pero suelto de cualquier anclaje, esto me sorprendió enormemente.

-¿A dónde se fue Coka?- Dijo él como quien reclama a saber de su novia. ¿Como habían cambiado las cosas en dos horas?, esto es solo posible cuando Coka está a cargo de algo, no falla, ella siempre triunfa. Con un poco de tristeza le dije que no sabía dónde estaba porque yo había salido hace mucho rato y no la había vuelto a ver.

-¿Te dejo desatado?- Le pregunte cuando me percate que no hacia ningún ademan por tumbarme para escapar.

-Si, la verdad ¿no sé por qué?, ¿yo la habría amarrado sin pensarlo?, ¿quizás sabía que no intentaría escapar?- dijo como si hablara de una vieja amiga.

-Bueno ¿que tal?,¿ ya tienes hambre o aun quieres seguir en el papel de mártir?-dije emulando lo que diría Coka, porque si la formula había resultado para ella porque no a mí.

-Eres bastante desagradable tú, ¿cómo me dijiste que te llamabas?- dijo como si algo le oliera mal solo de pronunciar mi nombre.

Yo estaba perpleja es que ni adoptar la estrategia en plan “Soy tan desagradable como tú lo seas conmigo” me resulto, volvió el llanto a desbocarse por mis mejillas, lloraba y eran litros y litros de tristeza que corrían por mi cara, era imposible, él me odiaba y jamás me miraría con otros ojos, yo no significaba más que las cuerdas que lo ataban.

-¿Pero que pasa contigo?, ¿estás con depresión o algo así?, ¿que no puedo decirte nada sin que te pongas a llorar?- Me dijo con una cara totalmente seria, me recordó mi padre y esto ya colmo mi vaso, había un límite y él lo había pasado, ya era demasiado, aunque fuera él.

-Mira te voy a decir tres cosas con total humildad pero con la mas absoluta honestidad, luego ya no te hablaré mas, porque está claro que te molesta hasta que te dirija una mirada:

Lo primero: No tienes idea lo que es tener una vida entera llena de tristezas y perdidas y sentir que por primera vez en la vida hago algo de lo que me siento orgullosa conmigo misma y a la vez muy avergonzada contigo.

Segundo: Si estás aquí es porque yo tuve los cojones para sacarte de allí y me importo poco arriesgar el pescuezo solo para darte unos días de paz en tu vida que está claro que hace tiempo no la tienes y es mas, no sé si la recuperaras.

Tercero: Estoy irremediablemente enamorada de ti, por eso me comporto como una estúpida y no sé si reír o llorar si alegrarme o morir de pena, son emociones demasiado fuertes, nunca lo entenderás, nunca estarás enfrentado a tanta felicidad “robada”, robada porque es artificial, estas aquí pero es de mentira, es falso- Volví a llorar.

Robert se paro y saltando saltando llego hasta mí para abrazarme pasando sus manos amarradas por mi cabeza y juntando su cabeza con la mía mientras decía “gracias” y “perdón”. No quería que ese momento terminara mientras alargaba el llanto que ahora era de felicidad, sentía su abrazo apenas rozándome y aspire profundamente, y deje que su aroma me invadiera, quería conservar ese momento para siempre, para toda la vida, era Robert era mi Robert, esta vez sí era de verdad, no podía sostenerme porque tiritaba de la emoción.

-¡Alexa!, ¿dónde estabas, por favor te busque como una loca por la costanera?- Dijo Coka como sin percatarse de lo que estaba sucediendo.

-Estaba en la playa Coka, siempre estuve allí- Le dije abriendo mucho los ojos como para que se fuera y me dejara sola con él, pero ella no se dio ni por aludida.

-¿Sueles siempre arrancar de tus verdades?-Dijo él dirigiéndose a Coka, nuevamente ella lo había monopolizado.

-No quería estar aquí, por eso me fui- le dijo mirándolo directamente a los ojos, yo sabía que ella moría cada vez que él la miraba con sus ojitos celeste cielo.

-¿Me van a contar las dos, quienes son por favor?, creo que merezco saberlo- Dijo Robert casi sonriendo, esto ya era una charla de amigos.

Diario de Coka

Estaba muda por primera vez en mi vida, comencé por contarle que era Chilena y que vivía desde hace unos meses en Inglaterra donde me había mudado con mi marido que trabajaba para una empresa internacional.

-¿Estas casada?, ¿y raptas hombres así sin más ni más?- me dijo reprimiendo la risa.

-¡No rapto “hombres”, te rapto a “ti”!- dije muy seria y orgullosa.

Seguí con mi relato, le conté como nos habíamos conocido, que Crepúsculo nos había unido y que luego nuestra amistad se hizo inquebrantable y muy poderosa, éramos inseparables a pesar de ser tan distintas, seguramente lo único que teníamos en común era nuestro amor por él.

Mientras yo contaba esto Robert le pegaba miradas de reojo a Alexa me imagino como tratando me imaginar la historia.

-¿Dónde está tu marido ahora?- Me dijo mas serio esta vez.

-No lo sé, ya ni sé si esta en EEUU o en algún país de Europa, estamos tan distanciados que ya no tengo idea si en verdad me importa, somos prácticamente dos extraños- dije bajando la vista para no mostrar mi tristeza, sabía que mis ojos siempre dicen todo.

-¿Lo amas?- Me pregunto con un dejo de pena por mi yo creo.

-¿No lo sé?, ¿no sé si merece la pena amarle a esta altura?-dije mientras mis ojos se llenaban de lágrimas, en algún lugar de mi corazón siempre amaría a este hombre que durante un periodo importante de nuestras vidas lo fue todo, era mi forma de ser, nunca terminaba definitivamente mis relaciones, siempre algo me mantenía atada al pasado y estaba segura que ese era el sentimiento que tenia ahora.

-Seguro que aun le amas- Dijo Alexa tratando de sacarme de mi tristeza, como siempre.

-Eso se sabe Alexa, se siente-Le respondí.

Seguimos hablando de mí, de que hasta hace poco tiempo vivía una vida vertiginosa, encargada de una agencia de marketing muy importante en mi país y que desde que me había venido a vivir a estas tierras mi vida se había reducido a la casa y el supermercado, porque mi marido estaba con suerte 2 veces al mes en casa. Había sido una mala elección dejar todo a cambio de lo que tenia ahora, pero lo había hecho por recuperar lo que teníamos hace mucho, cuando éramos solo mi marido y yo, pero bueno no había resultado.

¿Y tú quien eres Alexa?-dijo esta vez llamándola por el nombre lo que me impresiono y a Alexa mas aún.

Alexa se quedo helada y empezó su narración contando que era una chica bastante solitaria, amarrada hasta hace poco a una relación muy triste, que consumía su energía por completo y que la había dejado en la más completa pobreza espiritual y literal. Mientras relataba su vida, yo no podía creer porque no hablaba de sus publicaciones en el blog, y de lo exitoso de sus relatos y del inmenso talento que tenía,como con su pluma era capaz de llenar de magia la vida de tanta gente sin pedir nada a cambio, todo era desalentador en la historia.

-Como veras soy una chica bastante aburrida y normal- Concluyo Alexa.

Yo la miraba perpleja, no podía creer que ni en un momento tan crucial como este no aprovechaba de venderse como lo que realmente era, si no le pedía mucho solo que dijera la verdad, la mejor escritora de Crepúsculo que yo conocía y seguramente conoceré.

-¡Alexa, vamos hacer honestas de una vez!, dile que en realidad eres la escritora de Fanfic mas leída de toda esta corriente Crepusculera de habla hispana y lo más importante, que todo ese éxito se debe a una sola inspiración y eres tu Robert- Le dije soltándole todo de una vez a él mientras Alexa me miraba con unos ojos redondos que no lograba interpretar.

Diario de Alexa

No podía creer lo que estaba escuchando de labios de Coka, ¿que es lo que pretendía?, ¿cuál era su idea?, estaba muerta de vergüenza, paralizada, no me podía ni mover ni hablar.

-¿De verdad eres escritora?-me dijo Robert mirándome sin poder creer lo que decía Coka
-A mí también me gusta escribir, pero escribo poemas más que nada, últimamente compongo bastante-dijo como hablándome fascinado y todo.

La situación era insostenible quería borrarme, desaparecer, matar a Coka antes claro de desaparecer.

-Vamos a prender la televisión, les parece- Dijo Coka como tratando de cambiar el tema y fue caer de una situación incómoda a otra apocalíptica para nosotras.

“Esta mañana desde el set de Amanecer parte dos, hablo Kristen Stewart por primera vez de la situación que ya es un secreto a voces y es sobre el secuestro de Robert Pattinson. Todo esto a raíz de los últimos sucesos desencadenados durante las últimas horas, después que Claire Ritz apareciera luego de permanecer casi dos días dormidas bajo una cama en el tráiler, desde donde desapareció Pattison”.

-“No sé quien lo haya hecho pero que sepa que cualquier cosa que le pase a él, la condena mundial sobre estas personas será tremenda, la productora ya ofreció una recompensa de 3 millones de dólares por cualquier persona que sepa de su paradero, no descansaremos hasta saber don…” (Kristeen no pudo terminar su frase visiblemente quebrantada mientras daba una entrevista, retirándose de inmediato).

-Lo siento chicas, me encanto conocerlas pero esto se termino, debo irme ahora!- Dijo Robert mientras se paraba y nos estiraba sus manos señalando sus muñecas.

-¡Lo siento Robert, ya es muy tarde para todos, llegaremos hasta el final, a donde sea que nos lleve esto!- le dijo Coka después de darme una mirada que lo decía todo.


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Gracias a todas por seguir esta historia, la verdad es que no es mentira que lo estoy viviendo, espero que lo disfruten porque es para ustedes.
Carla, Alexa, Kokoro, mis tres mosqueteras, Gracias por alegrar mi vida!!!