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domingo, 1 de noviembre de 2015

Recuperando la Eternidad- Cap. 6


Los Volturi pondrán en predicamentos a la familia Black Cullen. ¿Qué tendrá que
hacer Jake para proteger lo que más ama ahora que es humano? Secuela de Contigo en el
alba.
Disclaimer: La mayoria de los personajes le pertenecen a S. Meyer los que no... son mios.
Contigo en el alba: Recuperando la eternidad


DISTANTE

ORIGINAL DE KOKORO BLACK

Nessie

--Hola mis niños. --susurré al entrar a la sala y mirar los ojos abatidos de Taylor y Sarabelle.

-- ¡Mami!--gritó mi pequeña y corrió a mis piernas.

Me puse a su nivel y la estrujé fuerte. Había extrañado mucho a mi familia, pero la vergüenza de lo que había hecho seguía latente y atormentándome. Si por mi hubiese sido, no hubiera regresado, pero amaba demasiado a mi familia y no podía estar separada de ella por más tiempo del que lo había hecho. Una semana y tres días.

-- ¡Rayos mamá! No sabes cómo estuve buscándote-- musitó la cada vez más ronca voz de
Taylor, viéndome al borde de las lagrimas, pero haciéndose el fuerte... todo un hombrecito.

--Lo siento, lo siento mucho. Pero necesitaba unas pequeñas vacaciones.

Sarabelle estrujó mi mirada e hizo un tierno puchero.

--Si vas de vacaciones, a la otra llévame contigo.

--Lo prometo. Te llevare conmigo--le aseguré para que me regalara su hermosa sonrisa.

-- ¿No vas a preguntar por mi?

No necesitaba voltear para saber quien hablaba. De solo escuchar su voz, mi piel respondía estremeciéndose... mis manos anhelaban tocarlo... era la voz del hombre de mis sueños, una voz que muchas veces me había susurrado palabras de amor y hasta cosas "sucias".

Me volví en cámara lenta hacia él. El padre de mis hijos. Cuando mi vista se juntó con la suya, mis piernas se sintieron débiles y los ojos se me llenaron de lágrimas. Él estaba bien, a salvo, como si nada hubiera pasado. Quería correr y decirle cuanto lo sentía... que lo amaba y que haría lo que fuera para compensarlo. Tenía tanto miedo de ver rencor o miedo de sus ojos, pero su mirada fue de anhelo, quizás era como la mía.

--Jacob... yo...

Él dio tres grandes zancadas hasta ponerse delante de mí y taparme los labios.

--Shhhh... no lo arruines. Aquí no ha pasado nada. ¿De acuerdo?

Asentí temblorosa y me permití acurrucarme en su pecho. Por más que me remordiera la
conciencia, necesitaba de su calor y su presencia. Jacob lo era todo para mí. Absolutamente todo.

--Es un alivio verte a salvo--dijo mi madre desde el pasillo.

Me separé de Jacob para mirarla. Su belleza como siempre era incomparable. No tenía idea de qué pensaría de mi en estos momentos. Quizás estaba avergonzada, después de todo, había estado a punto de comerme a su mejor amigo.

--Que gusto verte mamá.

A veces no entendía mi idiotez al enojarme con ella en tiempos de antaño, cuando había
descubierto que ella y Jacob habían tenido un amorío. Pero Jake me había explicado una y otra
vez como habían sido las cosas, no podía juzgarlos. Además, ¿Quién demonios no se
enamoraría de Jacob? No podía culpar a mi madre de ello.

Me acerqué a ella y la abracé muy fuerte. Acarició mis cabellos y me colocó un beso en la
frente.

--Tu marido no hacía más que preguntar por ti. Me estaba mareando, que bueno que volviste.

--Yo no era el único--dijo Jacob. --Hubieras visto a Bella vigilando la puerta a cada quince
minutos.

Miré a mi madre entrecerrar los ojos y sacarle la lengua a Jake. Sonreí pero solo un instante.

No me sentía cómoda. Todos parecían estar de acuerdo en no mencionar nada o hacerme
sentir mal. Pero no se daban cuenta que esa actitud me lastimaba más. Yo sabía que merecía alguna represalia o alguna advertencia. No era digna de tan caluroso recibimiento.

--Quisiera tomar un baño. Si no les molesta.

--Seguro. Debes estar agotada. --justificó mi madre enseguida. Yo lo único que quería era salir de ahí.

--Y lo estoy.

--Bueno, ahora que estas aquí, tengo que volver a Salem a darles las buenas nuevas. Edward está más que impaciente por noticias tuyas, y tu tía Rose... ya sabes como es.

--Sí. --me limité a contestar.

Jacob me miró en silencio. Su mirada me penetraba de una forma que me daban escalofríos.

Era como si tuviera vista de rayos X y estuviera tratando de ver que había dentro de mí.

Mamá se despidió cariñosamente y viéndome con cautela. Los niños la besaron y Jacob se
limitó a hacerle un gesto con la cabeza.

Después de tranquilizar a Sarabelle diciéndole que no me iba a ir a ningún lado, le di la espalda a mi familia y corrí a mi habitación. Saqué ropa limpia, unos pantalones de mezclilla, blusa de algodón y ropa interior limpia. Abrí el grifo y dejé que la tina se llenara. La puerta del baño estaba con candado. No quería que Jacob se metiera conmigo... bueno, la verdad es que si quería, quería que llegara e irrumpiera en mi cuerpo, que me estrujara y que me hiciera pagar a gritos escandalosos mientras me sometiera a los embistes del suyo. 

No, no merecía tanta dicha.

Me metí a la tina y dejé que el agua caliente relajara mis músculos. Estaba en un total dilema, estaba dispuesta a empezar mi dieta humana de nuevo, pero moría de miedo de que se repitiera mi negligencia. Sambutí la cabeza en el agua y lloré bajo el agua.

Amaba a Jacob... y no quería perderlo. No quería verlo morir mientras yo siguiera joven y
poderosa. No era una opción.

Escuché que la perilla del baño se movía. Era Jacob tratando de entrar. Solo fueron segundos antes de que desistiera. No me llamó, ni pidió que le abriera. Agradecí por ello en silencio. Mi corazón latía precipitado y supe que tenía que ser fuerte. Tenía que volver a empezar a humanizarme... de nuevo.

Tenía que hacerlo.

*************************************************
Los días pasaban como si fueran eternos. Habían pasado exactamente cuatro días desde que había regresado a mi hogar y la situación estaba peor. Jacob y yo nos hablábamos cada vez menos, los niños me miraban siempre expectantes y mi familia llamaba a cada hora para saber cómo estaba. Me sentía a la mira de todos. Pero lo que más me molestaba era que Jacob me había pedido que siguiera como Hibrida. ¿Cómo rayos quería que yo siguiera joven y eterna si él cada día que pasaba iba desgastándose?

Detuve la taza de café que se dirigía a mi boca. Quizás Jacob me lo había pedido, porque no confiaba en mí. Quizás él tenía miedo de que lo lastimara de nuevo. Mi corazón dolió como el demonio. La semilla de que Jacob desconfiara de mi estaba sembrada en mi alma y para que alguien me la sacara... estaría muy difícil. Opté por dejar la taza de café y darme un golpe en la cabeza.

Era una estúpida.

Tenía días evitando a Jacob. ¿No se suponía que no podía vivir sin él? Lo quería conmigo... lo quería a mi lado. Suspiré y miré al reloj, eran las cinco de la tarde. Tomé el teléfono y marqué a quien sabía me daría un buen consejo.

-- ¿Nessie?

--Mamá... me gustaría hablar contigo. ¿Tienes tiempo?

--Para ti siempre.

--Pero preferiría que fuera en persona.

--Solo dame unos minutos. Voy que vuelo para allá. ¿Está bien?

--Por favor.

--De acuerdo. -- musitó para colgar.

Suspiré afligida. Me puse a limpiar la casa mientras esperaba a mi mamá. Tenía que sacar mi nerviosismo de algún modo y que mejor que ocupándome en algo provechoso, al cabo que no tenía miedo de que alguien me notara rara. Sarabelle estaba jugando con Taylor en el bosque y Jacob se encontraba en el taller. Estaba tan ensimismada en limpiar una maldita mancha de la ventana que no escuché cuando mi madre llegó hasta que dijo a mi espalda:

--Hola.

Salté como conejo al otro extremo de la sala del susto que me sacó y no pudo evitar sonreírse.

--No te esperaba tan pronto.

--Me tarde casi media hora en llegar.

--No lo sentí.

-- ¿Puedo sentarme?

--Sabes que sí. Esta también es tu casa.

Mamá sonrió y se acomodó en uno de los sofás. Me sacudí las manos y me senté a su lado.

-- ¿Quisieras decirme para que soy buena?

--Tú para todo eres buena mamá. Casi eres perfecta... a veces me gustaría ser como tú y
tomar las mejores decisiones.

Mamá me miró con sus ojos abiertos como platos y soltó una fina carcajada.

--Nessie... tú conoces mi historia. Sabes que si alguien se equivocó tomando decisiones, esa fui yo.

--Pero al final siempre hiciste lo correcto. Yo no sé qué es lo correcto en mi vida. He estado
alejando a Jacob, y me duele, porque lo que más quisiera es tenerlo a mi lado.

Mamá puso su mano sobre la mía y me dio un apretón cariñoso.

--Y si es así. ¿Qué estas esperando para decírselo?

Levanté la vista y las lágrimas bañaron mi rostro.

--Oh, mamá... es que Jacob está empeñado en que yo sea inmortal. Yo no quiero verlo morir... no soportaría un mundo donde él no estuviera.

--Nessie...--limpió las lágrimas que se escurrían por mis mejillas. --Sé que su situación es
bastante complicada. Pero, ¿No crees que deberías de aprovechar el tiempo con tu marido al máximo? Qué más da, si eres o no inmortal, ustedes encontraran una manera de sobre llevar las cosas. Pero para eso, necesitan estar juntos. No lo alejes Nessie, se una con él. 

Lo necesitas y él te necesita a ti.

No pude reprimir el llorar más fuerte.

--Tienes toda la razón mamá. He sido una completa idiota.

--Sólo un poco--.musitó ella sonriendo tenuemente.

Me puse de pie de un jalón. Necesitaba arreglar las cosas con Jacob.

--Mamá, ¿Crees que...

--Sí. Yo me llevo a Sarabelle y a Taylor para que tengas la noche libre con Jacob. --interrumpió ella.

Sonreí ampliamente y la abracé con todas mis fuerzas.

--Gracias... te debo todo.

Ella se limitó a acariciar mi cabello y me colocó un beso en la nuca. Después fue por los niños y se los llevó, claro que no sin antes rogarles que se portaran bien... en especial a Sarabelle.

Corrí a la habitación, cogí un vestido rosa pálido y pantaletas limpias. Me bañé a velocidad
rayo. Dejé mi cabello suelto, sabía que Jake lo adoraba así. Me maquillé natural, me puse unas sandalias de tacón bajo y me coloqué un poco de esencia de fresas.

No me veía nada mal.

Corrí de nuevo escaleras abajo y saqué unas velas y adorné la mesa con flores y la cena que había preparado. No faltaba mucho para que Jacob llegara cansado del trabajo. Solo quería hacer las cosas bien y recuperar su confianza. Abrí un champan que tenía guardado para una ocasión especial y pues dos copas.

Comida: lista.
Adornos: listos.
Bebidas: listas.

Mi apariencia -revise el escote del vestido y acomodé mi cabello- lista.

Suspiré nerviosa y junté mis manos rogando porque Jacob llegara pronto. Me senté en mi lugar en la mesa y ansiosa revisé el reloj. La siete. En cualquier momento Jacob cruzaría esa puerta.

Las siete veinte. Algo había retenido a Jacob, para no volverme loca con mis pensamientos, fui y puse en el aparato reproductor de música el CD de los Backstreet Boys: Millennium. No pude evitar sonreír y recordar a Rachell y su obsesión con el grupo.

Para ser más precisa puse: Back to your heart. Miles de memorias llegaron como si fuesen una locomotora... arrasando todo a su paso. Suspiré ansiosa y me relajé escuchando la música.

Siete cuarenta. Ya se me había hecho raro que Jake no llegara. Decidí ser paciente y esperar sin exaltarme. Me senté en uno de los sillones y traté de relajarme mientras seguía escuchando la música. 

Estaba tan concentrada en la melodía que sonaba que de repente... me quede dormida.

Abrí los ojos de golpe. Volteé precipitada buscando a mi esposo... pero no lo olía ni se
escuchaba por ninguna parte. Ocho cincuenta. Ya era demasiado.

¿Y si le había pasado algo?

Con una fuerte opresión en mi corazón. Corrí al teléfono y le marqué a su móvil. Contestó al cuarto timbrazo.

-- ¿Qué sucede Nessie?

Su voz sonaba fría y distante. Traté de no tomarle importancia.

--Estaba preocupada por ti. ¿Todo bien?

--Sí, todo bien. Quil y Embry me invitaron unas copas y me distraje. En un rato más voy para allá.

Me colgó.

Tuve unas inmensas ganas de agarrar el teléfono y aventarlo al suelo. Pero me contuve.

Resoplé frustrada y miré las velas a punto de derretirse por completo. Las apagué al igual que el reproductor de música. Subí a nuestra habitación y me coloqué un camisón que tía Alice me había regalado en mi cumpleaños pasado. Quizás la cena se había ido al caño, pero aún teníamos la noche entera... quizás con suerte haríamos el amor hasta el alba. Sonreí como boba al imaginarme sus cálidas manos recorriendo mi piel desnuda y me tumbé en la cama. En un rato más lo tendría a mi lado.

Nueve y media. Nada.

No pude evitar que salieran las lágrimas que estaban agalopadas en mis ojos. Maldije a los
cuatro vientos y me refunfuñe bajo las sabanas. Estaba tan indignada que ya no me importaba nada.

Lo olí.

Su aroma se hacía más fuerte. Escuché un portazo. Era él. Hasta que se dignaba a volver a casa. En minutos ya estaba abriendo la puerta de la habitación. Me hice la dormida.

-- ¿Y los niños?

--En Salem. Con mi familia.

Me reprendí mentalmente. Se suponía que me haría la dormida y solo le había bastado abrir la boca para que yo respondiera.

--Ah... ya veo. Creo que será mejor así...

Me senté en la cama y lo contemplé con el ceño fruncido.

¿A qué se refería con eso?

El corazón se me detuvo cuando lo vi tan pálido y sin vida. Sus ojos estaban idos y podría jurar que apenas si respiraba. Dio un paso y se tambaleó un poco. Estaba tomado.

-- ¿Estas ebrio?

--Solo un poco... lo suficiente.

--Lo suficiente ¿Cómo para qué?

Jacob dejó caer la mochila que llevaba al trabajo y fue hasta el baño. Lo escuché abrir el grifo.

Probablemente se estaría mojando el rostro para despejarse. Regresó a mi vista y se removió incomodo.

--Como que hace calor, ¿no?

--De hecho no.

Haciendo caso omiso a mi respuesta se quitó la camiseta y la boca se me hizo agua. Su torso desnudo era una clara invitación a tocarlo y explorarlo. Me mordí el labio y controlé las ganas que tenía de echármele encima.

Su vista su posó en mi y por fin reparó en el camisón que portaba. Los escuché gruñir quedito y apretar los puños. Su mirada triste se oscureció y su corazón comenzó a palpitar con fuerza.

Con toda la intención del mundo me puse de rodillas para que pudiera admirar mejor mi cuerpo.

Y mi acción tuvo el efecto que había esperado. Lo escuché tragar en seco y se relamió los
labios.

--Si yo tengo frio y tú tienes calor... creo que sería mejor que nos complementáramos ¿no?
Lo vi sisear unos momentos y luego suspiró como derrotado.

--No creo que sea una buena idea Nessie.

Eso me calló como un balde de agua fría en pleno invierno. Pero a pesar de sus palabras sus ojos destilaban lujuria y empezó a caminar en mi dirección con sus respiración entre cortada.

No entendía que rayos pasaba... pero tenía miedo... estaba muerta de miedo.
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Hola, preciosas... a partir de este capítulo la historia va a dar un giro. Es pero lo puedan sobre llevar a mi ritmo. Estaré batallando mucho en actualizar por mi condición y por no tener internet. Pero sólo quiero que sepan que las quiero con todo mi corazón y cada una de sus palabras de ánimo me hacen sonreir. ¿Por qué creen que Jake se esté comportando así?
¿Aullidos para esta lobita Alpha?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta este fic,adoro a esta pareja.Gracias por hacernos disfrutar de estas magníficas letras. Muchos besos.Maria del Mar desde España.

Bell.mary dijo...

Que buen capitulo pre Nessie como imaginabamos estaría sintiéndose muy culpable por lo sucedido con Jacob y al regresar y verlo reafirmó lo que ya sabe que lo amo con todo su corazón, creo que esta en una situación muy difícil porque por un lado quiere ser humana como el y por otro le es muy difícil reprimir su lado híbrido, pero quien quería seguir siendo inmortal y ver morir al amor de tu vida yo creo que nadie.

Me quede intrigada con la actitud de Jacob, sera que decidió volver a su forma licántropo o que sera lo que trama? Porque de una cosa estoy segura él la ama con toda su alma.

Gracias y esperando el siguiente capitulo ...Besos